Son sueños de niño interpoladdos
hacia el mundo de la madurez adulta, lugares extraordinarios, repletos de
detalles con símbolos que se funden donde
habitan extrañas criaturas, hermosas y mágicas, como las hadas que envuelven
los sueños infantiles. Es como entrar en el país de las maravillas y caminar por
sus pasillos. El mundo está lleno de secretos increíbles y terminas atrapado en
ellos.
KarlFM.-
Nací en 1976 y me crié en el
condado inglés de Kent, conocido por muchos como el "Jardín de
Inglaterra". Mis primeros recuerdos son siempre las historias que mi madre
me contó cuando era niño. Ella era profesora de inglés y todos los días me leía
historias. Gracias a su talento, me inculcó el regalo más precioso que una
madre puede dar a su hijo, la imaginación y la creencia en la belleza, ello se
convirtió en mi raíz y en el lugar perfecto a partir del crecieron mis sueños y
trabajos artísticos. A partir de este momento el arte se convirtió en mi única
pasión.
Estudié hasta los 25 años, realizando
cursos de fotografía y bellas artes, y luego a entrenar en el 'traje para cine
y teatro en el London College of Fashion. Después de graduarme y trabajar por
un corto tiempo en la industria, decidí continuar con mi educación, y regresé a
la universidad, completando un grado de primera clase con honores en diseño de
moda, en Ravensbourne. Durante este tiempo también completé dos períodos de
prácticas en los estudios de diseño de Alexander McQueen y Hussein Chalayan.
Desde entonces he trabajado como diseñador de moda para una marca mundial, hasta que en 2007, la enfermedad personal trajo un cambio repentino en mí, y me llevó a coger una cámara. No puedo explicar cómo sucedió esto, pero una nueva necesidad, profunda y genuina nació en mi interior. A través de lente fotográfica la vida era diferente, más bella, más triste, y más extrema en todos sus sentidos. Por desgracia mi madre fue diagnosticada con un tumor cerebral y mi mundo se vino abajo. La Fotografía se convirtió en mi única salida. Me perdí con el retrato de calle, centrándome en aquellos que reflejan su propia tristeza y pérdida.
Mi madre murió en noviembre de
2008 y fue entonces cuando me envolví de lleno con la Fotografía, llegando a convertirse
en una pasión arrolladora de la que no he podido parar. Encontré que la
producción de mis trabajos se hacía eco en los recuerdos de historias sentidas
desde niño. Los trajes, accesorios, son una parte vital del proceso que registró
como fotografía. Es una necesidad interna de producir piezas tangibles de mis
sueños, hacer lo posible para hacerlas realidad. Esta creación física es mi
parte favorita, y me ha llevado a lugares que nunca habría conocido. He
caminado sobre la nieve cubierta de flores, he visto puestas de sol en los lagos,
árboles pintados, sillas prendidas de fuego, etc.
Kristy Mitchell