Las cosas nunca son eternas, ni
en la naturaleza ni en las sociedades humanas. Todo tiene su inicio y
finalmente desaparece tras un tiempo de existencia. Es el principio de la no
saturabilidad donde ningun elemento puede saturar la totalidad de su habitat ya que podría dañar los equilibrios internos de la existencia, un princpìo que, asimismo, se sustenta con la ley de la variabilidad, aquella que permite que el cambio haga desaparecer las cosas que ya no son necesarias y permite que en su lugar aparezcan las nuevas que posibilitan la evolución de la vida.
En la tierra el ser humano se ha
desarrollado siguiendo el mismo patrón. Todas las civilizaciones empezaron, se
desarrollaron y finalmente cayeron tras un tiempo de declive; lo mismo con los
imperios, nada permanece eterno. Cada estadio de la Humanidad ha tenido sus
puntales poderosos pero han desaparecido para dar paso a otros. Las propias
negatividades conllevan el deterioro de los imperios.
La naturaleza, el cosmos, siguen
sus propias leyes lógicas que obedecen a su propio sentido de la dinámiuca cósmica, son fuerzas que implican un permanente estado de transformación. Ni
fuerza, ni tamaño, ni volumen, ni cantidad, son elementos que aseguran la
existencia de los elementos, por complejos o simples que sean. La diferencia con
las leyes que rigen las sociedades humanas es que en estas últimas los
gobiernos ocultan toda posible decadencia o transformación, algo que en el universo es inconcebible. Para ello los sistemas de poder humano dispone
de sus propias herramientas para bloquear y noquear todo acceso a una posible información que
pudiera dar a entender un cambio o final de algo; no interesa que los sseres humanos,las masas, conozcan las cosas y sus verdades, hay que engañarlas, hacerlas vivir en un estadoi permanente de ensoñación y vaciedad completa. La creación de esperanzas es
contraria al orden que rige los estamentos del Poder. Los sofisticados sistemas
de control social y psicológico que dan ya sus frutos desde su aplicación a partir de los años 20 con la aparición del psicoanálisis, son un claro ejemplo de la extirpación
intelectual que sufren nuestras sociedades hoy en día..
Por otra parte, el ser humano y
las sociedades que generan su actividad diaria, son entidades complejas y depredadoras, consigo mismas y con los
hábitats que las sustentan. El desgaste de los recursos, el enorme volumen
demográfico del mundo, los conflictos internacionales crecientes, los malestares propios de
las culturas masivas, asi como las amenazas provenientes de posibles desastres
naturales y las rivalidades entre pueblos e ideologías, y el constante mantenimiento de lkas megaimoperios, desarrollan estados
enfermizos que terminan por deteriorar la estabilidad de las naciones o imperios.
Asimismo, el propio ser humano es
un creador nato de virus y bacterias que atentan constantemente su equilibrio
vital como individuo único y colectivo. Una simple infección puede convertirse en una pandemia que pueda destruir nuna civilización en cuestión de escasas fracciones de tiempo. Vivir, pòr tanto, sea en una pequeña
sociedad, en una megapolis, o en un imperio con los máximos exponentes de
tecnologñía y poder militar, siempre estan todos ellos expuestos a un final inadvertido,
espontáneo o global, de forma que puede hacer desaparecer
cualquier vestigio de civilización o vida humana en cuestión de minutos.
No somos nada, nos mantenemos siempre en una constante lucha entre equilibrios y desequilibrios. Parecemos mucho
pero cualquier diminuto organismo o variación puede derribar al más
poderoso estado. La historia ha sido testigo de ello. Sumerios, egipcios,
persas, macedonios, griegos, romanos, chinos, árabes, mayas, incas, aztecas y
posteriormente estados e imperios más modernos, todos han sido borrados del
mapa tras grandes momentos de inicio, desarrollo y estabilidad; nada pues
parece sobrevivir a las leyes de la inercia dinámica de la naturaleza y del
universo y el ser humano se halla inscrito en el corazón de esta espiral.
Ni rusos, ni norteamericanos, ni
europeos, ni orientales, africanos, oceánicos o esquimales, duraran eternamente,
al margen de sus niveles propios de desasalvo lgunas pequeñas muestras de su paso por la
historia.rrollo y formas de vida; todo hace pensar que aquello
que nace, se mueve, tarde o temprano, termina en el hoyo o se fulmina en otro estado de transformación de materia o energía. Con el paso del tiempo
ningún vestigio queda de aquello que una vez fue.
Este documental nos brinda la
posibilidad de pensar, de reflexionar, algo que hoy en dia está cada vez mas
escaso entre los de nuestra especie. Como su nombre inddicaa, Profetas de la Destrucción describe como
el mundo actual contiene problemas únicos para su tiempo y espacio, desde las
crisis financieras globales, la decadencia tecnológica e ideológica, los
conflictos internos sociales, hasta una guerra global computarizada. Observando
la convergencia de todos estos hechos y acontecimientos, personas de rango
elevado en conocimientos contemporáneos, han empezado a emerger de la oscuridad
actual para sugerir que estas condiciones pueden avisarnos del final de nuestra
civilización o imperios modernos. Estos hombres son historiadores, científicos,
expertos en la mente y las dinámicas sociales, que usando todo tipo de
información y patrones del pasado nos ofrecen un contexto hacia donde vamos. No
se trata de iluminados, ni son dementes gritando y esgrimiendo discursos
esquizoides por las calles, son estudiosos, sabios inteligentes de todas partes
que vienen armados con las evidencias concisas para corroborar sus teorías y
abrir las puertas hacia la reflexión humana. LOS CAMBIOS SON INEVITABLES. NADA ES INFINITO. ES CUESTIÓN DE TIEMPO.
KarlFM.-
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PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
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