El mundo no es tan simple como parece, siempre hay que estar al loro, tener las antenas levantadas y rastrear la realidad para entender cómo se cuece el potaje de garbanzos. No todo lo que ves o crees saber es lo que parece ser. Las verdaderas causas de las cosas no se conocen porque están en manos de fuerzas que tampoco se dan a conocer. Desde las sombras es más seguro gestionar el control de la realidad y colocar al frente señuelos que parezcan ser los verdaderos culpables de las situaciones. Lo que pasa en el mundo no sucede por casualidad; detrás de los hechos siempre hay quienes se encargan de que éstos ocurran y que no se difundan, pero si lo hacen que sea bajo una forma enmascarada o irreconocible.
La verdad no interesa, la educación es una amenaza, la cultura un peligro, la rebeldía una actitud molesta que hay que erradicar, eso es uno de los principios del control social. La prensa libre es un mito porque los mass media son propiedad de los poderosos. El futuro de la sociedad es la esclavitud, la rotura y desintegración de toda posibilidad de libertad. La manipulación de la conducta es el medio sutil para doblegar cualquier grupo social. Para alcanzar esos objetivos no se recurre al castigo sino a la recompensa o intercambio, es decir, que la gente obtenga algo que quiere a cambio de renunciar a otra cosa que desea, como es el caso de la libertad.
Para obtener el completo sometimiento de la población se usa el reverso tenebroso del conocimiento, o sea usar todos aquellos descubrimientos que son útiles para romper la fortaleza psicológica del individuo y dejarlo sin defensas; por ejemplo, mantener un estado continuo de ansiedad interior, tener a la gente demasiado ocupada asegurando su propia supervivencia, que no dispongan de valores, desestructuración familiar, insuficiencia educativa, precariedad laboral, crecimiento cero, y una vez debilitado encauzarlo hacia dependencias diversas como el endeudamiento, consumismo, ociosidad, violencia, drogas, etc. Y es que la función principal de esa ingeniería de desestabilización personal, es mantener a los sujetos en un desequilibrio perpetuo, porque cuanto más idiotas mejor, mayor control y menos problemas; es como tener a la gente bajo el efecto de una drogadicción constante. A mí eso me aterra. ¿Y a ti?
Yo veo el futuro muy negro, y eso que siempre soy positivo, pero no un ilusonario; veo que el mundo sigue una tónica muy peligrosa y no veo ni el más mínimo atismo de resistencia; de momento, nadie es capaz de frenar esa involución dramática que abandera ese denominado NEW WORLD ORDER. Eso es aterrador, porque quiere decir que el sistema está minando toda reacción contraria de respuesta y lo está consiguiendo.
La destrucción paulatina del sistema educativo y la propagación de una “televisión basura” responde a una maniobra mundial para que los ciudadanos tengan cada vez menos inteligencia y menos capacidad de rebeldía. Eso forma parte de esa Globalización hacia un gobierno único mundial. Y para que eso sea aceptado la reeducación es paulatina y psicológicamente muy estudiada. Si la población juvenil no es capaz de recuperar su status de enfrentamiento y rebelión, nuestro mundo camina hacia una sociedad tecno represiva de la cual nadie escapará su control. Todas las previsiones imaginadas en la literatura de ficción, Un Mundo Feliz (Aldous Huxley), Fahrenheit 451 (Ray Bradbury), 1984 (George Orwell), La Fundación (Isaac Asimov), Matrix (Hermanos Wachowski), Soylent Green, etc, se verán de sobras cumplidas.
La tendencia natural de los jóvenes es ejercer de fuerza opositora a lo establecido, es la ley natural que mantiene candente los estados diversos de la vida; sin fuerzas opositadas la realidad social seria de una repetición del pasado, por tanto la juventud representa la esperanza al cambio y al progreso.
Muchos de nuestra generación aun tenemos en la genética interna ese torrente rebelde de la era de los 60 y 70, algo que puso en jaque al sistema y que a punto estuvo de acabar con él. Pero nunca hay que menospreciar el poder oculto del enemigo, el animal herido siempre tiene la garra a punto para salvar el pellejo. Cuanto más dañado más peligroso; eso es uno de los principios que nunca hay que olvidar del Arte de la Guerra.
La juventud representa el eslabón que tiene el sistema para llegar a producir ese doblegamiento hacia la sumisión total. Sin jóvenes que no cuestionan las normas, el sistema deambula libre como un delfín por los océanos. Es por ello que el sistema se vale de la industria y la tecnología para inducir a los jóvenes hacia aquello que más les seduce: marcas, nuevas tecnologías, moda, música, deportes, consumo, sexo, actividades ociosas, falsa independencia, enfrentamiento a los padres, pérdida de valores, etc. La Psicología ha establecido los caminos para llegar a descubrir que es lo que motiva a los jóvenes y el Marketing y la Publicidad ha utilizado esos descubrimientos para obtener sus objetivos: aborregar a la juventud, anular su capacidad de conciencia y revuelta y reconducirla hacia el zoo de las fieras controladas y dependientes.
La sociedad madura ya está domesticada, sumisa bajo el peso de la ley de la supervivencia; los maduros aman la comodidad y aceptan mantenerse en ella a costa de permanecer doblegados y actuar a modo de aviso para los jóvenes. Tienen miedo a perder los escasos logros que han tenido y que algunos todavía pagan; muchos adultos está hipotecados y esa es otra de las trampas que tiene el sistema para someter a las personas. Es la psicología del miedo de la inseguridad, la fobia a la pérdida. La tercera edad, sin embargo, a diferencia de los jóvenes, están ya en el final del proceso, no está para rebeldías, a duras penas pueden mantenerse en pie, las bajísimas pensiones son una herramienta útil al sistema para mantener a los abuelos sometidos y no dediquen su tiempo libre a “corromper” con ideales y sueño de libertad a sus nietos. Pero los jóvenes si representan el gran miedo, la fuerza que es capaz de dinamitar los cimientos del actual poder reinante. El poder de lo joven es ilimitado, poseen la fuerza, la energía, el idealismo, la ilusión, el deseo de hacer, de ser libres, de construir su propio mundo y su escala de valores; ven la vida desde otra perspectiva y son capaces fulminar lo existente para conseguir sus sueños. Eso es muy peligroso y hay que caparlo, rivaliza con los intereses del Poder ya que con los jóvenes detrás, los culos de los poderosos revientan a pedos y las pelotas se estrechan como canicas de cristal.
En efecto, la juventud actual está neutralizada. Si los jóvenes son hoy en día acríticos con el sistema es porque han llegado a mayores antes de ser jóvenes de verdad. Han sido brutalmente desahuciados, despojados de toda bandera, sueño e ideal. Para rematar la faena, el sistema ha cerrado las puertas a su independencia juvenil, a su libertad. Por eso hoy en día, para que un joven se pueda independizar, precisa de un sueldo mensual de 3000 euros y eso prácticamente ningún joven, incluso pocos adultos, puede ganarlo. Con esa precariedad se condena a la juventud a una forzada dependencia hacia el sistema. Jaque mate.
El poder corrompe y corrompe a quienes lo tienen. En estos momentos estamos ante un grave dilema y todo depende del camino que tomemos. O entramos en un estado policial electrónico global que jorobe todo el esfuerzo de muchas almas buenas o nos transformamos en seres humanos libres como consecuencia de una concienciación masiva frente a esa élite global que intenta apoderarse de los hilos conductores del mundo para unos fines que producen escalofríos.
Todas las cosas obedecen a las leyes de los contrarios y la vida y sus resultados están determinadas por la influencia e interacción de las fuerzas opuestas que se barajan en su núcleo. El conocimiento humano sirve para mejorar, pero desgraciadamente también puede usarse para destruir. Los descubrimientos sirven para avanzar y mejorar la sociedad pero también pueden llevarla a la dominación y a su declive. El conocimiento es un arma de doble filo, da de comer pero puede matar. Por tanto hay que incentivar que el conocimiento humano caiga en manos que sepan transformarlo en positividad. Es preciso entender por tanto que el conocimiento no se escapa a esa guerra de fuerzas enfrentadas y que todo depende de quien las maneja. La vida humana no tiene valor sin un conocimiento que ensalza, determina y motiva reacciones que conducen al conjunto humano hacia logros de equilibrio, justicia, estabilidad y progreso.
Nuestra obligación como humanos es decantar el balance de las fuerzas hacia el Bien y desterrar la oscuridad hacia la Nada. Los adultos tenemos la obligación de facilitar las variables que engendren las semillas de la fuerza y el cambio en los jóvenes, en esos nuevos valores que será capaces de evitar el declive de la Humanidad. Ningún emperador, ningún imperio, ningún gigantesco ejército, ninguna civilización, ha podido desafiar las fuerzas del balance y la lógica; la vida se basa en el consenso y no en el dominio y el exterminio. Todo aquello que tiende a destruir es engullido por si mismo. En el confín de alguna parte siempre existe una fuerza desconocida que vuelve a poner las cosas en su sitio, eliminando todo aquello que representa una amenaza y salvando todo aquello que rezuma vida. Es la ley de la supervivencia, es .... el sentido de la vida. y quizás ha llegado el momento de reinventar la sociedad.
Saludos.-