Muerto el llamado socialismo
real en los países soviéticos, el capitalismo se ha arraigado como
único sistema de producción y reproducción económica bajo cuya influencia ha
quedado controlada toda emotividad humana, expansión, estabilidad y retroceso
en el mundo, enarbolando como bandera, un supuesto libre albedrío que ha
impuesto la dinámica de los máximos beneficios en casi todas sus áreas de
influencia. A través de su lógica interna, se ha generado una transformación
constante del estado de las cosas, con la consiguiente quiebra de las
relaciones humanas, dejando a su paso
individualismo, desigualdades, crisis y desolación. Son tiempos muy
convulsivos, al borde de conflictos mundiales muy graves, donde la fuerza de
los contrarios se ha roto primando todos tipo de malas artes sobre el
razonamiento, la sensibilidad y el sentido común
El mundo parece dispuesto a dislocarnos; manipulación, desinformación, propaganda
política, publicidad engañosa, polémica, educación dirigida, consumo inducido, pérdida de valores... nos envuelven con su manto de púas y nos encierran dentro
de un mundo lleno de interrogantes e influencias. Conceptos como la unidad, el
solidarismo, la honestidad, el saber hacer, el humanismo en general, han caído
en el saco del olvido. La Humanidad parece encaminarse hacia un futuro
incierto: fragmentación, mercantilismo, dominio, control social, donde las
personas son valoradas como porcentajes, rentabilidad o consumo, tejiendo un
entorno estructurado que ahoga cada vez más la vida de nuestra sociedad. ¿Hasta
que punto el corazón
social soportará esta asfixiante presión? Los medios de comunicación
deberían ser, en muchas ocasiones, la fuerza colateral que ayudase a reducir
esta sofocante presión y constituirse
como un aliado a los cambios frente a la pérdida de esperanzas.
Tenemos exceso de muchas cosas, vivimos
en nubes de artificio, en globos de información alterada, contradictoria e
interesada en muchos sentidos; su finalidad, salvo contadas
excepciones, evita la transparencia, reconduce las ideologías hacia
formas de pensamiento único en
lugar del pensamiento crítico, obligando a los ciudadanos a un análisis
constante de contrastación, a fin de evitar una completa
desinformación y caer en las redes del completo control social. Este vídeo nos aporta una visión de como nos educan para encajar dentro de un sistema donde la vida parece estar condicionada desde el mismo instante que nacemos.
AGRADECIMIENTOS A