jueves, septiembre 29, 2011

JEAN JACQUES ANDRE, 55 AÑOS FOTOGRAFIANDO DIOSAS

Hay artistas que son tan fascinantes que deslumbran por si mismos. Jean Jacques André es una pasada, una depuración total y sublime de un trabajo enorme de montajes, imaginación, técnica y buen gusto. Un enciclopedia gráfica de simbolismos, mensajes y contenidos que van más allá de la realidad que nos envuelve. Sus mujeres son diosas rescatadas de otros mundos, geometrías que dibujan escenarios elocuentes y provocativos en medio de universos oscuros, es el contraste de lo bello y lo macabro, de la sensualidad y la perversión, una dicotomía contraria pero adyacente en el deambular del alma humana. Son trabajos regresivos, imágenes que te conducen hacia los avatares primigenios de la historia, cuando las tierras eran gobernadas por monstruos y amazonas, diosas y bestias, héroes y villanos, en una lucha constante por la supervivencia y el reestablecer del dominio humano. Bestiarios, onirismos, drama, oscuridad, erótica, sensualidad, tiempo, mitos, rituales, se funden en una espiral intemporal que reconstruye historias en si misma; la utilización del desnudo confiere un mensaje artístico concreto y una ubicación profunda en la escenografía desarrollada. Nada se escapa al artista, todo está sumamente encajado como un puzzle inteligente donde las piezas componen una realidad fantástica y perversa que incitan a soñar, a detenerse en  y entrar en el núcleo histórico de la Humanidad.

KarlFM.-


Nací, crecí y me eduqué en Marsella, Francia. Desde muy pequeño mi vida estuvo fuertemente marcada por la familia aunque la mayor fue la de mi padre, un pintor simbolista que realizaba dantescos paisajes con ninfas y sátiros, templarios, trovadores, mitos y leyendas inspiradas en los grandes poetas. A los 12 años ya sabía que iba a ser pintor, como mi padre. Mi pasión por la naturaleza me atrajo hacia la exploración de cuevas y lugares abandonados, donde podía encontrar imágenes dramáticas y efectos de luz parecidos a los que ya tenía grabados en la mente. Los desnudos simples nunca me interesaron; los desnudos para que tengan un valor artístico deben estar ubicados bajo una composición que exprese profundidad y significado. Posteriormente, la magia del cuarto oscuro me abrió las puertas a los fotomontajes, esto me permitió expresar emociones y experiencias almacenadas desde mi juventud hasta la actualidad. La pintura siempre fue mi válvula de escape y la mejora de este aspecto hizo que mi fotografía madurase en creatividad y contenidos. La experiencia multimedia y las multiproyecciones de diapositivas, fueron un medio fascinante para desarrollar gran parte de mi colección de trabajos fotográficos. Actualmente me he adaptado sin problemas a la fotografía digital, permitiéndole una mayor libertad y posibilidades a la hora de realizar mis fotomontajes.

En la pintura he podido expresar mis sentimientos y emociones más que con las fotografías. Ciertamente, con la cámara, representar belleza y la sensualidad de las modelos es fácil, pero no es suficiente. Yo quería ser más profundo, conocer y entender el tema, traducir las emociones y los sentimientos. Si una foto cuenta una historia es lo que realmente me vale. El proceso técnico es secundario al mensaje. La reacción que provoca la imagen es lo que me motiva. El no ser aceptado por el puritanismo todavía añade más incentivos para llevar a cabo mi estilo.

La década de 1980 vio grandes cambios en la fotografía. De la pura belleza y sensualidad  se cayó en la vulgaridad y en la degradación, en muchos casos, representaban el cuerpo femenino solo como un objeto sexual que carecía de belleza y de alma. Me sentí angustiado al observar esta caída de valores y ética porque fue el principio del increíble mercado de la pornografía.

Mi trabajo durante esta década se destaca por un cambio a una nueva forma de expresión y presentación fotográfica: la experiencia multimedia. Las multi proyecciones de diapositivas fue una directa consecuencia de mi trabajo de diseño en los museos. Las multi pantallas y multi proyectores, que van desde tres a doce proyectores, junto con todos los equipos electrónicos, de sonido, mezcladoras, cintas, etc., causaron un fuerte impacto. También fue el comienzo de una mayor revolución tecnológica que introdujo nuevos medios de reproducción de imágenes, la llamada fotografía digital, cambiando para siempre la manipulación de las imágenes fotográficas.

Jean Jacques André
Para poder disfrutar al completo de su inmenso e increíble portafolio, podéis visitar su página Web www.jjandre-ca.com.


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