Las cruces corresponden a las 137 criaturas, víctimas del régimen de Ceaucescu,
abandonadas en el orfanato de Cighid.
abandonadas en el orfanato de Cighid.
Uno de los niños de Cighid. Fotograma perteneciente al documental de "Spiegel TV"
A medida que
avanzamos en el tiempo, el mundo debería mejorar en todos los sentidos, sin
embargo, cuesta comprender como la historia de la Humanidad es un cúmulo de
sufrimiento para muchos seres vivos. El progreso ha facilitado muchas
conquistas pero se ha olvidado de esa parte oscura que vive como una sombra
paralela en nuestras culturas. Los abusos a niños y personas ha ocurrido
siempre, en todas las épocas y países del mundo, una realidad que sigue
ocurriendo mientras otra vive ajena a este drama. Esto no significa que haya
países malos, grandes avances y proyectos se desarrollan para ayudar a los
niños con problemas. Son ciertas personas e ideologías quienes manchan la Humanidad no el conjunto de un país.
KarlFM
Cighid es el
nombre de un centro de niños con discapacidad situado en Ghiorac, distrito de
Bihor, Rumania. El centro está
ubicado en un antiguo castillo que perteneció al conde húngaro Tisza. Este orfanato se hizo famoso
durante el comunismo rumano por ser cuna infernal de numerosos niños
abandonados (…) Gracias a la dedicación de un pastor protestante alemán, K. H. Pelican, quien inmediatamente
después de caer el régimen socialista de Nikolai
Ceaucescu (1990) coordinó los donativos y ayudas para la renovación del
centro.
Unos 107
niños pudieron sobrevivir a este infierno, olvidándose de haber vivido durante
mucho tiempo sobre sus propios excrementos a la espera de su muerte.
Actualmente unos 15 niños y
adolescentes van a la escuela, las paredes del centro, llenas de grietas, han
sido renovadas y decoradas con pinturas naif;
también se han renovado los suelos, se han construido 10 servicios (antes sólo
había dos), así como duchas con agua caliente. Donde antes olía a muerto y excrementos hoy en día se respira aire
fresco (…) Los orfanatos eran de tres tipos: los niños guapos y listos eran
destinados al orfanato Oradea -una
de las ciudades más prósperas de Rumania- el más limpio y cuidado; los menos
favorecidos, a orfanatos rurales; y los llamados "irrecuperables", niños con daños físicos o psicológicos, que
necesitaban mayor ayuda, iban a Cighid.
En los alrededores, se conocía a este último como el pequeño Auschwitz. Cighid
se convirtió en el símbolo del exterminio infantil. La muerte de los niños
se daba debido a problemas de subnutricion, hipotermia, falta de higiene y a
otras enfermedades raras…”
Todo ello formó parte de los planes
del sistema socialista rumano. “Más de dos millones de niños nacieron
concebidos por orden de Ceaucescu en el plazo de tres años. Miles de ellos
fueron abandonados mientras unas 10.000 mujeres fallecían a consecuencia de
abortos clandestinos. En los tres primeros años de aplicación del llamado Decreto 770, nacieron dos millones de
niños. Muchos queridos, pero otros tantos no deseados o incluso aborrecidos,
con la trágica consecuencia de que miles de ellos fueron abandonados a su
suerte. La mayoría de las familias rumanas de entonces eran demasiado pobres
como para soñar con sostener a cuatro o cinco hijos..."
Estos niños abandonados terminaron viviendo en las cloacas de las grandes
ciudades o fueron recluidos en orfanatos insalubres donde crecieron en condiciones
inhumanas. En aquellos tristes establecimientos vivían afectados por las más
variopintas enfermedades, el sida entre ellas.
"...A la caída del régimen en 1989,
Rumanía registraba la tasa de mortandad infantil más elevada de Europa. Pero sus consecuencias se encuentran aún
presentes. En 2004, según Unicef, en Rumanía fueron abandonados 4.000 recién
nacidos, un 1,8 por ciento del total. Fenómeno que se considera consecuencia de
la persistente falta de educación social y sexual, y de las pobreza que aún
aflige al país. Hoy en día hay aún 40.000 niños en los orfanatos; y desde 1989
otros 30.000 han sido dados en adopción”.
Fuente: http://elpais.com/diario/1995/04/05/sociedad/797032807_850215.html
“Se otorgaron medallas de Madre Heroica a las mujeres que tuvieran
más de 10 hijos, de Gloria Maternal a
las que tuvieran de siete a nueve y la Medalla
de la Maternidad a las madres de cinco a siete hijos. Las milicias del
régimen se encargaban de vigilar los embarazos para evitar abortos clandestinos
y, si se daban, de identificar y castigar a las infractoras. Las únicas
excepciones eran las mujeres con más de 4 hijos, con más de 45 años o las que
tenían cierta posición en el partido”.
En 1990 la televisión alemana Spiegel
TV presentó un especial sobre los horrores de Cighid.
Agradecimientos a
Este reportaje está dedicado al lector anónimo que solicitó que se
escribiera sobre Cighid, idea que agradezco profundamente sobretodo a todos
estos niños y personas que tan injustamente sufren las consecuencias de la
maldad humana.