“No puedes convencer a un creyente de nada
porque sus creencias no están basadas en evidencias,
están basadas en una enraizada necesidad de creer”.
Carl Sagan
Físico, doctor en filosofía, astronomía y astrofísíca
Lo que lleva este militar no es un kit de limpieza personal ni un bagage de week-end, este negro maletín es el poder más devastador jamás imaginable. Se trata del famoso “maletín nuclear” o “nuclear football”, un maletín que contiene dos libros fundamentales, un teléfono vía satélite encriptado, los códigos para un Mensaje de Acción de Emergencia (EAM) que autorizan el lanzamiento de las armas nucleares, las instrucciones para acceder al sistema nacional de comunicaciones de emergencia y un libro negro de 80 páginas (manual de actuación) con las respuestas ante un eventual ataque: desde lanzar un misil crucero hasta descargar todo el arsenal nuclear. Si se decide lanzar un ataque, el presidente tendrá que identificarse; es por ello que siempre debe llevar consigo, vaya donde vaya, una chuleta de códigos, que cambia a diario, igual que las claves de lanzamiento.
Las bombas nucleares se encuentran entre las armas con mayor poder de destrucción, su radio de acción alcanza decenas o centenares de kilómetros a partir del punto de detonación. Además, las armas nucleares producen daños terribles como la contaminación radiactiva y el invierno nuclear con sus inevitables consecuencias sobre la vida del planeta.
Una pequeña fracción de esos arsenales estratégicos podría aniquilar cualquier país, destruir la civilización actual e incluso extinguir la especie humana. España no posee bombas nucleares pero dado su grado de desarrollo tecnológico civil en el ámbito nuclear y aeroespacial, podría disponer de armas nucleares en un breve plazo de tiempo si se tomara la decisión política de hacerlo. Nadie en su sano juicio debería tener jamás tal poder. Solo imaginar esa posibilidad el cuerpo se me despedaza. Y lo peor de todo es que el único país que ha lanzado bombas atómicas sobre un país (EEUU) pretende defender la seguridad internacional teniendo en su ajuar miles de armas de destrucción masiva. Es un negocio de locos.
Este temible maletín fue diseñado tras la crisis de los misiles en Cuba (años 60) y su misión consiste en ser el último paso antes de la Destrucción Mutua Asegurada o MAD, siglas que en inglés también significan “loco”. Así es como John von Neumann definió la teoría de que, cada bando posee el armamento nuclear tal que de utilizarlo supondría la destrucción total de su oponente.
Según las noticias más recientes, Estados Unidos acaba de completar unas importantes maniobras militares en el Golfo Pérsico, a escasa distancia de las aguas territoriales iraníes. Este despliegue naval ha tenido por objeto “enviar una advertencia a Teherán”, tras la Resolución 1747 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que impone graves sanciones económicas a Irán como represalia por su incumplimiento de las exigencias de los Estados Unidos en relación con su programa de enriquecimiento de uranio. Ojalá me equivoque pero tal como van las cosas la sombra de una guerra contra Irán planea sobre la superficie de la zona.
La nueva doctrina militar aprobada por el presidente ruso, Dmitri Medvèdev, subraya que "Rusia se toma el derecho a emplear armas nucleares en respuesta al uso en su contra o contra sus aliados de armas atómicas y otros tipos de armamentos de destrucción masiva, y también en caso de agresión contra Rusia con armas convencionales". El documento menciona como principales peligros militares para Rusia la ampliación de la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa, el escudo antimisiles de Estados Unidos, la proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo, las reclamaciones territoriales y los posibles conflictos en países vecinos.
Un informe confidencial del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dependiente de Naciones Unidas, expresó preocupación de que Irán pueda estar desarrollando una ojiva nuclear para montarla en un misil. A esto se suma el temor de que algunos sectores del gobierno iraní estén provocando a las potencias occidentales para que les ataquen y así afianzar su poder. Sin embargo, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, negó que su país esté intentando crear un arma atómica ya que según sus palabras “las creencias de los iraníes no impide que usemos estas armas … Si Estados Unidos hablara en serio acerca de detener la expansión de las armas nucleares, Israel no hubiera podido transformar la tierra ocupada de Palestina en un arsenal con enormes depósitos de armas nucleares".
Nimrod Barkan, director del Centro de Investigación de la Política (INR) del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo meses atrás que “el Medio Oriente es una selva de lucha a muerte … Israel se identifica más con la política del expresidente George W. Bush que con la administración Obama ya que la fuerza militar constituye un elemento importante para cualquier acuerdo: a veces hace falta ganar la iniciativa golpeando primero para prevenir que el enemigo se vuelva poderoso”. Según el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, “Irán será capaz de desarrollar armas nucleares en un lapso de uno a tres años; eso, preocupa a todo el mundo”.
Aunque Teherán insiste en que su programa nuclear es pacífico y solo para la producción de electricidad (“las reservas de petróleo no son eternas”), no cabe duda de que EEUU sospecha que dicho programa esconde la intención de construir una bomba nuclear; la administración de Obama está a favor de la vía diplomática pero si ésta falla ya veremos que pasará.
Según el propio Robert Gates, “Estados Unidos no usará o amenazará con usar armas nucleares contra países que no posean este tipo de armas y, formando parte del Tratado de No Proliferación Nuclear, cumplan con las obligaciones recogidas en el mismo”. La nueva estrategia nuclear estadounidense implica que el país no desarrollará nuevas ojivas nucleares, y ampliará la vida de los componentes nucleares existentes basándose en diseños previos, sin buscar nuevas capacidades militares en el área nuclear. Además, se ha previsto incrementar las inversiones en instalaciones y personal requeridos en el complejo de ojivas nucleares para garantizar la protección, seguridad y efectividad de largo plazo de su arsenal nuclear.
Por otro lado, Estados Unidos se ha comprometido asimismo a no realizar más ensayos nucleares, y avanzar hacia la ratificación y puesta en marcha de un tratado internacional de prohibición total de los mismos. No obstante, la administración de Barack Obama ha reiterado la imposibilidad de un desarme completo, y tampoco no llegó a ofrecer garantías de que el país no usará primero armas nucleares contra países que amenacen la seguridad de Estados Unidos o de sus socios, aunque ha dicho que limitará dichas acciones “a casos extremos”. Obama aseguró que "mientras existan armas nucleares, Estados Unidos mantendrá arsenales que permitan asegurar la seguridad del país y de sus aliados mediante una estrategia de disuasión, y que es de vital importancia que las naciones cumplan sus obligaciones con el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT)”.
Gates también advirtió también que "si algún país usa armas químicas o biológicas contra Estados Unidos o sus aliados, se enfrenta a la perspectiva de una respuesta militar convencional devastadora", y añadió que, de acuerdo con esta nueva estrategia, el "único propósito" de la existencia de armas nucleares estadounidenses es desalentar un ataque nuclear contra el país o contra sus aliados.
De momento muchos miembros del famoso Club Bilderberg, tras su última reunión en Sitges (Barcelona), se mostraron a favor de los ataques aéreos de EE.UU. contra Irán y prácticamente partidarios de una inclinación hacia la guerra. Una intervención militar en Irán supone debilitar a otro país musulmán enemigo, asegurar el suministro de petróleo a Occidente así como el enriquecimiento de sus compañias multinacionales, dar salida económica a su industria armentística, probar nuevas armas y sofisticados sistemas, ganar millones de dólares en la reconstruicción de un país devastado por los ataques e instaurar un gobierno títere de Washington. El ambiente ya está caldeado, sólo falta crear el detonante que encienda la mecha de la guerra. Pakistán también tiene todos los números bélicos por cobijar parte del terrorismo radical. Cuestión de circunstancias idóneas y tiempo.
Comandantes militares israelíes creen que los ataques convencionales ya no pueden ser suficientes para aniquilar las cada vez mejor defendidas instalaciones de enriquecimiento de uranio iraní. Varias de éstas se han construido de hormigón y roca por debajo de los 70 pies por lo menos. Los funcionarios israelíes y estadounidenses han reunido en varias ocasiones a considerar una acción militar. Algunos analistas advirtieron que la represalia iraní para tal ataque podría oscilar entre la interrupción de los suministros de petróleo a Occidente a los ataques terroristas contra objetivos judíos en todo el mundo. Los militares israelíes creen que la destrucción de los emplazamientos nucleares iraníes retrasaría el programa nuclear iraní indefinidamente y evitaría el hecho de tener que vivir con el temor de un "Segundo Holocausto".
No cabe duda de que al margen de su posible utilidad pacífica, la energía nuclear pone los pelos de punta. Mientras por la razón que fuera, exista una sola posibilidad de que algún loco o locos puedan pulsar el “fatídico botón”, siempre viviremos con el miedo de ser volatizados por un gigantesco hongo termonuclear de insalvables consecuencias.
"La estirpe humana no es más que un sustrato químico en un planeta pequeño, orbitando alrededor de una estrella mediana, en los suburbios de una galaxia del centenar de miles de millones que existen” (Stephen Hawking). “Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre … Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos”. (Carl Sagan).