La Panspermia (del griego παν-
[pan, todo] y σπερμα [sperma, semilla]) es la hipótesis que sugiere que las
bacterias o la esencia de la vida prevalecen diseminadas por todo el universo y
que la vida comenzó en la Tierra gracias a la llegada de tales semillas a
nuestro planeta. Estas ideas tienen su origen en algunas de las consideraciones
del filósofo griego Anaxágoras. El término fue acuñado por el biólogo alemán Hermann
Richter en 1865 pero fue hasta 1908 cuando el químico sueco Svante August
Arrhenius usó la palabra panspermia para explicar el comienzo de la vida en la
Tierra. El astrónomo Fred Hoyle también apoyó dicha hipótesis aunque no fue
hasta 1903 cuando el químico y ganador del Premio Nobel, Svante Arrhenius,
popularizó el concepto de la vida originándose en el espacio exterior.
El mayor inconveniente de esta
teoría es que no resuelve el problema inicial de cómo surgió la vida, sino que
se limita a mover la responsabilidad del origen a otro lugar. Otra objeción a
la panspermia es que las bacterias no sobrevivirían a las altísimas
temperaturas y las fuerzas involucradas en un impacto contra la Tierra, aunque
no se ha llegado aún a posiciones concluyentes en este punto (ni a favor ni en
contra), pues se conocen algunas especies de bacterias extremófilas capaces de
soportar condiciones de radiación, temperatura y presión extremas que hacen
pensar que la vida pudiera adquirir formas insospechadamente resistentes. El
análisis del meteorito ALH84001, generalmente considerado como originado en el
planeta Marte, sugiere que contiene estructuras que podrían haber sido causadas
por formas de vida microscópica. Esta es hasta la fecha la única indicación de
vida extraterrestre y aún es muy controvertida. Por otro lado, existe el
meteorito Murchison, que contiene uracilo y xantina, dos precursores de las
moléculas que configuran el ARN y el ADN.
Así pues, la teoría de la
Panspermia afirma que la vida aparecida en la Tierra no surgió aquí, sino en
otros lugares del universo, y que llegó a nuestro planeta utilizando los
meteoritos y los asteroides como forma de desplazarse de un planeta a otro.
Dicha teoría se apoya en el hecho de que las moléculas basadas en la química
del carbono, importantes en la composición de las formas de vida que conocemos,
se pueden encontrar en muchos lugares del universo. El astrofísico Fred Hoyle
también apoyó la idea de la panspermia por la comprobación de que ciertos
organismos terrestres, llamados extremófilos, son tremendamente resistentes a
condiciones adversas y que eventualmente pueden viajar por el espacio y
colonizar otros planetas. A la teoría de la Panspermia también se la conoce con
el nombre de Teoría de la Exogénesis, aunque para la comunidad científica ambas
teorías no sean exactamente iguales.
La Panspermia puede ser de dos tipos:
la Panspermia interestelar que se basa en el intercambio de formas de vida que
se produce entre sistemas planetarios, y la Panspermia interplanetaria que
es el intercambio de formas de vida que se produce entre planetas
pertenecientes al mismo sistema planetario.
La explicación más aceptada de
esta teoría para explicar el origen de la vida es que algún ser vivo primitivo
(probablemente alguna bacteria) viniera del planeta Marte (del cual se sospecha
que tuvo seres vivos debido a los rastros dejados por masas de agua en su
superficie) y que tras impactar algún meteorito en Marte, alguna de estas
formas de vida quedó atrapada en algún fragmento, y entonces se dirigió con él
a la Tierra, lugar en el que impactó. Tras el impacto dicha bacteria sobrevivió
y logró adaptarse a las condiciones ambientales y químicas de la Tierra
primitiva, logrando reproducirse para de esta manera perpetuar su especie. Con
el paso del tiempo dichas formas de vida fueron evolucionando hasta generar la
biodiversidad existente en la actualidad.
Taringa
En los años 70 se encontraron
evidencias de la existencia de moléculas orgánicas en el polvo interestelar.
Hasta ese momento los astrónomos pensaban que la materia orgánica no podría
mantenerse en el espacio. Ahora se sabe que el polvo interestelar y comentario
es orgánico en una proporción bastante alta, ya que se han encontrado polímeros
aromáticos muy complejos y polímeros del carbono.
Actualmente hay argumentos que
apoyan la idea de que la vida procede del exterior. La principal fuerza de este
argumento es que los microorganismos, como las bacterias o sus esporas, son
increíblemente resistentes a los procesos de destrucción que se dan en el
espacio, pueden sobrevivir al frío más intenso, a casi 0 º Kelvin. Sin embargo,
hay argumentos críticos contra la Panspermia, como el que contempla que la
radiación mataría cualquier microorganismo. De todas formas, la situación que
se da en la Tierra (y en cualquier laboratorio terrestre) es distinta a la que
se da en el espacio. Se ha encontrado en una mina de sal de Nuevo México
(Estados Unidos) una bacteria que tiene del orden de 250 millones de años, este
organismo estuvo expuesto a la radioactividad natural del fondo de radiación de
la Tierra durante un período de tiempo enorme, pero aún así se la pudo
reactivar. Este hallazgo apoya la teoría de la Panspermia.
Hace 25 años nadie se planteaba
que la Panspermia pudiera ser cierta, pero actualmente esta más aceptada y hay
más científicos que trabajan en esa línea. Lo que es á sucediendo ahora es
similar a lo que sucedió en tiempos de Galileo, cuando se cambió la posición de
la Tierra, sacándola del centro físico del Universo, y lo que estamos viendo
ahora es la reubicación de la Tierra del centro biológico del Universo: no
somos el centro de la vida.
La vida de la que estamos
hablando se basa en el carbono, y es suficientemente complicada, intrincada y
maravillosa. Podríamos pensar en una vida basada en el silicio, que es similar
al carbono y puede tener muchos compuestos, aunque podemos pensar que el
carbono puede formar más enzimas, catalizadores, etc. Hace 65 millones de años,
toda la vida de la Tierra estaba basada únicamente en el carbono y, de repente,
después de la extinción de los dinosaurios, aparecieron un tipo de algas
diatómeicas con silicio, aunque el carbono seguía es ando en los sistemas
principales como el ADN, pero tenían estructuras que dependían de polímeros del
silicio. Sabemos que es a extinción está conectada a la llegada de un gran
cometa y, probablemente, con el cometa llegó esta nueva vida. Parece, por
tanto, que los cometas tendrían una relación directa con la vida en la Tierra,
y pueden ser contenedores y transportadores de vida.
Los proyectos dirigidos a la
búsqueda de vida en otros planetas están en primera línea de actualidad. No
parece ilógico pensar que es probable que otros planetas y satélites del
Sistema Solar, puedan haber sido colonizados por microorganismos. Es probable
que en cualquier lugar en el que la vida pueda sobrevivir, habrá vida como
mínimo microbiana.