Daniel Ellsberg, actualmente
Daniel Ellsberg, en los años 70
Hay muchos
documentales que hablan de asuntos polémicos, reflexiones en torno a nuestro
planeta y sistema de vida, de gobiernos a la sombra, de conspiraciones, alternativas
de futuro, extraterrestres, illuminatis y otras sociedades secretas, pero ¿qué
hay de cierto en todo ellos? ¿Cuáles son los que tratan los temas de forma
inteligente, objetiva y con realismo, alejándose de las ideologías encubiertas, de lo extravagante o falso que tan solo buscan reconvertir a los ilusos en nuevos adeptos para divulgar sus fines? Es muy difícil averiguar
la verdad al respecto, pero hay una cosa infalible, y es reflexionar y
usar el sentido común; es así como de desvela la verdad de la falsedad, la objetividad de la subjetividad, de lo realmente libre o lo hábilmente engañoso.
No cabe duda de que todo es
posible, si nuestra civilización se ha sustentado en mitos y creencias acerca
de un Dios todopoderoso, cualquier cosa, por fantástica que nos parezca, puede
ser posible. De nada sirve creer en la Vírgen e ir a la iglesia y luego despreciar la existencia de vida
extraterrestre o negar que, posiblemente, nuestra Humanidad fuese creada por "dioses"
venidos de otra galaxia. Tampoco es válido
creer en los políticos y no dar crédito a que simplemente son títeres de invisibles manos que mueven los hilos del mundo y el destino de las personas.
El mundo, el universo, son puros enigmas y nadie, aunque se acerque mucho a ellos, está en la posesión absoluta de la verdad, nadie tiene la clave de todos los enigmas que circundan la vida de los seres humanos. Todo es tan
complejo que es factible de ser distorsionado, desacreditado o silenciado.
Pero ante tales circunstancias, la mente se alza como único
organismo capaz de desenmarañar toda la trama que envuelve a la sociedad, al
ser humano y a su historia. Este documental es una aportación real al más al libre
pensamiento, a una reflexión profunda de que las cosas muchas veces no son lo
que desde el poder intentan hacernos creer y que en otra esfera existe realidades
ocultas que, de saberse públiocamente, otro gallo cantaría, porque harían tambalear el crédito y los cimientos del poder y la sociedad tal como está hoy en día cimentada.
El poder es un monstruo que se autoalimenta de su propia mentira, y el control
de las cosas es su meta sin fronteras; a veces solemos olvidar que que vivimos de las propias falsedades que permitimos.
Durante los últimos cuarenta años,
los gobiernos de todo el mundo, no sólo el de Estados Unidos, han engañado a
sus ciudadanos, eso es algo que forma parte de su agenda diaria, de su modus operandi. Mentir forma parte de su juego y encubre sus verdaderos intereses; las guerras son, conjuntamente con otras actividades y sistemas financieros, trampas que manejan según sus objetivos. Pero el de Estados Unidos no es el peor. Ojalá muchos países
tuvieran la ley de libertad de acceso a la información que allá ordena , pasado
un tiempo, desclasificar y hacer públicos numerosos documentos.
Desafortunadamente, esa ley no ha sido suficiente para modificar su política
externa ni su política interna. La guerra en Irak, basada en una vil mentira,
es la mejor prueba de ello, y, probablemente, habrá otras. Algunos ciudadanos, decepcionados
e impotentes, han sucumbido, en todo el mundo, a su propio cinismo. Su
conclusión es que los gobiernos son corruptos pero nada hacen al respecto. Esta
actitud los hace proclives a aceptar lo inaceptable; aceptar servir a un
gobierno basado en los engaños.
KarlFM.-
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Daniel Ellsberg supo de una trama
secreta de decisiones erróneas y mentiras intencionadas que abarcaban las
administraciones de cinco presidentes. Enfrentado a un dilema Ellsberg
fotocopió 7.000 páginas de documentos reservados y los envió al New York Times
y al Washington Post; lo hizo convencido de que la opinión pública debía saber
lo que ocurría para frenar el tipo de acciones que provocaban muertes y
sufrimiento a muchas personas. Cuando se publicaron los llamados Papeles del
Pentágono (oficialmente conocidas como United States-Vietnam Relations,
1945-1967: A Study Prepared by the Department of Defense) en el año 1971, el
mundo supo del doble discurso que sostenía una cosa mientras en las acciones se
obraba diferente. El informe mostraba que la guerra estaba empantanada y tenía
otros fines diferentes al discurso oficial. La reacción del gobierno norteamericano
fue detener la publicación e iniciar una persecución salvaje contra Ellsberg Los
medios reaccionaron iniciando un juicio por el derecho a publicar y, en un
fallo histórico, la Corte Suprema ordenó que se reanudara la publicación. Desde
la clandestinidad, Ellsberg siguió enviando información. Su valentía permitió
que se produjeran hechos que finalmente terminaron una guerra y ayudó a
fortalecer la democracia. Según Tom Wells, autor de la biografía de Ellsberg
titulada Wild Man (New York: Palgrave Macmillan, 2001), el gobierno consideró
que Ellsberg era un traidor y Henry Kissinger lo calificó como "el hombre
más peligroso de América". Esta es su historia.
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