La información periodística debería
ser ajena a los intereses políticos y lobbies financieros para que pudiera ser independiente,
objetiva y analítica. El problema de la información reside subsiste,
lamentablemente, del gran poder económico y cambiar esto es prácticamente imposible.
Es por ello, que el ciudadano, ante hechos graves, debe valorar por si mismo la
información, buscando otros medios y soportes informativos a fin de poder contrastar.
El periodismo de investigación es clave para conocer la verdad. No olvidemos lo
que una vez dijo el gran periodista polaco Kapucinsky:
“En el buen periodismo, además de la descripción de un
acontecimiento, tenéis también la explicación de por qué ha sucedido; en el mal
periodismo, en cambio, encontramos sólo la descripción, sin ninguna conexión o
referencia al contexto histórico”.
“Cuando me pidieron ir a la
guerra de Irak dije que no me interesaba este tipo de cobertura pues depende
sólo de los boletines del Estado Mayor. Así no hay periodismo posible, no hay
forma de saber sobre el terreno en qué medida esa información refleja o no la
realidad”.
“El deber de un periodista es
informar, informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o
la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro,
el respeto del otro. Las guerras siempre empiezan mucho antes de que se oiga el
primer disparo, comienza con un cambio del vocabulario en los medios. En los
Balcanes se pudo ver claramente cómo se estaba cocinando el conflicto”.
“El trabajo de los periodistas no
consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la
gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse.”
“Cuando se descubrió que la
información era un negocio, la verdad dejó de ser importante.”