Todas las personas que tienen
teléfonos móviles ya pueden empezar a despedirse de su privacidad. Lamentablemente,
la mayoría de los usuarios de estas seductoras maquinitas de comunicación, cada
vez más sofisticadas, no tienen ninguna idea sobre el espionaje que se está
realizando a partir de las mismas. Por ejemplo, muchos programas spyware, que se introducen en el
interior de los móviles de formas muy diversas, permiten a los hackers escuchar las conversaciones que
realizamos a través de los teléfonos móviles, incluso cuando están apagados. Pero
la cosa no termina aquí. Las empresas telefónicas, todas y sin excepción, hacen
negocios paralelos a nuestras espaldas; ellas saben más sobre nosotros de lo
que nos atreveríamos a imaginar. Sin nuestro consentimiento, se encargan
del seguimiento de nuestros móviles a cualquier lugar donde vayan, e incluso realizan
un registro completo y detallado de todo lo que hacen. Además, las compañías
de telefonía móvil venden esta información a quien esté dispuesto a pagar por
ella, incluyendo la policía local y gobiernos. Además, es un secreto a
voces que la mayoría de gobiernos desarrollados de todo el mundo, especialmente
el de EEUU, tienen controlados todos los registros de llamadas de telefónicas móviles
de sus ciudadanos. Estas conversaciones privadas se mantienen en bancos de
datos durante muchos años.
La compañía telefónica sabe dónde
vives, qué sitios web visitas, las aplicaciones que descargas, los
videos que te gusta ver, y hasta donde te encuentras. Ahora bien, algunos
han comenzado a vender esa información valiosa para el mejor postor. ¿Quién
está comprando esta información?
Las agencias policiales están
cada vez más involucradas en los datos de teléfonos móviles para pillar a los
sospechosos, y con frecuencia, son las empresas de telefonía celular las
que venden estos datos a quien los necesita. Así que todo aquel que está
violando la ley, su teléfono puede usarse para reunir pruebas y seguirle la
pista.
Por si fuera poco, el gobierno
federal de los EEUU ha estado construyendo secretamente, en el desierto de Utah, el mayor centro de datos en la historia del mundo. Este centro de datos se
utilizará para guardar una cantidad casi inimaginable de datos digitales, incluyendo
las llamadas de teléfonos móviles. El siguiente artículo de la revista Wired lo confirma:
En Utah, un centro de datos está siendo construido por la Agencia de
Seguridad Nacional norteamericana. El proyecto, altamente secreto, es la
última pieza de un complejo puzzle de control llevado a cabo en la última década. Su propósito es
interceptar, descifrar, analizar y almacenar, vastas extensiones de comunicaciones
en el mundo, a través de los satélites, los cables subterráneos y submarinos y de
cualquier red de comunicación, bien sean
de organizaciones internacionales como nacionales. La fortificada
construcción, de más de 2,000,000,000 dólares, debe estar en funcionamiento
en septiembre de 2013. Este gigantesco monstruo de espionaje digital, fluirá a
través de sus servidores y routers y almacenará, en sus sofisticadas bases de
datos, todas las formas de comunicación que realicen los ciudadanos, incluyendo
el contenido completo de mensajes de correo electrónico privados, llamadas de
teléfonos celulares, y las búsquedas de Google, así como todo tipo de datos
personales, recibos, facturas, transacciones, viajes, itinerarios, compras, etc.
Ante tal amenaza, la pregunta
salta a la vista. ¿No es ilegal que los gobiernos intercepten nuestras llamadas
telefónicas? En realidad lo es pero estos organismos, como controlan los medios
y la información, utilizan todo tipo de lagunas jurídicas y tecnicismos legales
para conseguir sus propósitos.
Los gobiernos de todo el mundo
están usando los teléfonos móviles para cazar a la gente que no les gusta y
llevarlos a la cárcel. Un reciente artículo de la revista Bloomberg, detalla cómo el gobierno
iraní está agresivamente dedicado al uso de teléfonos celulares para tomar
medidas enérgicas contra los disidentes; un claro ejemplo es el caso de Saeid Pourheidar, periodista de la
oposición iraní. Es más, los propios cristianos en Irán han aprendido que deben
tener las baterías de sus teléfonos móviles totalmente fuera, antes de reunirse
en la iglesia; si no lo hicieran, la policía secreta aparecería y serían
arrestados.
Ahora bien, la mayoría de personas
no necesitan preocuparse de ser llevados a la cárcel por motivos políticos o
religiosos, pero si por otras razones que podrían afectarnos a todos. Los spywares pueden hacer posible que un
acosador pueda controlar nuestra vida estemos dónde estemos, saber que hacemos las
24 horas del día y escuchar todo lo que decimos, incluso cuando el móvil está apagado. El
siguiente es un artículo publicado por WTHR lo cita:
Los vendedores de software espía dicen que usted puede recurrir a las
llamadas de alguien, leer sus mensajes de texto y realizar un seguimiento de
sus movimientos en cualquier lugar y a cualquier hora. Dicen que se puede
atrapar a un cónyuge infiel, proteger a sus hijos de una niñera mala y oír lo
que su jefe está diciendo sobre usted. Y mientras estás espiando a los
demás, de forma totalmente invisible, sin dejar rastros.
Por ejemplo, SITEL es un sistema utilizado
por el estado español para escuchar las llamadas telefónicas que realizamos los españoles, así que todas nuestras
conversaciones privadas, aquellas donde hablamos de nuestros anhelos, deseos,
proyectos, problemas, pensamientos y toda clase de cuestiones intimas, SITEL se encarga de escucharlas, controlarlas y registrarlas si es necesario. En el siguiente videoprograma, se habla
sobre ¿Quién?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Cuánto? y de que manera opera SITEL, asimismo
se explican algunas técnicas para eludirlo y de cómo en la telefonía móvil se
redujo la encriptación GSM para facilitar el pinchado de los teléfonos por algunas
organizaciones gubernamentales a nivel mundial.
Resumiendo, tu teléfono celular
te haciendo prisionero de un mundo digital completamente vigilado, controlado y
registrado. La policía puede escuchar tus conversaciones y realizar un
seguimiento en cualquier momento que desee. El gobierno puede escucharte y
realizar un seguimiento en cualquier momento que desee. Las grandes
corporaciones pueden comprar, de ciertas empresas de telefonía móvil, la totalidad
de la información personal que los teléfonos celulares para sus fines diversos. Y para colmo cualquiera puede hackearte el móvil para husmear en tu supuesta intimidad. Si eres poseedor de un teléfono celular y todavía deseas tener algo de privacidad,
entonces saca la batería fuera del móvil
cuando no lo estés utilizando. Cuanta más tecnología mayor control y pérdida de libertades.
Nuestro mundo se está
convirtiendo en un lugar de escasa privacidad y todos tenemos que ser
conscientes de los cambios que están sucediendo. Cada vez se vuelve más
interconectado, por algunas razones esto es bueno porque permite a la gente informarse,
aprender, intercambiarse y organizarse en la distancia pero por otra parte nos
vuelve más dependientes de la tecnología, un caramelo dulce que crea adicción
pero que conlleva en sula parte venenosa que puede llegar a matar nuestra
individualidad. Con esa dependencia a la tecnología nuestra privacidad va
disminuyendo y eso pérdida la aprovechan los sistemas de control para
mantenernos subyugados. Es por ello que un sistema digital de control de las
redes se está construyendo a nuestro alrededor que, en un futuro muy próximo, podría
ser utilizada para fines muy malévolos; algo asi como quedar atrapados en el
interior de una gigantesca tela de araña en cuyo centro habita agazapada la gran
tarántula oscura ansiosa por atraparnos y engullirnos en su panza. Así que
todos debemos ser muy prudentes con nuestras elecciones y usos porque nuestro
mundo está cambiando y no para mejor.
KarlFM.-