La fotografía es un lenguaje en constante expansión y experimentación, una gestación que nunca termina mientras haya almas que sientan, perciban, capten y desarrollen las diferentes realidades existentes y sus interpretaciones. Cada fotógrafo es un ente distinto que en su mundo interno se agitan todas las variables que su sistema es capaz de engullir y digerir. Las imágenes de Christopher Gilbert, son una claro ejemplo de ello, muchas de ellas dedicadas estñan al mundo de la publicidad, una publicidad singular, vanguardista que busca alejarse de los sistemas convencionales o meramente encasillados como fotografía puramente comercial; se trata de imágenes son originales, distintivas y altamente creativas; de hecho son mucho más que simples fotografías: son mágicos montajes y retoques de alta calidad en los que realidad y fantasía se confunden. Son, como diria un experto, puro arte conceptual.
