Que los ciudadanos no puedan pagar sus hipotecas, llenar sus carritos de compra o simplemente poder disfrutar de unas merecidas vacaciones, importa un carajo. Mientras haya personajes a quienes se les permita colocar sus morros grasientos en las suculentas tetas económicas de un país, importa otro carajo. Mientras los currantes tengan que pagarse el metro cada día y a otros les coloquen a la puerta un Audi full equip para realizar sus paseos “profesionales”, importa un carajo. Mientras los trabajadores tengan que traerse a diario la fiambrera y calentarla en el microondas de la oficina o comer el bocata en la fábrica, importa un carajo; mientras a los vips les paguen comilonas con vinos de Reserva en los restaurantes de moda, importa un carajo, podríamos seguir pero el resto de ejemplos ya los podéis imaginar porque simplemente es cuestión de observar y leer.
Cuando dedicas un poco de tu tiempo a saber que hacen los de “arriba”, concluyes …. todo esto es una patraña y un chollazo; patraña para los que están condenados a ver como los buitres se zampan el festín mientras el resto debe contentarse con los despojos.; chollazo para aquellos que desde sus tronos de lujo se auto contemplan el crecimiento enorme de sus panzas y bolsillos.
Hace pocos días escribí un blog sobre esto; sobre los sueldazos de los peces gordos y demás especimenes de la farándula polítiquera, empresarial y banquera que rige este país, así como la poca vergüenza que tienen estos individuos en seguir cobrando sus abultados emulentos, comisiones, dietas y gastos diversos, mientras el resto de ciudadanos viven con el agua hasta el cuello; no solo eso si no que además estos individuos tienen la suficiente jeta de pedir que se congelen los salarios de los ciudadanos y otros derechos sociales. Es más tienen tanta caradura e hipocresía que cuando los pillan en alguna fechoría sonríen como si fueran inmaculados ángelitos venidos de los cielos. Eso demuestra su culpabilidad, como aquel jugador de fútbol que arrea un patadón de escándalo a otro jugador y cuando le muestran la tarjeta éste levanta las manos como diciendo yo no he sido, no le he hecho nada. Pocas veces uno reconoce sus errores, y en política prácticamente nadie tiene la valentía de asumir sus idas de pelota, sus abusos o cagadas. Tienen la desfachatez de proseguir en sus cargos y solo presentan su dimisión cuando se han agotado ya todas las posibilidades de escape.
Pero como dice el viejo refrán, siempre hay una brizna de luz en la inmensa oscuridad que nos aplasta e ignora. Por suerte y desgraciadamente sólo de vez en cuando, surge una esperanza, brota una flor en medio del desierto que te hace sentir orgulloso de ser humano. Cuando detienes tu paso crítico de la realidad y lees que sale alguien honesto y solidario destaca del resto de alacranes, piensas ….. ¿Es un sueño? ¿Es genética de lo inédito? o simplemente ... ¿es el verdadero espíritu renaciente de lo que debería ser alguien que ostenta el poder?
Dalia Grybauskaite (foto), guapa, elegante, con mirada limpia y sincera, es la primera mujer que ha ganado las elecciones presidenciales de Lituania, y un claro ejemplo de cómo deberían actuar el resto de políticos, empresarios y banqueros de todo el mundo ya que según ella, “todos debemos ahorrar dinero y el esfuerzo empieza por uno mismo”. De los 90.360 € anuales (7.530 € al mes) que debería cobrar por su cargo como presidente de la nación, esta increíble mujer ha decidido cobrar tan solo la mitad de su nómina, es decir, 45.180 € anuales, una cifra que equivale a un sueldo mensual de 3.765 €, menos de lo que cobra un juez en España (unos 5.000 € aprox).
Dalia Grybauskaite, apodadada la Dama de Hierro báltica, anunció que "puedo y quiero utilizar mi experiencia, mis conocimientos y mis capacidades para expulsar las sombras de la vida política y económica en Lituania y para crear un Estado de ciudadanos". La lucha contra los oligarcas y los monopolios es uno de los principales puntos de su programa.
Esta noble y solidaria actitud es impensable en la piel del toro así como en otros países. No me imagino al señor Francisco Camps, president de la Generalitat de Valencia, regalando de su bolsillo trajes por valor de 35.000 € a los sin techo que deambulan por la noche Che; tampoco me imagino a los parlamentarios británicos pagando de su cuenta propia los pañales de los hijos de las familias pobres de su país, o pagando las hipotecas que mucha gente no puede cubrir, o incluso comprando la comida para la gran cantidad de perros abandonados que se pasean por las calles de Londres. No me imagino a la señora Grybauskaite yendo de cacería de venados con los altos magistrados de justicia de su país para tramar estrategias contra la oposición. No me imagino al presidente de la Generalitat catalana, al alcalde de Madrid, al presidente del Grupo Santander, al director general de Telefónica, a su majestad el Rey, al presidente de Rusia, o al gerente de General Motors, por poner unos ejemplos, reducirse el sueldo a la mitad para poder entregar esos ahorros a la gente pobre que lo necesita, a los millones de enfermos que no pueden pagarse medicinas o tratamientos, a los millones de niños que mueren de hambre, etc, etc, etc. Ellos siguen viviendo en sus lujos y abundancias, ahorrando e invirtiendo en negocios de todo tipo para ver crecer sus fortunas inverosímiles. Y lo más grave .... es que encima hacen mal su trabajo.
Cierto es que el mundo podría ser mejor pero no lo es. Cierto es que podría erradicarse gran parte de la enfermedad y pobreza en el mundo pero no interesa. Cierto es que podría educarse mejor, que las personas fuesen más felices, pero eso no es rentable. Nuestra vida es una vergüenza porque permitimos que sea así, los lobos merodean cerca porque hay muchos corderos dispuestos a morir en sus fauces. Los poderosos están arriba porque alguien les construye las escaleras, sin ellas la cima es inalcanzable. Sin embargo, lo malo no es estar arriba y ver el mundo como un pájaro, lo malo es creerse Dios y ver al resto como hormigas, como simples puntitos fácilmente aplastables; lo malo es no usar las capacidades de vuelo para estar allí donde mas falta hacen y solventar los problemas que perjudican al resto. Cuando estás por encima de algo debes ser capaz de dar, de colaborar, de comprender, de solidarizarte y de sacrificarte por los demás, por las causas que defiendes y representas, porque para eso eres lo que eres y lo que han querido que seas, si no eres capaz de eso es que realmente no mereces estar donde estás y mejor irte para no para convertirte en un depredador más de bolsillos. Basta de patrañas y chollazos, exijamos a los políticos, empresarios y banqueros, honestidad, transparencia y buen trabajo profesional.
Saludos.-