El que no se atreve a ser inteligente se hace político.

Enrique Jardiel Poncela
Escritor español.

No me gusta hablar ni escribir sobre política, porque la política es una patraña, pero a veces, no hay más remedio que hacerlo; la política es un medio para vivir del cuento y engañar a la gente y lo peor de todo es que encima todos mantenemos ese absurdo sistema. Tampoco me gustan los políticos, esos engomados tipos con traje y corbata que cuestan una buena tajada y se creen generalifes pero no saben ni siquiera empuñar una verdad creíble ni tan siquiera ganar batallas. Actualmente vivimos en un país plagado de chupópteros, crápulas, caraduras, jetas, aprovechados y sinvergüenzas, toda una fauna surgida quien sabe de dónde pero con unas terribles ansias por devorar la suculenta leche que emana de la vaca hispana. Como dice la serie …. Sin ttas no hay paraíso. Y lo más cínico del cuento es que nadie es culpable, a ellos los billetes les caen solos, al resto les vuela de los bolsillos, si quedan; tengo pues la sensación de vivir en un país más consecuencia de una broma que de una gestión inteligente.

No me parece ni ético ni coherente que los que manejan las riendas del país (todos los ambitos) se gasten barbaridades en viajes, salarios, dietas, comisiones, favores, regalos, comilonas, trajes, vehículos de alta gama, etc., mientras la economía, el trabajo, los salarios y bienestar general de los españoles, están por los suelos. No es normal que el gobernador del Banco de España pida el despido libre sin indemnización a los trabajadores cuando este señor cobra un súper pastón y posee además un contrato laboral hiper blindado. Es patético ver quien pretende gobernar este país desde la oposición, está salpicado de espionajes, contraespionajes, corrupciones y toda clase de martingalas y luchas de poder. Es de escándalo ver como ayuntamientos y organismos oficiales se dedican a llenar sus bolsillos a base de recaudaciones elevadísimas a las empresas y ciudadanos mientras el país roza la penuria y la dejadez servicial y de infraestructuras.

Cada vez que veo las noticias una especie de picor alérgico se apodera de mi cuerpo, mi cabeza zarandea y los huesos me crispean como palomitas de maíz entre los dientes de un algún escualo de alto tonelaje; da igual la camisa que lleven estos tipejos, roja, azul, verde o a rayas, todos huelen el mismo tufo y salen del mismo caldero, cobrando encima como si obras de arte fuesen. Como dijo en cierta ocasión el político y periodista francés Georges Benjamin Clemenceau, “Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra”.

A juzgar por sus frutos, los políticos españoles que han ido gestionado la democracia de este país han cosechado un saco de fracasos. La España que se dice democrática ocupa hoy en dia los primeros puestos europeos en mala calidad de la enseñanza, fracaso escolar, divorcios, destrucción de empleo, abortos per cápita, consumo de drogas, prostitución e incremento de la inseguridad ciudadana y de la delincuencia, desempleo, caida de las infraestructuras, salarios bajísimos, precariedad laboral, carencia de valores, caida de empresas, justicia lenta y obsoleta, desmotivación, precios de alimentos, transportes y vivienda inaccesibles, caída del consumo, la morosidad, etc. Vivir en España ya no es un chollo, solo nos queda la buena cocina porque incluso el turismo está de decadencia y el clima se está agrietando.

Hay otros capítulos, tan vergonzosos que ni siquiera se someten a estadísticas, seguramente porque no le conviene al poder, en los que España también ocuparía la cabeza del ranking europeo. Nos referimos a factores como el número de ciudadanos que caen en la pobreza, la pérdida de los grandes valores, la insolidaridad, la arrogancia del poder, el sometimiento de la Justicia al poder político, el hundimiento de la calidad de la democracia, el deterioro de la convivencia, la crispación en la vida política, el control gubernamental de los medios de comunicación, la marginación política del ciudadano, el desprecio ciudadano a los políticos, el desprestigio de la clase gobernante, la hipertrofia del Estado, el despilfarro de dinero por parte del poder, la creciente distancia entre ricos y pobres, la desigualdad y la corrupción.

Los políticos españoles, para vergüenza de esa clase dirigente, aparecen ya en las encuestas entre los diez mayores problemas de la nación. En los sondeos, los partidos políticos figuran como las instituciones más corruptas, por delante, incluso, de la policía. Si hablamos de lo que cobran es yq para moririse, Los sueldos de los políticos varían mucho dependiendo del cargo e incluso de la comunidad autónoma para la que trabajen. Por ejemplo, ¿sabía que Gallardón gana más que Zapatero?

Los presidentes de la Generalitat catalana, de la Comunidad de Madrid y del País Vasco, junto con los dirigentes de varias diputaciones catalanas y los alcaldes de Barcelona, Madrid y Bilbao se sitúan los mandatarios locales mejor retribuidos. Veamos algunos ejemplos.

Alcalde de Barcelona, Jordi Hereu 177.398 euros (casi 15.000 euros al mes)
Presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla 164.043,54 euros
Presidente de la Diputación de Barcelona, Celestino Corbacho 144.200 euros
Presidente de la Diputación de Lleida, Jaume Gilabert 108.220 euros
Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón 100.743 euros
Presidente País Vasco, Juan José Ibarretxe 99.574 euros
Presidente de la Diputación de Vizcaya, José Luis Bilbao 99.540 euros
Presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre 98.700 euros
Presidente de la Diputación de Girona, Enric Vilert 98.000 euros
Presidente de la Diputación de Palencia, Enrique Martín 97.339 euros
Presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy (no lo sé).
Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero unos 91.982 euros anuales (2008)

María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes percibieron 86.454,36 euros. Los presidentes del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Francisco Hernando, y la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, con una retribución idéntica anual de 146.342,58 euros para 2008. El sueldo del presidente del Tribunal de Cuentas, Ubaldo Nieto, y de los consejeros de esta institución ascenderá a 125.086,92 euros anuales en 2008, en tanto que los vocales del CGPJ percibirán 124.721,70 euros.

Para el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, el proyecto de cuentas públicas propone que cobre 125.097,72 euros al año, y que los presidentes de la Audiencia Nacional y los presidentes de Sala del Tribunal Supremo perciban 120.636,66 euros. Por debajo de estas cantidades se sitúan los emolumentos del presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, de 94.449,12 euros anuales, y del presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, de 86.454,36 euros. El presidente del Congreso de los Diputados Manuel Marin González tiene un sueldo de 181.106 euros anuales.

El presupuesto del Estado para la Casa del Rey en 2008 asciende a 8,66 millones, un 4,5% más que el gasto de 2007, según los Presupuestos. Este porcentaje es más que el doble del objetivo de inflación, del 2%, pero inferior al aumento del conjunto del gasto (6,7%). En los anteriores Presupuestos, los de 2007, el gasto asignado a la Zarzuela subió un 3%.

Y luego todos estos tipos hablan de justicia social, de recortes salariales a los ciudadanos que apenas llegan a los 1.000 euros mensuales, eso sin contar todos los que andan por debajo y no pueden ni siquiera pagar las hipotecas de un pisito. Si a todo ello le sumamos las comisiones que se adjudican, regalos que perciben, primas, dietas, gastos camuflados, y otras tantos negocios paralelos, las cifras se disparan. Mientras la gran mayoría de ciudadanos pasan graves problemas para llegar a fin de mes, estos tiparracos, no tienen otro calificativo, se forran los bolsillos injusta y dudosamente y lo peor de todo es que encima trabajan mal. Que vergüenza por Dios ….

KarlFM.-
Saludos.-