Cuando hablamos de estrategia y táctica pensamos en una colectividad, sea la que sea porque la vida se desarrolla y se gestiona en colectividades y dentro de ella se manejan individuos que generalmente constituyen sus propios grupos o equipos. El éxito o fracaso de éstas asociaciones dependerá de la aplicación de buenos principios estratégicos y tácticos. Observar la vida y la naturaleza ofrece ciertas claves para entender su funcionamiento, por eso los antiguos sabios eran grandes pensadores, porque razonaban como individuos colectivos desde la propia colectividad
Podríamos definir este éxito desde muchos puntos de vista pero para mi la esencia del mismo radica en una simple palabra: EQUIPO. Me gusta esta palabra porque conlleva unión, criterios, fuerza, amistad, compromiso, responsabilidad, meta común. Siempre he sido persona de equipo, aunque respeto la individualidad; una persona puede hacerse grande por si mismo pero cuando varias individualidades se unen como equipo las consecuencias pueden ser enormes, tanto, que todo un país puede incluso ponerse al descubierto.
Los principios de la estrategia son: querer, poder y saber. Querer es un acto volitivo; poder es un acto de libertad; y saber un acto de capacidad. Para tener éxito no basta con tener la mejor estrategia. Es en el campo de la táctica donde se garantiza el éxito de la estrategia, donde la estrategia adquiere su mayor valor. Si la estrategia explica cómo ganar un campeonato en un deporte, la táctica explica cómo ganar un partido de ese campeonato. Los principios de la táctica son la seguridad, la sorpresa, la economía de medios, la concentración de fuerza, el aprovechamiento del éxito y la flexibilidad.
Un equipo puede hacer que un proyecto sea grande o irrisorio, exitoso o decepcionante, estimulativo o frustrante, por eso, cuando hablamos de equipo no podemos tratar la palabra ligeramente,; la palabra equipo no es un conjunto de cosas puestas de cualquier manera para ver si encajan, sino mas bien es la sintesis de una cohesion donde las piezas clave generan forma, contenido e ilusión. El alma de algo asi es, sin duda alguna, la sabiduria de un núcleo gestor, un sistema que en este pais no suele formar parte de la filosofia nacional, ni en el deporte, ni en la politica, ni en las empresas, ni en nada; ¿por qué? jajaja!!! pregunten a ese centralismo que ha convertido este país en un queso gruyere.
No soy futbolero pero a veces reconozco el mérito de las cosas y cómo dijo una vez un célebre estratega, hay que saber interpretar que los éxitos llegan cuando porque detrás siempre hay algo que aglutina criterio, fuerza y cohesión. Por fin España ha dejado de ser un queso gruyere y se ha convertido en un nuevo caviar ibérico de alto standing.
El triunfo de España como selección europea de fútbol da mucho que pensar, ha transgredido lo puramente deportivo, simplemente porque se ha convertido en un metáfora, toda una referencia para un cambio de mentalidad, una llave que abrirá un futuro con grandes vertientes, siempre sin se sabe gestionar desde los ejes políticos, sociales, periodísticos, deportivos y empresariales. ¿En serio? Si. Los símbolos históricos de nación no han servido esta vez para levantar muros ni discutir territorios, para reclamar competencias, exigir presupuestos o dominar lenguas, sino para vincular, para unir a distintas pluralidades que parecian condenarse a no encajar nunca. Este éxito se debe a que alguien ha sabido aislarse de esa ideologia obsoleta, basada en la carencia del respeto y si en la prepotencia histórica, este cénit se ha logrado porque ha habido un gran equipo de buenos amigos bien cohesionados bajo el estimulo de una sabia batuta. Da igual que sean de distintas comunidades autonómicas, si hay mas jugadores de un sitio que de otro, si hay que imponer este o aquel jugador porque es del club X on Y; lo importante ha sido ser, creer, crear y mantener una profunda fraternidad, sea blanca, roja, blaugrana, amarilla, azul, a rayas o con lacitos. Como dice el propio jugador Xavi Hernández, (elegido por la UEFA el mejor jugador de la Eurocopa 2008), “todos hemos sido una piña”.
Ayer noche mientras escuchaba de fondo en la televisión la celebración de la llegada de la copa europea a la capital de España, los comentarios de los periodistas y restantes opinólogos me crispaban los nervios; algunos de ellos intentaban partidizar el éxito a su conveniencia, una situación que demostraba una vez más la maliciosa manipulación de la realidad para lo que estos supuestos "profesionales" han sido salvajemente entrenados. La televisión es una auténtica basura porque convierte todo aquello que toca en creible aunque sea falso, manipulado, odioso y polémico.
Soy catalán, y por sentimientos de tierra, seguidor del Barça, pero me gusta esta España junta, esa nueva posible España amiga, alejada de esa nación defendida por los Reyes Católicos y por 40 tediosos años de franquismo autárquico y desmoralizador, me gusta esta España que no recela de sus vecinos autónomos, ni boicotea sus productos, que admira, respeta y cohesiona, que reconoce y ayuda, que se hermana como una nación que estimula diferencias y respeta libertades; me gusta esta selección porque me ilusiona, porque veo un proyecto distinto, esperanzador, un grupo de auténticos amigos que todos van un mismo fin, alejándose del oportunismo de los mass media, de su doble juego, de su capacidad manipuladora y partidista; me encanta ver como un abuelo sabio al que querian llevar al matadero tiempo atrás ahora lo quieren con locura. Me encanta ver como ese abuelo con cara de buena persona y cierto dolor no olvidado, es feliz por sus chicos y por haber conseguido en lo que siempre creyó: el espiritu de equipo. Me flipa ver que nadie se acuerda ya de esas viejas y ñoñas vacas sagradas que mas que sagradas eran molestamente impuestas y daban muchos disgustos por sus pedos malolientes. Como dijo alguien listo, "las reglas están para romperlas" y Luis Aragonés supo romperlas.
Los estudioso de la estrategia lo saben, la implicación colectiva, la ilusión y el fortalecimiento de la identidad común, hace vencer los obstáculos. No puede exigirse respeto a la bandera de cualquier comunidad si no se dispensa el mismo trato a la de España y lo mismo a la inversa. España es una realidad plural, quizás la más plural de la UE; sus sensibilidades, culturas, lenguas, historica, etc, son tan distintas como parecidas al mismo tiempo. Todo depende donde se ponga el acento, un acento durante muchos años siempre puesto en la misma letra y eso ha creado división, recelos, incluso odios y enfrentamientos absurdos, es como si aun estuviéramos tras el fantasma de la Guerra Civil o el virus de esos reyes llamados Católicos Si, si, me refiero a esas dos Españas eternas y simpre enfrentadas, incluso me atrevería a decir más de dos. Esa partición de un país que no se autorespeta sus propias diferencias, que llama "polacos" a los catalanes, que siempre se centra en un punto en la piel del toro, hace que el espiritu colectivo se debilite y caiga la fuerza colectiva de una nación, sea en el área que sea. Nada hay peor para conquistar victorias que formar parte de una colectividad dividida. Esa fragilidad definió a España tiempo atrás, ahora, gracias a ese pequeño grupo de 23 jhóvenes esperanzas, el futuro de este pais se escribe con palabras distintas. España debe ser ahora algo asi como una nación asequible para todos y un punto de partida para ocupar un lugar importante en el mundo.
No obstante el camino no será fácil, siempre hay sembradores de cizaña al acecho, cuervos negros sedientos de perpetuar la confrontación con un centro que ya no existe; el reciente fútbol español lo ha demostrado y lo ha demostrado con una simple amistad colectiva, una confluencia de juventud y madurez, porque precisamente un abuelo ha sido capaz de transmitir algo distinto a los más jóvenes. Esta dualidad madurez-juventud es incluso rechazada en el mundo laboral y asi van las empresas de este pais. ¿Dónde se ha visto que alguien mayor de 40 años no es capaz ya de aportar ese nexo en cualquier empresa?. Aragonés, con más de 60 tacos en sus pies, ha llevado a una empresa joven a su máximo esplendor. No es cuestión de edad señores, es cuestión de sabiduria y de saber trabajar.
Este triunfo futbolístico debe servir para aprender de los errores, a ser diferentes, a que toda esa patrulla de periodistas descerebrados, medios enfebrecidos, opinólogos de tres al cuarto, políticones de neurona estrecha, y personajes de corazón cuarteado y alma gris, se vayan de una vez al garete y den luz verde en ese pais a nuevos valores que dejen entrar aires frescos que despejen los tufillos que nos han definidop siempre como país. No es tan dificil eliminar los prejuicios que hasta ahora han llevado siempre este pais a la deriva y a la pelea; catalanes, gallegos, vascos, valencianos, castellanos, isleños, canarios, aragoneses, andaluces, extremeños, etc., no están mal vistos desde la izquierda española. Ser español, en cambio, todavia se encasilla más en la derecha más conservadora porque el fantasma del franquismo aun persiste detrás de ello como una sombra amenazante que dilapida ese pluralismo español que la izquierda nunca ha sabido cohesionar. Dejémonos ya de bobadas y dejemos de ser nenes con rabietas de malacrianza; si no maduramos nunca seremos nada, como mucha seremos mediocres, por eso en vez de mal criticar, construir con cohesión. Me gusta esta selección porque ha demostrado que los éxitos se consiguen desde la unión. Esperemos que sepamos continuar asi.
KarlFM.-
LA IMPLICACION COLECTIVA ES LO QUE CONSTRUYE LOS EXITOS
¿Por qué digo eso? Últimamente en nuestro país se ha producido un acontecimiento deportivo que ha alterado la vida de una colectividad, un acontecimiento que ha ido más allá de su propìa esencia deportiva porque detrás del mismo se ha tejido toda una filosofía capaz de desvelar las claves del funcionamiento de una nación. Dicho asi parece fuerte pero si nos paramos a reflexionar vemos que detrás de todo siempre existen comportamientos ocultos que materializan alternativas de éxito casi por arte de magia.Podríamos definir este éxito desde muchos puntos de vista pero para mi la esencia del mismo radica en una simple palabra: EQUIPO. Me gusta esta palabra porque conlleva unión, criterios, fuerza, amistad, compromiso, responsabilidad, meta común. Siempre he sido persona de equipo, aunque respeto la individualidad; una persona puede hacerse grande por si mismo pero cuando varias individualidades se unen como equipo las consecuencias pueden ser enormes, tanto, que todo un país puede incluso ponerse al descubierto.
Los principios de la estrategia son: querer, poder y saber. Querer es un acto volitivo; poder es un acto de libertad; y saber un acto de capacidad. Para tener éxito no basta con tener la mejor estrategia. Es en el campo de la táctica donde se garantiza el éxito de la estrategia, donde la estrategia adquiere su mayor valor. Si la estrategia explica cómo ganar un campeonato en un deporte, la táctica explica cómo ganar un partido de ese campeonato. Los principios de la táctica son la seguridad, la sorpresa, la economía de medios, la concentración de fuerza, el aprovechamiento del éxito y la flexibilidad.
Un equipo puede hacer que un proyecto sea grande o irrisorio, exitoso o decepcionante, estimulativo o frustrante, por eso, cuando hablamos de equipo no podemos tratar la palabra ligeramente,; la palabra equipo no es un conjunto de cosas puestas de cualquier manera para ver si encajan, sino mas bien es la sintesis de una cohesion donde las piezas clave generan forma, contenido e ilusión. El alma de algo asi es, sin duda alguna, la sabiduria de un núcleo gestor, un sistema que en este pais no suele formar parte de la filosofia nacional, ni en el deporte, ni en la politica, ni en las empresas, ni en nada; ¿por qué? jajaja!!! pregunten a ese centralismo que ha convertido este país en un queso gruyere.
No soy futbolero pero a veces reconozco el mérito de las cosas y cómo dijo una vez un célebre estratega, hay que saber interpretar que los éxitos llegan cuando porque detrás siempre hay algo que aglutina criterio, fuerza y cohesión. Por fin España ha dejado de ser un queso gruyere y se ha convertido en un nuevo caviar ibérico de alto standing.
El triunfo de España como selección europea de fútbol da mucho que pensar, ha transgredido lo puramente deportivo, simplemente porque se ha convertido en un metáfora, toda una referencia para un cambio de mentalidad, una llave que abrirá un futuro con grandes vertientes, siempre sin se sabe gestionar desde los ejes políticos, sociales, periodísticos, deportivos y empresariales. ¿En serio? Si. Los símbolos históricos de nación no han servido esta vez para levantar muros ni discutir territorios, para reclamar competencias, exigir presupuestos o dominar lenguas, sino para vincular, para unir a distintas pluralidades que parecian condenarse a no encajar nunca. Este éxito se debe a que alguien ha sabido aislarse de esa ideologia obsoleta, basada en la carencia del respeto y si en la prepotencia histórica, este cénit se ha logrado porque ha habido un gran equipo de buenos amigos bien cohesionados bajo el estimulo de una sabia batuta. Da igual que sean de distintas comunidades autonómicas, si hay mas jugadores de un sitio que de otro, si hay que imponer este o aquel jugador porque es del club X on Y; lo importante ha sido ser, creer, crear y mantener una profunda fraternidad, sea blanca, roja, blaugrana, amarilla, azul, a rayas o con lacitos. Como dice el propio jugador Xavi Hernández, (elegido por la UEFA el mejor jugador de la Eurocopa 2008), “todos hemos sido una piña”.
Ayer noche mientras escuchaba de fondo en la televisión la celebración de la llegada de la copa europea a la capital de España, los comentarios de los periodistas y restantes opinólogos me crispaban los nervios; algunos de ellos intentaban partidizar el éxito a su conveniencia, una situación que demostraba una vez más la maliciosa manipulación de la realidad para lo que estos supuestos "profesionales" han sido salvajemente entrenados. La televisión es una auténtica basura porque convierte todo aquello que toca en creible aunque sea falso, manipulado, odioso y polémico.
Soy catalán, y por sentimientos de tierra, seguidor del Barça, pero me gusta esta España junta, esa nueva posible España amiga, alejada de esa nación defendida por los Reyes Católicos y por 40 tediosos años de franquismo autárquico y desmoralizador, me gusta esta España que no recela de sus vecinos autónomos, ni boicotea sus productos, que admira, respeta y cohesiona, que reconoce y ayuda, que se hermana como una nación que estimula diferencias y respeta libertades; me gusta esta selección porque me ilusiona, porque veo un proyecto distinto, esperanzador, un grupo de auténticos amigos que todos van un mismo fin, alejándose del oportunismo de los mass media, de su doble juego, de su capacidad manipuladora y partidista; me encanta ver como un abuelo sabio al que querian llevar al matadero tiempo atrás ahora lo quieren con locura. Me encanta ver como ese abuelo con cara de buena persona y cierto dolor no olvidado, es feliz por sus chicos y por haber conseguido en lo que siempre creyó: el espiritu de equipo. Me flipa ver que nadie se acuerda ya de esas viejas y ñoñas vacas sagradas que mas que sagradas eran molestamente impuestas y daban muchos disgustos por sus pedos malolientes. Como dijo alguien listo, "las reglas están para romperlas" y Luis Aragonés supo romperlas.
Los estudioso de la estrategia lo saben, la implicación colectiva, la ilusión y el fortalecimiento de la identidad común, hace vencer los obstáculos. No puede exigirse respeto a la bandera de cualquier comunidad si no se dispensa el mismo trato a la de España y lo mismo a la inversa. España es una realidad plural, quizás la más plural de la UE; sus sensibilidades, culturas, lenguas, historica, etc, son tan distintas como parecidas al mismo tiempo. Todo depende donde se ponga el acento, un acento durante muchos años siempre puesto en la misma letra y eso ha creado división, recelos, incluso odios y enfrentamientos absurdos, es como si aun estuviéramos tras el fantasma de la Guerra Civil o el virus de esos reyes llamados Católicos Si, si, me refiero a esas dos Españas eternas y simpre enfrentadas, incluso me atrevería a decir más de dos. Esa partición de un país que no se autorespeta sus propias diferencias, que llama "polacos" a los catalanes, que siempre se centra en un punto en la piel del toro, hace que el espiritu colectivo se debilite y caiga la fuerza colectiva de una nación, sea en el área que sea. Nada hay peor para conquistar victorias que formar parte de una colectividad dividida. Esa fragilidad definió a España tiempo atrás, ahora, gracias a ese pequeño grupo de 23 jhóvenes esperanzas, el futuro de este pais se escribe con palabras distintas. España debe ser ahora algo asi como una nación asequible para todos y un punto de partida para ocupar un lugar importante en el mundo.
No obstante el camino no será fácil, siempre hay sembradores de cizaña al acecho, cuervos negros sedientos de perpetuar la confrontación con un centro que ya no existe; el reciente fútbol español lo ha demostrado y lo ha demostrado con una simple amistad colectiva, una confluencia de juventud y madurez, porque precisamente un abuelo ha sido capaz de transmitir algo distinto a los más jóvenes. Esta dualidad madurez-juventud es incluso rechazada en el mundo laboral y asi van las empresas de este pais. ¿Dónde se ha visto que alguien mayor de 40 años no es capaz ya de aportar ese nexo en cualquier empresa?. Aragonés, con más de 60 tacos en sus pies, ha llevado a una empresa joven a su máximo esplendor. No es cuestión de edad señores, es cuestión de sabiduria y de saber trabajar.
Este triunfo futbolístico debe servir para aprender de los errores, a ser diferentes, a que toda esa patrulla de periodistas descerebrados, medios enfebrecidos, opinólogos de tres al cuarto, políticones de neurona estrecha, y personajes de corazón cuarteado y alma gris, se vayan de una vez al garete y den luz verde en ese pais a nuevos valores que dejen entrar aires frescos que despejen los tufillos que nos han definidop siempre como país. No es tan dificil eliminar los prejuicios que hasta ahora han llevado siempre este pais a la deriva y a la pelea; catalanes, gallegos, vascos, valencianos, castellanos, isleños, canarios, aragoneses, andaluces, extremeños, etc., no están mal vistos desde la izquierda española. Ser español, en cambio, todavia se encasilla más en la derecha más conservadora porque el fantasma del franquismo aun persiste detrás de ello como una sombra amenazante que dilapida ese pluralismo español que la izquierda nunca ha sabido cohesionar. Dejémonos ya de bobadas y dejemos de ser nenes con rabietas de malacrianza; si no maduramos nunca seremos nada, como mucha seremos mediocres, por eso en vez de mal criticar, construir con cohesión. Me gusta esta selección porque ha demostrado que los éxitos se consiguen desde la unión. Esperemos que sepamos continuar asi.
KarlFM.-