Probablemente ciertas mentalidades puedan encontrar estas imágenes como chocantes, perversas incluso de mal gusto por mostrar desnudos o interacciones algo inusuales, pero el arte -como siempre he defendido- no tiene fronteras si está conceptuado con esa intención; y es que no veo la diferencia entre la Venus de Botticcelli -un desnudo mostrado a los cuatro vientos en los libros de texto de las escuelas o en los principales museos del mundo- que las imágenes de este ruso transgresor que intenta dar su nueva visión del arte glamour surrealista. Si alguien piensa que esas imágenes son ofensivas quizás debería acudir a un pisicólogo y hacerse revisar que esconde realmente su inconsciente. El ansia de reprimir siempre esconde una perversa mentalidad por cortar aquello que es natural y placentero. El arte, cuando va vestido de gala no encaja en las valoraciones morales.
El desnudo siempre ha sido un lenguaje rompedor en pugna con los dogmas dominantes de la época, unas veces más permisivos y en otros más represores. Jamás entenderé ese peculiar sistema por censurar aquello que naturalmente poseemos y que además es musa de las más grandes obras de arte de la historia de la civilización. Quizá deberíamos recordar que curiosamente cuando nacemos lo hacemos desnudos y sólo posteriormente sobreviene la vergüenza y el deseo de censurar.
Rusia es de las pocas naciones en el mundo que han sufrido dos fuertes conmociones sociales, políticas y culturales que han transformado sus cimientos de raiz; cuando estudias un poco su evolución comprendes esas drásticas roturas y posteriores transformaciones; Rusia es un país diferente. ¿Qué ha quedado de toda aquella revolución ideológica, de esa transformacion zarista y posterior nacimiento y caída soviética?
Sergei Bizjaev, trata la imagen bajo el prisma del glamour, entendido este como una seducción directa de los conceptos que deambulan por el inconsciente de los sujetos; esa necesidad de liberación, consecuencia de una lucha contra los mecanismos represivos de defensa que afloran a la superficie en forma de símbolos a descifrar. La mujer es la variable dominante, símbolo de la creación, de la unión, de la esperanza, a veces sometida por el poder de la dominancia, otras veces etérea como el aire que se libera puro como un ángel envuelto entre purezas para dejar acto de su influencia. Os dejo pues con estas maravillosas imágenes llenas de simbolismos que obligan a abrir la cabeza para descubrir y descifrar valores que yacen ocultos en los inconscientes humanos.
El desnudo siempre ha sido un lenguaje rompedor en pugna con los dogmas dominantes de la época, unas veces más permisivos y en otros más represores. Jamás entenderé ese peculiar sistema por censurar aquello que naturalmente poseemos y que además es musa de las más grandes obras de arte de la historia de la civilización. Quizá deberíamos recordar que curiosamente cuando nacemos lo hacemos desnudos y sólo posteriormente sobreviene la vergüenza y el deseo de censurar.
Rusia es de las pocas naciones en el mundo que han sufrido dos fuertes conmociones sociales, políticas y culturales que han transformado sus cimientos de raiz; cuando estudias un poco su evolución comprendes esas drásticas roturas y posteriores transformaciones; Rusia es un país diferente. ¿Qué ha quedado de toda aquella revolución ideológica, de esa transformacion zarista y posterior nacimiento y caída soviética?
Sergei Bizjaev, trata la imagen bajo el prisma del glamour, entendido este como una seducción directa de los conceptos que deambulan por el inconsciente de los sujetos; esa necesidad de liberación, consecuencia de una lucha contra los mecanismos represivos de defensa que afloran a la superficie en forma de símbolos a descifrar. La mujer es la variable dominante, símbolo de la creación, de la unión, de la esperanza, a veces sometida por el poder de la dominancia, otras veces etérea como el aire que se libera puro como un ángel envuelto entre purezas para dejar acto de su influencia. Os dejo pues con estas maravillosas imágenes llenas de simbolismos que obligan a abrir la cabeza para descubrir y descifrar valores que yacen ocultos en los inconscientes humanos.
Karlfm.-
