Una pregunta corta para una larga respuesta, quizás no la suficiente larga pero si profunda, que plantea conceptos y rescata verdades, evidencia tópicos y denuncia realidades, un vaivén de planteamientos que induce a la reflexión y a un nuevo replanteamiento de las relaciones humanas, especialmente esas tan atractivas, chocantes y, a veces incompresibles, relaciones entre el binómino mujer-hombre, el eterno dilema de las sociedades y su Historia.
Cuando uno nace y entra en el mundo, todo cambia; aquella seguridad gratificante en el seno materno se rompe y nos vemos sorprendidos en un nuevo universo que nos asusta y nos exige, dia a dia, nuevas cosas. A medida que crecemos, nos damos cuenta que la vida no es lo que parece, y que las personas son mundos desconocidos que, a veces, nos satisfacen y muchas nos aniquilan. El mundo es una gigantesca selva, donde todo tipo de animales están dispuestos a favorecer o complicarnos nuestra supervivencia por tanto, hay que aprender pués a deslizarse en este selvático paraje.
Aprender a ver la vida, a conocer las cosas que nos envuelven, que nos inquietan, el aprender a conocer a las personas con las que nos relacionamos, y más, a todas aquellas que elegimos para convivir, o para formar parte de nuestro circulo de amistades, es una tarea que todo ser humano deberia aprender desde las escuelas, la familia y el propio Estado, tres entidades supremas que deberían velar, ante todo, por educar a ciudadanos capaces de relacionarse positivamente entre si, porque de no hacerlo, la sociedad generará sujetos que vivirán ciegamente en un mundo incomprensible que traerá más problemas que beneficios; de hecho asi ocurre. Para empezar a convivir lo primero que debe aprenderse es la relación y diferencia que existe entre los dos seres básicos que componen la sociedad humana, a saber, hombre y mujer.
En la vida hay muchas cosas que encajan como anillo al dedo pero otras sin embargo precisan de ciertos ajustes para que engranen correctamente y cumplian sus funciones. Esas distintas cosas deben su existencia a su polo complementario, incluo a veces contrario y antagónico. Es el caso de muchos animales, vegetales, fenómenos de la naturaleza, etc. La existencia de uno presupone la existencia del otro pero la carencia de uno significa la muerte del contrario. Los ciclos y cadenas en los habitats naturales son un claro ejemplo de ello. Todo es lógico en ese reino natural excepto cuando entramos en el complejo reino de los humanos, entonces la diferencia sigue existiendo pero la lógica se desintegra y millones de dudas e injusticias saltan en pedazos.
Existen muchas teorias que confrontan la existencia original de los seres humanos, mitos, religiones, filosofias, ciencias, paraciencias, etc, sin embargo, ninguna de ellas, a pesar de haber invertido millones de esfuerzos y años en investigaciones y análisis, ha conseguido dar con la clave de por qué los humanos somos esa gran diferencia en el engranaje del sistema llamado Natural. Definamos unos cuantos conceptos.
Diferente es aquello por el cual una persona o cosa se distingue de otra. Ser diferentes y múltiples dentro de esa variedad nos hace más fuertes porque la diversidad constituye la base de la existencia humana. Pero esa diversidad debe encajar dentro de una colectividad para que asi se actue en conjunto y se llegue a una integración que permita una estabilidad.
Contrario sería lo opuesto a algo, no tiene porque ser malo pero puede llegar a serlo. A veces lo opuesto es vital para la manutención del equilibrio y la armonia (ejemplos: fuego-agua, tierra-aire, seco-húmedo, dulce-amargo, etc). El nacimiento es lo contrario y opuesto a la muerte pero ambos son necesarios para formar el espacio de vida.
Antagónico es cuando los elementos o individuos se repelan entre sí, incluso pueden llegar a enfrentarse y aniquilarse. El más claro ejemplo es el odio. Cuando se odia se maltrata, se mata. El mundo de las personas se destruye.
Complementarios es cuando dichos elementos se acoplan entre si para formar una fusión o integridad. Un ejemplo notorio seria mujer y hombre que, a pesar de ser diferentes están para complementarse, aunque a veces no se consiga.
Todo ese cúmulo de definiciones se dan cita en la vida de los humanos y las relaciones no se escapan de ello. Desde que nuestros abuelos se casaron, hasta nuestros padres, nosotros mismos e incluso los que tienen hijos adultos, hemos cambiado algunas cosas. Las parejas de hoy en dia han diluido muchos de esos viejos cánones y miedos que definian las relaciones amorosas de antes; a pesar de esta clara evolución social, hoy en dia muchas de las parejas aún no han encontrado el rol que las define según su condición de femeninidad o masculinidad: desgraciadamente en la actualidad se repiten ciertos esquemas que parecian superados puesto que se aun se espera que muchas partes contrarias regresen a ciertos roles antiguos.
La función de la pareja de antaño era el matrimonio y la finalidad de éste era puramente social y económica. Las mujeres no trabajaban y su única salida hacia un futuro seguro y estable era pasar por la vicaría con “un hombre de provecho”. La función de la mujer era llegar vírgen al matrimonio, contentar al marido en todo, cuidar del hogar y criar hijos. Ese era el patrón que se enseñaba desde el Estado, desde las instituciones religiosas, desde las casas y en las escuelas y pobre era la mujer que no cumplia esos requisitos. La mujer que mantenia relaciones sexuales fuera del matrimonio era considerada una "cualquiera" y despreciada por toda la sociedad y por sus propios padres. Incluso en ciertas etapas de nuestra Historia, el marido que sorprendia en la cama a su mujer con otro hombre tenia el derecho de matarla. En muchas culturas se ha repetido este patrón de maltrato hacia la mujer, un esquema que todavía sigue practicándose en ciertas culturas, en ciertos países a las “mujeres adúlteras” todavía se las apedrea, ahorca, o se las viola en grupo y luego de las mata a palos. Que duro es ser mujer ¡!!
Sin embargo, los hombres siempre han sido los grandes privilegiados de la Historia, podian tener montones de amantes, mantener “queridas” aún sabiéndolo la esposa y la sociedad, montar orgías, pegar a la mujer, humillarla incluso en público, renegar de ella; un hombre con muchas amantes era simbolo de poder, riqueza y prestigio y todo el mundo a callar, al revés era impensable. Por suerte todo eso ha desaparecido en parte aunque a tiempos actuales aun sigue habiendo coletazos de esas insanas costumbres en algunos paises, costumbres más propias de hombres que no merecen ser considerados como tales. Este tipo de hombres convierten las diferencias en antagonismos y destruyen toda esperanza de complementariedad, integración y equilibrio.
Por tanto, es tanto el daño histórico que se ha hecho a la condición de ser mujer y es tanta la sobrevaloración que se ha hecho de la masculinidad, que la relación de pareja entre masculino y femenino se ha deteriorado tanto que todavia a fecha de hoy es dificil encontrar un camino común que complementen, positivamente, las diferencias entre ambos sexos.
Dicen que una buena madre ayuda a entender el misterio entre mujer y hombre; esa famosa frase de que los “hombres nunca deben llorar” es el símbolo de una educación dónde a los hombres se les ha castrado su capacidad de sentir y por tanto de estar más cerca de la mujer. Cuando dejas de respetar lo femenino degradas tu capacidad de amar la vida y por ende todo símbolo materno. Cuando eres niño y entiendes lo que sienten las niñas es que esa parte contraria sientes que no es antagónica pero si complementaria. Como dice un viejo dicho, “si respetas a la madre, respetarás a la mujer de tus hijos y respetarás, en definitiva, a la propia vida”. Quizás por eso desde pequeño siempre he estado más cerca de la mujer que del hombre y no por reafirmacion de masculinidad, ni por deseo sexual, sino porque cerca de las mujeres siempre he sentido más esa complementariedad diferente que precisa mi existencia como persona.
Todo este mal endógeno que convive en nuestra sociedad, es parte de esa errónea concepcion que tenemos los humanos de los valores de la vida y la sociedad. Los seres humanos no son entidades antagónicas, no han visto la luz para aniquilarse mutuamente o jugar a los dominantes y sumisos; los seres humanos somos parte de la Naturaleza, de esa entente entre polaridades que deben complementarse. Es el concepto del Ying y del Yang, como dicen los chinos, o, como lo dirian los occidentales, sería la Teoria de los Contrarios y Complementarios.
Pero no nos engañemos, la realidad es otra y pinta de otro color; a pesar de ser parecidos, los humanos seguimos confrontados, a pesar de necesitarnos los unos a los otros, bien sea desde la cima, desde el medio o desde la base, da igual, seguimos enfrentados como imbéciles, y mientras eso siga, mal lo tenemos porque vamos contra la propia complentariedad que exige nuestra naturaleza y eso es innatural.
Dicen que las diferencias es algo que hace que la vida sea interesante, cierto, siempre y cuando esas diferencias se complementen en la construcción y no en la destrucción. En cuanto a la vida propiamente humana, esas diferencias no sólo existen en lo que concierme a los roles sociales o diversas ideologías de vida, las diferencias entre individuos de la misma especie incluso llegan a rozar ya las diferentes formas de entender el amor y el deseo. Hoy en dia muchos jóvenes prefieren mujeres mayores por ser más atractivas y profundas y muchas chicas jóvenes se sienten atraídas por la cultura y cierto prestigio de un hombre mayor. Una explicación biológica de esa tendenciaseria que las mujeres mayores y los hombres jóvenes se sienten atraídos fisicamente entre si porque ambos sexos se encuentran en un climax álgido de su produccion hormonal que, sin duda alguna, está ligada al deseo y éste conlleva al sexo. Las mujeres que prefieren la madurez masculina frente a ka juvenil quizás buscan esa seguridad y sentirse amadas, queridas, atendidas, valoradas, buscadas, deseadas, y de cierta manera: “necesitadas más que nada en el alma”. (Un claro ejemplo de ello lo ilustra la célebre película Lolita de Stanley Kubrick).
Hoy en dia ciertos tabues se han roto y las fronteras entre las edades se dilatan porque la sexualidad es un instinto animal que no se rige por normas morales y si en cambio por el deseo natural. La moralidad es algo que viene impuesto socialmente para cubrir intereses de todo tipo asi como disponer de un instrumento de control que permita cubrir intereses de todo tipo. “Controla los alimentos del cuerpo (sexo y comida) y tendrás el poder para controlar los pueblos”.
El sexo es una mágica y prohibida palabra de 4 letras que lleva de culo a los humanos desde que prácticamente aparecieron en la Tierra. Nadie sabe aún el por qué (hay estudios que estudian la casuística) pero asi es; de hecho, a fecha de hoy, todavia la gente sigue enfrascada bobamente cuando huele escándalos y morbos de corte sexual, es decir, rezuma asombro por todo aquello que rezuma sexo y más si se salta las reglas convencionales.
Yo creo que no hay raza más contradictoria que la humana. Ningùn ser vivo, excepto el que dice venir de los primates, es capaz de mutilarse sus propios instintos naturales en pos a ideologías controladas por quienes desean aun mantener a la sociedad sumisa en las carencias de libertades. Hay muchisima gente que todavía vive anclada en formaciones educativas y culturales de valores manipulados que les han facilitado los padres, la escuela y el Estado; son personas incapaces de poner en marcha el parabrisas para quitarse el agua que nubla su vista. Las personas tienen la obligación de evolucionar, de evaluar lo que les han enseñado para ver si es válido, obsoleto y mejorable. Nadie se puede contentar en lo aprendido por otros sin antes no pasarlo por la Turmix. Hay que depurar lo que te dan. La comodidad y la falta de inquietudes conllevan al anquilosamiento anímico que, a su vez, es transferido a nuestrros descendientes formando asi una larga cadena de invalores que hacen retroceder cualquier avance para mejorar la vida y la sociedad.
Hay una cosa clara y es que a los humanos nos encanta complicar las cosas aunque la Naturaleza nos haya dado instintos básicos que hay que satisfacer para mantener un metabolismo en equilibrio. Jamás he entendido esta insana mentalidad que considera el sexo pecado o algo sucio, como tampoco entra en mi cabeza el acto de humillar, maltratar, o violentar a una mujer. Sólo el ser humano es el responsable de sus actos.
Que una mujer mayor folle o ame a un hombre más joven o al revés no creo que eso influya en la capacidad de amar en más o en menos. La prueba es que cada vez hay una creciente escalada de separaciones y divorcios entre parejas de edades similares y en cambio un aumento muy considerable entre parejas con rangos bien diferenciados de edad. La gente precisa romper cadenas. Es noticia última en la prensa.
La sociedad es como un termómetro oculto que mide lo que se cuece en la gran olla social. Si la tendencia actual es que cada vez se emparejen más personas con diferentes edades es que algo pasa, algo está cambiando o algo no funcionaba bien según las reglas anteriores. Siempre lo he dicho, por más que intentemos cambiar el cauce de un rio, la Naturaleza siempre lo retorna a su estado primario. El ser humano precisa hacer sexo, ser libre, emparejarse a la edad adulta que quiera, eso no debe ser presa de cotilleos, críticas, señalamientos o injurias. No es malo que haya parejas entre mayores y jóvenes, por más que digan lo contrario, no es malo que la gente folle y cuanto mas mejor, lo malo es cuando alguien, desde alguna parte, manipula tu cabeza diciendo que eso si es malo y que por ello irás al infierno. Lo malo es cuando alguien, por detrás, te dice que las mujeres hay que doblegarlas porque incitan a la seducción y al pecado. Lo malo es dejarse comer el cerebro por toda esa patraña de mentiras que convierten a las parejas en un nido de infelicidades, de problemas y casos de violencia sexista que, dia a dia, son más numerosas en nuestra sociedad. Lo malo del sexo no es el sexo en si mismo sino las mentes que lo ensucian.
Debemos aprender, de una vez por todas, a ser diferentes del resto, empezando por nosotros mismos, educando ya, desde casa, a las generaciones futuras, nuestros hijos, para que la vida en pareja sea la unión complementaria que se precisa para ser coherente y cercano a la filosofia que dicta la propia Naturaleza, sin importarnos si una pareja es gay, lésbica, hetero, o al margen de las normas sociales que algunos “iluminados” deciden inventar; lo más importante es que exista un compromiso de complementariedad entre las partes implicadas. Crear dogmas, leyes, éticas es fácil, y más cuando desde el Poder se intenta imponer un esquema para que la gente siga como un rebaño hacia el redil esperado. La libertad es el don más preciado del ser humano y el primero que se pierde cuando entras en el sistema.
El concepto de pareja, de sexualidad es diferente en todas las partes de mundo y cambiante con el transcurso de las etapas históricas. Si todos somos parecidos ¿por qué se han creado tantas interpretaciones diferentes de una misma cosa? Según los estudios científicos, el ser humano se compone de cuatro dimensiones básicas, la física, la psicológica, la espiritual y, como no, la cultural, fruto de la experiencia y la formación; la fusión de todas esas dimensiones hace que el ser humano se convierta en una unidad dentro de la propia diversidad. Por tanto podemos afirmar con toda seguridad que en la diversidad de las cosas reside la fuerza de la vida.
La cultura siempre ha sido el motor de los avances humanos pero también se ha convertido en una poderosa arma para el control y adormecimiento social. No puedes dejar entrar todo aquello que intentan meterte en la cabeza, si no aprendes a diferenciar puedes llegar a tener problemas. Un concepto erróneo arruina una filosofia entera. Históricamente la Humanidad es una síntesis de abusos, injusticias, crímenes y escándalos en nombre de una defensa moral que ha convertido nuestra historia en una vergonzosa página de horrores y sangre. “No me hable de moralidades ilustrísima Santidad, cuando Usted es capaz de dejar morir de hambre a miles de personas mientras su Iglesia luce tesoros incalculables”. Todo aquello que mueve masas encierra minorías interesadas.
Tanto si es hombre o mujer, la vida debe permanecer al margen de los antagonismos, precisamente lo bello de ser mujer y hombre es que ambos llevan inscritos esa condición diversa en su totalidad como ser. La Naturaleza es inteligente, sabe que para sobrevivir precisa de esa diferenciación que da alternativas, por eso hace que los cerebros femeninos y masculinos no sean iguales. Por eso, a igualdad de coeficientes intelectuales, existen actividades que resuelven mejor las mujeres y otras mejor los hombres, simplemente porque tienen, por su naturaleza genética diferenciada, distintas relaciones entre los hemisferios izquierdo y derecho y, por lo tanto, los utilizan de manera diferente; en las mujeres existe una mejor simetría y una mayor interconexión entre ambos hemisferios, en cambio en los hombres dichos hemisferios se polarizan mucho más hacia el hemisferio izquierdo. Según Jokin de Irala, profesor de Medicina de la Universidad de Navarra, “la capacidad analítica o la orientación espacial, por término medio, es mayor en los varones. Por el contrario, la capacidad de comunicación verbal y empatía (por ejemplo, la capacidad de interpretar estados de ánimo al observar caras), es mayor en mujeres”.
María Lacalle, profesora de Derecho Civil de la Universidad Francisco de Vitoria, dice que “se puede transformar la sociedad a través de las leyes, y está claro que debemos luchar por la igualdad de oportunidades para la mujer asi como superar aquellos roles que son fruto de factores culturales que pueden resultar arbitrarios e injustos … La solución a los problemas de la mujer no es la discriminación injusta, ni el enfrentamiento con el hombre, ni su total autonomía, sino el entendimiento, el respeto, la cooperación y la mutua ayuda … La verdadera liberación de la mujer no se alcanzará negando su femenidad e igualándola al hombre, sino logrando que sea ella misma; la desconstrucción de la sociedad no nos va a hacer más libres, ni más felices, todo lo contrario, sólo respetando la Naturaleza, la propia identidad del ser humano, y el valor insustituible de la familia podremos construir un mundo mejor” y complementario.
Saludos.-
(texto KarlFM)