Tras visionar este increíble documental quizás la gran mayoría de
personas pierdan las ganas de comer, no es de extrañar, ya que si supiéramos
realmente qué es lo que comemos, probablemente nos volveríamos productores
independientes de alimentos y no pisaríamos jamás los hipermercados. Hoy en día el hecho de comer se
ha convertido en un acto difícilmente saludable ya que está en manos de las
grandes cadenas de producción alimentaria. El dinero, ese oscuro monstruo que
todo lo pervierte, se ha adueñado incluso de los alimentos, dejando de ser una necesidad básica e
indispensable para vivir en equilibrio y gozar de una buena salud. Medicinas, bebidas,
bancos, productos, absolutamente todo, está sumergido en el lodo del dinero, del control perverso del
negocio; el cliente final es lo que menos importa, lo vital es ganar dinero y
sobretodo, poder.
Desde hace mucho tiempo sabía de todas estas cosas, mi curiosidad siempre me ha acompañado desde niño, sin embargo, si antes uno tenía la seguridad de lo que tus padres te daban para comer era para crecer fuerte y sano, hoy en día los padres estamos envenenando a nuestros hijos con alimentos completamente alejados de su estadio natural, y lo peor de todo, es que a expensas de saber esto, consentimos en hacerlo. las grandes compañías y los medios de formación y control de masas, han logrado adulterar nuestra capacidad de reacción, crítica y rechazo. Estamos tan metidos dentro del circuito que prácticamente no hay alternativas distintas.
Quizás deberíamos preguntarnos el
por qué de tantas cosas malas, porque al margen de generar un negocio
multimillonario opino que existe una conciencia previamente diseñada desde los
gobiernos y multinacionales para controlar la sociedad en todos sus aspectos. Nos
tratan como esclavos para obtener de nosotros todo lo que ellos persiguen.
Esta impresionante película narra
una parte de este control, ubicado en la satisfacción del instinto más básico
de la raza humana: su alimentación. No importa la salud de las personas, el
sufrimiento de los animales, los controles de las enfermedades derivadas de ese
proceso industrial, lo que importa es hacerse con el control de todo a costa de
todo lo demás.
KarlFM.-
Food INC muestra pues el funcionamiento de la industria alimentaria de
EE.UU, uno de los países más dañinos del mundo, y todos los procesos que se
ocultan al consumidor con el consentimiento de las agencias reguladoras y de
control gubernamentales.
Descubre que el suministro de alimentos de E.E.U.U. está controlado por un puñado de corporaciones que a menudo anteponen los beneficios a la salud del consumidor, al sustento de agricultores y granjeros y a la protección del medio ambiente.
En Norteamérica, cinco compañías de comida rápida determinan, con su poder de compra masivo, las reglas del juego para todo el sector agro-ganadero (condicionando incluso a los pequeños granjeros): desde qué cultivos monopolizan la producción hasta cómo se engorda y faena al ganado. El resultado es un sistema en el que la comida rápida, más barata que la saludable, ha copado restaurantes y supermercados, provocando daños a veces letales y augurando un futuro de obesidad y diabetes generalizado, mientras crece sin control un sector de empleo barato y desprotegido y el lobby que mantiene a raya a las entidades gubernamentales que deberían estar fiscalizándolo.
Apoyado en las investigaciones de Eric Schlosser para su bestseller
Fast Food Nation y en el libro de Michael Pollan The Omnivore's Dilemma (El
dilema del omnívoro), el documental saca a la luz datos estremecedores sobre lo
que comemos, cómo se produce y su efecto en la actividad económica y la salud
del consumidor. Aunque este documental investiga la situación de la industria
alimentaria en Estados Unidos, sus revelaciones hablan de una clara tendencia global.
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