AVISO DEL BLOG DEL PROFESOR
NAVARRO
Ha llegado a la atención del blog del profesor Navarro que se está
distribuyendo ampliamente en Facebook y Twitter un artículo que publicó en la
revista Sistema (”La banca, el fraude fiscal y el New York Times”, 21.10.11)
que ha sido modificado sin la autorización del profesor Navarro, incluyendo
información errónea y maliciosa sobre personas y figuras del mundo político,
financiero y empresarial que no aparecen en el artículo original. Se ruega a
los lectores de este blog, conscientes de esta situación, que se movilicen para
denunciarlo. Adjuntamos el artículo original sin tales manipulaciones.
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LA BANCA, EL FRAUDE FISCAL Y EL NEW YORK TIMES
LA BANCA, EL FRAUDE FISCAL Y EL NEW YORK TIMES
Vicenç Navarro López, 21 de octubre de 2011
El New York Times ha ido
publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal
rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de
Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos,
además de España. En EEUU el Banco de Santander es propietario de Sovereign
Bank.
Lo que le interesa al rotativo
estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander,
sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia
política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de
los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre
esta serie de artículos en el diario más influyente de EEUU y uno de los más
influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos
semejantes, por ejemplo, sobre el Presidente Zapatero, tales reportajes serían
noticia. No así en el caso
Emilio Botín.
Una discusión importante de tales
artículos es el ocultamiento por parte de
Emilio Botín
y de su familia de unas
cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por
lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se
habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado
de tal banco suizo, despechado por el maltrato recibido por tal banco, decidió
publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca
suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos
que 569 españoles, incluyendo a
Emilio Botín
y su familia, con grandes nombres
de la vida política y empresarial.
Según el New York Times, esta
práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la
gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia
Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos
grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español
(incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto,
casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la
media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España
debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de
infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo
económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos.
Y una de las causas de que no se recojan es precisamente el fraude fiscal realizado
por estos colectivos citados en el New York Times. El resultado de su
influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos.
En realidad, la gran mayoría de
investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los
autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa -según los técnicos de la Agencia
Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total.
Es también conocida la
intervención de autoridades públicas para proteger al Sr.
Emilio Botín
de las
pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión
realizada por la ex Vicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega,
para interrumpir una de tales investigaciones. Pero el Sr.
Botín
no es el único.
Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica,
que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times
con cierta ironía, “el Tribunal desistió
de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado
demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal”.
Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado
así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente
del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza
admitió que “los ricos no pagan impuestos
en España”.
Tal tolerancia por parte del
Estado con el fraude fiscal de los súper ricos se justifica con el argumento de
que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas
porque son pocos. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Artur
Mas, ha indicado que la subida de impuestos de los ricos y súper ricos tiene más
un valor testimonial que práctico, pues su número es escaso. La solidez de tal
argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad.
Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en
España (y en Catalunya), uno de los países donde las desigualdades sociales son
mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de
euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran
evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está
hoy realizando.
Pero otra observación que hace el
New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en
los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador
Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el
Banco Santander, que señala como causas de este silencio el hecho de que el
Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno
de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo
comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos -aclara
el Sr. Salvador Arancibia- “….medidas de
enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una
situación financiera muy delicada”. De ahí que tenga que agradecer al
diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el
New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es
lo que llaman “libertad de prensa”.
Vicenç Navarro López
Sociólogo y politólogo español. Es experto en Economía Política y Políticas Públicas, ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona, actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra y es también profesor en la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, EEUU.