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miércoles, abril 13, 2011

REFLEXIONES PARA REFLEXIONAR (6)

Como sabéis en esta sección recojo resúmenes de pensamientos e ideas interesantes que  diversos autores desarrollan sobre distintas facetas de la vida pero también sobre aquellas ideas que algunos intentan promover pero que carecen de sentido, son incoherentes o contradictorias o son denunciables. Leyendo estas reflexiones, la primera muy coherente y cierta, la segunda, totalmente incoherente y contradictoria, ves el compromiso o juego que se lleva desde ciertos estamentos públicos: afirmar, por ejemplo, que los políticos deberían recortar sus gastos en lugar de recortar la asistencia sanitaria, es coherente e inteligente, mientras que decir que los jóvenes son flojos, la moral no es democrática o dar a cada uno lo que por justicia le toca cuando en realidad la iglesia nunca ha hecho eso, es insostenible. Mientras que las reflexiones de Rafael Matesanz defienden y refuerzan una necesidad social en contra a las acciones politicas partidistas, las reflexiones de Flaminia Giovanelli demuestran la enorme hipocresia social, política, ideológica y económica que existe en la historia y actualidad de la iglesia católica. Juzgar vosotros mismos.

KarlFM.-

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Rafael Matesanz, 
director de la Organización Nacional de Trasplantes.-


¿Cerrar quirófanos, alargar listas de espera es el único ahorro posible? Yo sufro especialmente cuando veo a un niño en una lista de espera por un órgano. ¿No podrían los políticos recortar más en otras partidas? ¿De verdad necesitamos todos sus coches oficiales; asesores; todas esas embajadas y viajes y gastos suntuarios y de representación?

Cuando los recortes presupuestarios son imprescindibles hay que saber ver la línea roja: es la que pasa entre la vida o la muerte. Los trasplantes de órganos sólo son posibles gracias a la solidaridad de todos. En los últimos 22 años, más de 70.000 ciudadanos de este país se han beneficiado de un trasplante de órganos y si añadimos los receptores de tejidos y células llegan a sumar 300.000: cerca del 1% de la población.

La sanidad catalana es pionera y ejemplar en todo eso gracias a su organización eficaz, por eso en Catalunya se hacen más trasplantes de éxito que en ningún otro país, por ejemplo, más que en Suecia o Finlandia, donde tienen más donantes potenciales. Los órganos se donan porque los donantes saben que el sistema funciona: ricos o pobres tendrán idénticas posibilidades de obtener un órgano cuando lo necesiten.
                                                                                                                                                
Cuando la Sanidad no es gratuita, no es buena ni para pobres ni para ricos y la prueba son los trasplantes. Uno de riñón cuesta unos 50.000 euros: si sólo pudiera beneficiarse de él quien puede pagarlo, los pobres no los donarían, porque sabrían que ellos no podrían permitirse ser trasplantados y, al final, también los ricos se quedarían sin donaciones. Sólo el 5% de los órganos trasplantados provienen de accidentes de tráfico y un 9% de las donaciones las hacen los inmigrantes. Francia, el Reino Unido o Alemania, en cambio, no han logrado que sus inmigrantes donen sus órganos.

Cuando tienes una insuficiencia renal, o haces diálisis, o recibes un trasplante, o te mueres. Dejar morir a alguien por falta de un órgano no es una opción válida en un país que no es tercermundista; con otros órganos pasa igual. Analicemos pues los costes y el posible recorte en los trasplantes de riñón, que son los más habituales.

Una diálisis cuesta 40.000 euros al año y un trasplante, 50.000, pero, al segundo año, el coste del trasplantado cae a 5.000 o 6.000. Está claro que la diálisis es más cara. Pero la tentación del político ineficaz es cerrar quirófanos y alargar listas de espera: así consigue un ahorro de entrada durante ese ejercicio pero, al cabo de dos o tres años, acaba derrochando nuestro dinero. Si no hubiéramos trasplantado riñones, por ejemplo, ahora tendríamos 20.000 pacientes más en diálisis.

¿Cuál es el coste de tener a un ciudadano en su casa esperando una intervención secundaria de rodilla? Representaría más del doble de lo que cuestan todos los trasplantes que hacemos en España al año. Ahorrar en quirófanos es, por tanto, un derroche, aunque inmediatamente después del tijeretazo parezca un ahorro.  La cirugía ahorra dinero público. Ahorrar en quirófanos es derrochar. Pero pocos políticos piensan a largo plazo.

En mis 22 años dirigiendo la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) he tratado con once ministros e incontables consejeros de Sanidad. Nuestra Sanidad necesita un gobierno clínico: de técnicos que, además, sepan de gestión, y no de meros políticos o contables que meten la tijera y luego envían al ministro de Sanidad a aguantar el chaparrón. En realidad, el ministro de Sanidad acaba siendo el de Economía.
                                                                                                                                                             
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Flaminia Giovanelli,
Subsecretaria del Consejo Pontificio Justicia y Paz
Viceministra del Vaticano.-


Estudió Ciencias Políticas, encontró trabajo en la Biblioteca Vaticana y ya no ha salido del Vaticano, lugar al que admira por su  apertura al mundo: llegan estudiantes de todas partes, es un gran foro de información. La información fluye constantemente mediante un sistema capilar.

Soy la única subsecretaria del Vaticano pero jamás me he sentido discriminada por ser mujer. La mujer tiene un papel fundamental en la Iglesia. Las monjas llevan con plena autonomía hospitales, escuelas, monasterios pero no creo que haya sacerdocio femenino. De una papisa, ni hablamos.

La doctrina de la iglesia católica es contraria al aborto y al uso de anticonceptivos y preservativos pero la mayoría de los católicos usan anticonceptivos y preservativos. En cuestión de moral no mandan las mayorías: no es el número el que hace la verdad. El deber de la Iglesia es enseñar el valor de una persona con su dignidad. La moral no es democrática.

Hoy nos falta fortaleza. Los jóvenes son flojos: se hunden ante una mala nota, aumentan las depresiones ... ¡Qué poca resistencia! Y se dejan arrastrar por un placer sexual inmediato, pasajero, superficial, irresponsable, un gozar mal entendido. Si fundas tu felicidad en mera diversión, en placer pasajero, este goce desequilibra. Hay una felicidad bienaventurada: la basada en la seguridad de tu ser, en tu identidad.

¿Qué hace la Iglesia católica por la felicidad de la humanidad? El Papa se compromete en la defensa de los derechos humanos, la Iglesia educa para resolver pacíficamente conflictos, los nuncios llevan el mensaje del Papa a los gobiernos y denuncian abusos. Por ejemplo ... se enfrentaron a gobiernos autoritarios de Latinoamérica: Juan Pablo II conocía sabía que el marxismo engendra tiranías y por eso reñía; la paz se funda en la verdad, y no en engañar a gentes necesitadas.
  
¿Por qué la Iglesia española cobijó al dictador Franco? Juzgar desde el presente, el pasado es difícil … Muchos obispos murieron asesinados en la guerra … Nada hay peor que un conflicto civil. Una humanidad sin guerras, sin conflictos, es una utopía.

La paz es la tranquilidad en el orden. El hombre es un ser desordenado: conviene echarle orden a la convivencia ... ¿Cómo? Con respeto a los derechos y los deberes del hombre, y con justicia. Las desigualdades provocan conflictos, amenazan la paz. Por eso justicia y paz son inseparables. Y, como dijo Pablo VI, “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”. A lo que Juan Pablo II añadió, la solidaridad.

¿Cómo combatir las desigualdades?  Se trata de dar a cada uno lo que por justicia le toca y dar amor en todas las empresas humanas, económicas, personales, sociales. Se trata de ser dignos de Dios, de estar hechos a su imagen.

sábado, febrero 05, 2011

REFLEXIONES PARA REFLEXIONAR (1)

Un viejo indio dijo una vez: 
dentro de mí viven dos lobos, 
uno me lame la mano y el otro trata de morderme el cuello. 
¿Quién ganará? 
Aquel que yo alimente.

La realidad actúa en mi en función de cómo yo la concibo y la manejo. Los malos sentimientos prosperan porque tenemos capacidad de sentir. La misma tierra que abona el rosal hace crecer la mala hierba con lo cual habrá que estar muy atento para que cuando nazca la hierba dañina arrancarla para que no se adueñe de nuestro espíritu.

Nuestros actos están determinados por nuestros  pensamientos y éstos se formulan a través del lenguaje, es decir, nuestra capacidad de elaborar reflexiones y producir actos combinados depende del dominio que se tenga de ese lenguaje.

Hay que desprenderse de todo para mirarse a uno mismo y comprender que lo primero es la propia existencia, si no te tienes a ti mismo no tienes  nada.

A menudo una experiencia inoportuna nos condena a un estado de frustración constante que nos impide tener la valentía de actuar en la vida. Somos como los elefantes de los circos ambulantes dónde atados a una estaca sólo tienen que tirar un poco para liberarse pero no lo hacen porque desde pequeños han aprendido a no hacerlo; de adultos seguíran pensando que esa acción es imposible y seguirán atados a su estaca por el resto de sus días.

Debemos ser muy conscientes de que la lengua es el sistema operativo que instalamos en cada mente al nacer. Un mal ordenador con un buen sistema operativo da muchísimos buenos resultados que a la inversa.

Si mis circunstancias son mi realidad entre ambas está mi voluntad, mi pasión por ser. Lo que yo toco se transforma en función de mis deseos de ser. Por ejemplo, dale una piedra a un arriero cansado y hará un asiento, dásela a Miguel Ángel y hará la Piedad. La esencia del ser comporta un destino.    
                                                               
Coordinar nuestros actos en  función de lo que pretendo ser en la vida. Y mantener el principio de la linealidad, es decir, cada cosa en su momento, deberían ser parte de nuestro sistema por actuar en la vida.

Muchas veces perdemos la oportunidad de realizar las cosas porque queremos que la realidad se adecue a la visión que tenemos de lo que debe ser. Mejor es combinar los elementos de que se dispone para poder acercarse a los objetivos.

JOSÉ CARLOS ARANDA
Doctor en Filología Hispánica y ensayista.-

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La diferencia entre un medicamento y un veneno radica en la dosis. Cuando un fármaco sale al mercado ha sido probado por unos pocos miles de voluntarios, pero al comercializarse en todo el mundo es tomado por millones de personas y es entonces cuando pueden aparecer efectos indeseados, en ocasiones con desenlace mortal. La industría de los medicamentos es un negocio multimillonario.

En Catalunya se producen unos 3000 casos anuales de hemorragia  gastrointestinal de los que un 40% son atribuibles a la aspirina y a otros antiinflamatorios. En EE.UU. mueren al año por hemorragia gastrointestinal por antiinflamatorio unas 15.000 personas; mientras que de sida mueren  12.000.

La Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año fallecen en Europa 197.000  personas a causa de efectos adversos. En EE.UU. los efectos adversos son la cuarta causa de muerte, detrás del infarto de miocardio, el ictus y el cáncer; y por encima de la diabetes, las enfermedades pulmonares y los accidentes de tráfico. España es el país de Europa que en relación al PIB, más medicamentos consume.

Fabricar el medicamento más caro, de cien a quinientos  euros, no cuesta más de dos euros incluyendo el envase. Supuestamente pagamos el esfuerzo de investigación. Pero entre un 30% y un 40% del gasto medio de los laboratorios se destina a la promoción comercial. En España el precio del medicamento está  alcanzando el de Alemania que nos duplica la renta per cápita. Según el informe de desarrollo de la ONU la industria farmacéutica es el tercer sector económico más potente detrás de la industria armamentística y el narcotráfico. La industria farmacéutica dedica el doble (en España el triple) de su  presupuesto a promoción comercial que a investigación.

Cualquier enfermedad puede ser producida por un medicamento, cualquier enfermedad neurológica o patología psiquiátrica puede ser favorecida por medicamentos. Muchos fármacos causan depresión, como algunos que tratan la presión arterial o los diuréticos en personas de edad avanzada. Los medicamentos para el insomnio pueden provocar crisis de agresividad, muchos casos de irritabilidad al levantarse se debe a medicamentos de este tipo. Cada medicamento tiene su peaje.

En la industria farmacéutica hay sobre todo dinero, poder e influencias. Parece que haya perdido su alma médica y se haya quedado únicamente su alma comercial. El negocio de la salud da para hablar. Existe una presión muy fuerte según la cual cuando un laboratorio patenta un medicamento, lo promueve para que se consuma, incluso se proponen nuevos medicaciones para enfermedades que quizás no existan, como es el caso de los medicamentos que se expenden para vencer la timidez, algunos trastornos de la actividad sexual, el déficit de atención en los niños y la tristeza, que no es una enfermedad, sino una situación. La industria farmacéutica se inventa enfermedades.

Joan-Ramon Laporte.
Doctor en medicina, catedrático de farmacología en la Universitat Autónoma de Barcelona. Director de  la Fundació Institut Català de Farmacología (Barcelona). Jefe del servicio de farmacología en Valle Hebrón (Barcelona).-

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