jueves, octubre 31, 2013

LOU REED



El satélite se ha ido, camino hacia Marte.
Pronto será ocupado con coches aparcados,
 algo como eso… me vuelve loco
.
Satellite of Love. 
Lou Reed.


Fue un simple mortal que supo levantar una generación alternativa. Drogas, desamores, ciudades podridas, callejones con vida propia, personajes marginales, fracasados, incógnitas todas ellas entre el bien y el mal, siempre al filo del rincón, ese lado más salvaje de la existencia humana.

Se ha escrito mucho sobre Lou Reed pero pocos se han atrevido a penetrar en su verdadera esencia humana, en el contenido y significado de su música y canciones. Muchas biografías, trayectoria como profesional, aficiones y otros aspectos diversos de su coyuntura, pero… ¿quién fue realmente Lou Reed ?Para aproximarse a dicha esencia es inevitable una regresión en el tiempo y espacio y penetrar directamente en el interior de su torrente sanguíneo, verdadera factoría donde se fraguan sus más agrietadas sensaciones.

Lou Reed nunca fue un tipo común, su alma estuvo siempre marcada por su afición a oler y caminar cerca del abismo, como una especie de sabueso entre la vida y la muerte. Vivió teniendo el asfalto como piel. Su cara envejecida muestra este mapa cuarteado de la vida, allí donde los surcos del dolor dejan marcado el exceso extremo.

Sus amigos le describen como un tipo ambivalente, enfrentado a sus propias fuerzas y debilidades, oscilante, voluble y orgulloso, que siempre despreció su condición de mito impuesto, de ahí su complicada relación con el público y los mass media. Entró en la Universidad de Syracuse para estudiar periodismo, dirección de cine y escritura creativa pero fue expulsado por apuntar con una pistola a la cabeza de un superior.

A pesar de sus vacileos, Lou fue un avanzado a su tiempo, un conglomerado de ideas que supo batir una personalidad sonora  junto a una prosa e imagen al margen de lo convencional, tres hitos creativos que levantaron una secuencia progresiva en el corazón rebelde de los años 60.


Parte de su fuerza residía en ese descaro acelerado de rebeldía que alimentaba al mismo tiempo un camino de provocación perpetúa. Fue un acérrimo defensor de los derechos humanos pero los excesos juveniles le pasaron factura. Le gustaba escribir sobre las cosas que los demás evitaban, huyendo de todas las modas circundantes entregándose a una compleja inmersión sin posibilidad de retorno. Curiosamente debido a su bisexualidad,  recibió una terapia electro convulsiva para curar su condición. La canción Kill Your Sons trata esta dura experiencia.

Algunas lenguas dicen que su carácter era monocorde, críptico y conciso, con salidas de tangente que tronaban a los cuatro vientos como un sólido bífido altisonante. Le  crispaba que fueran tras el haciéndole preguntas. No le gustaba ser fotografiado. A veces soltaba frases tan punzantes que dejaba marcados a los periodistas, sin embargo, lejos de molestar resulta incluso gracioso: ¿Realmente necesitáis disparar doscientas fotos para que al final solo utilicéis una? Seguramente Dios tenía una Leica.

Capacidad, carácter, originalidad, transgresión, construyeron a su alrededor una leyenda inquietante y peligrosa, una dualidad que le permitió coquetear entre lo permisible y lo prohibido, entre la dureza y la suavidad. Sus letras contienen amor pero el dolor está impregnado en ellas. Era capaz de hacer sonar la guitarra como una cuchilla muy afilada o hacerla vibrar como la cristalina gota de agua que cae sobre el desnudo cuerpo de una mujer. No tenia buena voz, incluso en  los conciertos sonaba barullero, pero su pegada era como un viento cortante.


Mi Dios es el rock ‘n’ roll. Es un poder oscuro que puede cambiar tu vida. Y lo más importante de mi religión es tocar la guitarra.

Nunca leía la prensa, jamás se interesó lo que se decía de él. Estaba cansado de que le tildaran de oscuro ya que él siempre se definió como un tipo enganchado a la realidad. Era transparente pero tenía esas fracturas que desvelan la pose del estrellato de vanguardias.

Ahora, tras 71 años de infatigables aventuras, su paso por la historia física ha terminado pero, a diferencia de otros comunes mortales, su herencia ha entrado en el Olimpo de los no olvidados. Parte del mundo se ha estremecido, parte de la Tierra se ha tragado un sorbo más de vida. Son los “frames” del tiempo, en cuya esencia se agarran las pérdidas y los dolores constantes, los recuerdos y las reminiscencias olvidadas, lugares prohibidos donde se construyen los mitos para los dioses caídos. Sus propias palabras reflejan esa diferencia maltrecha:

Cuando estás completamente sólo en la noche y descubres que tu alma está en venta, empiezas a pensar en todas las cosas que has hecho. Entonces comienzas a odiar casi todo lo que te rodea. Sin embargo, recuerdas a la princesa que estaba en lo alto de la colina, y que te quería aún sabiendo que te equivocabas.

Cuando todos tus "supuestos" amigos se ha largado y te han dejado tirado, hablan a tus espaldas, diciendo que nunca llegarás a ser una persona decente, entonces empiezas a pensar otra vez en todas aquellas las cosas que has hecho, en quién fuiste, en todas las cosas distintas que provocaron cada una de las situaciones que viviste.

Pero al final del camino siempre recuerdas que la ciudad es un sitio extraño, una especie de circo o cloaca. Recuerdas que la gente es distinta y tiene gustos muy peculiares y que sólo la gloria del amor es lo que te sacará adelante.


Lou Reed fue el hombre que evitó transformarse en un héroe, que emergió de las grietas urbanas con sus partes oscuras y luminosas, como las caricias de una muñeca rota envuelta en harapos. Pero al margen de su personalidad, la verdadera esencia de Reed estaba en sus canciones, en sus letras, en esa arquitectura bioquímica y literaria que nutría de emociones, sueños, pesadillas y decepciones a un mundo que luchaba por alejarse de la alienación del ser. Sus letras reflejan las sensaciones de seres encallados entre susurros y asperezas, atados por el hedor del dinero o su carencia, por las pasiones más desenfrenadas, teñidas entre de realidades complejas de soledad y fracaso compartidos.


He tomado una gran decisión
voy a intentar anular mi vida
porque cuando la sangre empieza a fluir
cuando sube por el cuello de la jeringuilla
cuando me voy acercando a la muerte
vosotros no podéis ayudarme, tíos
ni vosotras tampoco, chicas, con vuestras bonitas palabras
por mí podéis ir todos a paseo.

Me gustaría haber nacido hace mil años,
me gustaría haber navegado por el mar de la noche,
en un barco a vapor enorme,
yendo de una tierra a la otra,
lejos de la gran ciudad
donde un hombre no puede ser libre
de todos los males de este lugar.

Heroína, sé mi muerte
Heroína, es mi esposa y es mi vida
porque hay un canal en mi vena
que lleva a un centro que hay en mi cabeza
y entonces estoy mejor que muerto
porque cuando el caballo empieza a fluir
me importa todo un pimiento
los pajilleros de esta ciudad
los políticos con su cháchara
y la gente machacándose unos a otros.

(Lou Reed. Heroin, 1967)


Hubo un tiempo en que sus  letras provocaron grandes polémicas en la industria discográfica. Hablaban de personajes excéntricos, perdedores, transvestidos, sexo, drogas, nihilismo… temas tabú en el seno de una sociedad todavía arraigada en valores tradicionales heredados de generaciones anteriores. La entrada en escena de la Velvet Underground supuso una ruptura con el “establishment”. Según José Manuel Sebastián Radio 3, "significó el germen del Punk y del Indie, en un momento donde la vida y el Rock estaban siendo domesticados por las jerarquías sociales, culturales y económicas del momento. Reclamaron el derecho a ser una minoría dentro de la minoría y, al mismo tiempo, fueron una bomba de relojería que fue estallando poco a poco hasta convertirse en una de las revoluciones más decisivas de la historia del Rock". 

Los inicios de Lou Reed fueron tiempos de desafío, de lucha, experimentación, de performances alocadas, con grandes temas de desarrollo y largas colgaduras de guitarra y voz, fueron temas generados con la fusión de la psicodelia del momento, el Pop Art (Andy Warhol) y la distorsión sonora (Noise y Avant-Garde).


Los 60 representaron un tiempo de cambios y convulsiones sin precedentes, de roturas sociales en Europa y E.E.U.U. Las calles fueron un constante germen de vanguardias, de movimientos sociales y estéticos, de búsqueda y transgresión de libertades y conceptos. Los jóvenes eran una fuerza aplastante, que hacia zozobrar los cimientos de lo establecido. La vida propició por sí misma la necesidad de liquidar toda connotación considerada obsoleta, antigua, porque bloqueaba el avance de la sociedad, algo totalmente impensable hoy en día, donde la gente está atrapada en la gran bestia del sistema.

Al margen de sus referencias artísticas y musicales, Lou Reed siempre proyectó una arquitectura creadora en base a criterios intelectuales de duro trasfondo social e existencialista, a veces incluso cercano al más puro nihilismo. Delmore Schwarzt y Saul Below, fueron dos de sus principales linajes culturales. De Schwarzt aprendió tener la oportunidad de cambiar el pasado, de rectificar aquello que era imposible de corregir porque el presente puede ser mejor (la responsabilidad empieza en los sueños). Del segundo, Saul Below, comprendió que la humanidad moderna está amenazada de perder su identidad aunque no puede ser destruida espiritualmente ya que la poesía es necesaria para transmitir las ideas con la belleza de la cadencia.


Dada su compleja personalidad y vibrante ego, comprender la mente de los que crean y dejan huella no es tarea fácil sobre todo cuando se intenta abordar su propio mundo interno, una cosmogénesis de difícil transcripción. La muerte de Lou Reed representa un puñetazo en el estómago, un dolor seco y grave en el cuerpo del sonido. Es una pérdida que cierra un capítulo extenso de música y experiencias, que brilla con luz propia y se aleja de cualquier etiqueta. Es una columna más que se quiebra en ese gigantesco palacio de cultura que fue posible a partir de los años 60, que tímidamente se inició en los 50 y que en los 70 terminó por consolidarse. Rock and Roll, Beat Generation, Hippismo, Psicodelia, Underground, Avant Garde… permitieron a Lou Reed tomar tres décedas de creatividad como radicales influencias existenciales que determinaron su forma de ser. Como definió en cierta ocasión Delmore Schwarzt:

Nadie tiene una existencia verdadera en el mundo real, porque nadie llega a saber todo lo que es para los demás, todo lo que dicen a su espalda, todas las estupideces que el futuro le deparará.  En esta vida que llevamos, no hay comienzos, no hay más que desvíos a los que llamamos comienzos, investidos de las emociones formales que se consideran apropiadas y que a veces son forzadas.

La última foto de Lou Reed (Jean Baptiste Mondino)

“Hace apenas un par de semanas Lou Reed hizo una sesión fotográfica destinada a convertirse en un anuncio impreso para la compañía francesa de auriculares Parrot de su amigo Henri Seydoux. El famoso fotógrafo Jean Baptiste Mondino hizo las fotos, y esta fue la última que tomó. Se ha confirmado que la muerte de Lou Reed fue debida a su dolencia hepática que le obligó a someterse a un trasplante de hígado en mayo. Una semana antes de su muerte Reed viajó de nuevo a la clínica de Cleveland para someterse a nuevas pruebas en su tratamiento, tras lo que los médicos determinaron que la fase en la que se encontraba su dolencia ya no tenía cura. Lou Reed decidió regresar a su casa de Southampton, en Long Island, donde falleció el 27 de octubre” (http://www.efeeme.com).


Texto: Carlos Flaqué Monllonch

VELVET UNDERGROUND & LOU REED (BIOGRAPHY)
-English version-



MINI BIO LOU REED
-English version-
 


PIEZAS MUSICALES RELEVANTES
(Selección propia)

Al margen de las clásicas que todo el mundo cita:
 “Sweet Jane”, “Heroin”, “Perfect Day”, “Walk on The Wild Side”, “Vicious”, “Satellite of Love”… personalmente recomiendo:

Velvet Underground - "Rock & Roll"

Lou Reed - “Coney Island Baby”



Lou Reed - "Walk On The Wild Side"
 http://youtu.be/0KaWSOlASWc
 


AGRADECIMIENTOS A

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