La creación es una batalla y avanzar hacia el arte es como ir a la guerra
David Nal-Vad
Dicen que el negro es la ausencia más elegante de luz porque realza los contrastes, los brillos y las texturas. En las sociedades occidentales el negro es asociado a cosas negativas, porque básicamente se asocia a la oscuridad y a la muerte; sin embargo, en otros contextos y culturas, el negro puede simbolizar elementos positivos, como la fuerza, la magia, la nobleza, la elegancia e incluso creación. Entre las tribus Masai el negro se asocia con las nubes de lluvia, símbolo de la vida y prosperidad sobreviniente. En la moda occidental, el negro está considerado como un estilo noble y elegante.
El blanco, por su parte, y concretamente en este caso, se vuelve base de contrastes para ciertos colores tejiendo un entramado de elementos y cuarteados que denotan una geografía creativa de la erótica más salvaje. Blanco y negro son pues los dos polos que marcan el legado creativo que vemos en este trabajo.
Pero no vamos a hablar del negro y de sus peculiaridades como gama ausente de luz, ni del blanco con todos sus matices e implicaciones, sino de esta experiencia negra de corte afro que han proyectado artísticamente dos grandes íconos de la creación de vanguardia, me refiero al fotógrafo Denis Rouvre y el pintor y escultor francés David Nal-Vad.
Inspirados ambos en los rituales y costumbres africanas más ancestrales, han tomado como base el negro para elaborar una sofisticada aplicación de pinturas y texturas cuarteadas sobre el desnudo cuerpo de sus modelos que, conjuntamente con las poses y expresiones de fuerte impacto, dan como resultado, una cosmogonía totémica salvaje que nos transporta a esos lejanos mundos de las selvas y sabanas africanas.
Co-incidence, así han llamado ambos artistas a su proyecto, es un estudio gráfico en negro donde el color es el toque de distinción, la nota que define la globalidad oscura de la vida y el drama. En algunas de las obras, los fondos logran mimetizarse con el principal objeto para yuxtaponer un todo cromático a modo de única sinfonía. No hace falta dar discursos críticos porque cada cual extrapolará lo que sus ojos sean capaces de ver, lo que su sensibilidad pueda sentir y su cabeza capaz de esgrimar.
Saludos.-
