lunes, enero 12, 2009

LA CULTURA HOY EN DIA ES UN NEGOCIO, SI ES QUE EXISTE

La cultura es uno de los bienes más ricos que posee el ser humano y en cambio uno de los más despreciados actualmente, al menos en gran parte de sus sectores. Curiosamente lo que más eleva al ser humano hoy en día es lo que menos se lleva. Simplemente basta dar un paseo y ver el panorama que nos envuelve.
España es uno de los países de la UE con menor índice cultural y esto es una vergüenza. Cuando viajas descubres que, países aparentemente menos desarrollados, nos superan en formación y cultura, así como en otras cosas. Esto a mi me jode, y a ti? Tu sabrás. Yo procuro culturizarme pero parece ser que la cultura es un valor demodé. Ya no hablemos de los malditos idiomas. Mientras los españoles nos encerramos en nuestro “gran castellano” repudiando lenguas internas como el catalán, el vasco y otros, en una clara lucha por imponer una sola, los foráneos aprenden, desde que nacen, dos idiomas como mínimo, el propio y el que les permite hablar con el resto del mundo, el inglés. Mientras otros países investigan, crean y desarrollan, los españoles no tenemos nada en lo cual seamos vanguardia europea. Bueno hace pocos meses por fin, después de muchos siglos, alguien se le ocurrió exportar ricos jabugos, únicos en el mundo, a los EEUU. Los alemanes, para mi, la primera potencia Europea seguida de Francia, pueden presumir de multitud de productos propios, industrias, inventos, marcas, que son top mundial como marcas y eso motiva gran parte de su riqueza como naciónes. ¿En qué somos los number one los españoles? Mejor corramos un tupido velo. Por suerte, últimamente, empezamos a destacar en algunos deportes, ya era hora. A ver si por fin despertamos del gran letargo del "glorioso pasado" de Hernán Cortés.

Los españoles tenemos la insana costumbre de no leer, de pasar de aprender, preferimos incluso importar o franquiciar que investigar, crear, producir: somos comodones incluso vagos y en vez de un libro preferimos ver la tele o ir a la cafetería a tomar las bravas con la caña. Para los curros bajos hemos abierto las puertas a los recogedores de olivas, de fresas, a las chachas, prostitutas, camareros, etc, y encima se les explota muchos aun sin papeles; en cambio, a las mentes brillantes, a los cerebros potentes, les pedimos el oro y el moro, les ponemos todo tipo de dificultades, tardamos años en convalidar sus titulaciones, etc; eso es mala política señores, eso es ser idiotas.

La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada, es la información y habilidades que posee el ser humano para poder desarrollarse como tal; cualquier abandono de ese conjunto, es descender al estado más salvaje y primitivo, y convertirse en una variable al son de cualquier soplo huracanado. La cultura pues, ayuda a conocer el mundo, la vida, las cosas, las gentes, el entorno, el sistema donde vivimos, algo que precisamente no interesa en estos tiempos modernos. El intercambio de culturas enriquece y la importanción de talentos hace crecer el nivel de un país.

La cultura, al igual que las razas, siempre es producto de un mestizaje. Las razas puras acaban por extinguirse. No podemos empequeñecer la misión de enriquecernos a través de la cultura asignando un modelo, estilo u obra a un país. Hoy tenemos un concepto planetario de todas las cosas. Un negocio no es negocio si no es planetario. Lo mismo ocurre con un libro, una canción, un videojuego? El concepto de nación, país o estado forma parte del pasado. Incluso, en el campo de la cultura. Nunca hemos contado con los presupuestos que tenemos hoy para ir en busca de una cultura universal, es decir, la compenetración de todas las razas, sentimientos, sueños, lenguas y formas de entender la existencia en este planeta.

Ante todo lo dicho podemos decir que la cultura define la personalidad, conducta y talento de una nación y su nivel coloca a ese país donde merere estar. Todos sabemos en que nivel se encuentra España, las estadisticas cantan y cuando viajas al extranjero ves lo que saben de nosotros: mañana-mañana, fiesta, toros, siesta, flamenco, sol ... lamentablemente el tópico aún persiste.

Según la UNESCO, la cultura da al hombre la capacidad de poder reflexionar sobre sí mismo, de hacerlo más humano, racional, crítico y éticamente comprometido. A través de la cultura el ser humano puede discernir valores y realizar opciones. Gracias a la cultura el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones y limitaciones, busca incansablemente nuevas significados y crea obras que lo trasciende. Eso permite que la Humanidad avance. La mejor politica cultural es la de ofrecer instrumentos para que la libertad se exprese.

Sin embargo, hoy en día la cultura ha perdido su verdadera función, convirtiéndose, por una parte, en un arma de control social al servicio de los dirigentes más desaprensivos y ambiciosos, y por otra parte, en un negocio muy lucrativo desde que ésta se integró en la perversa industria del entretenimiento. Esta nueva forma de cultura, basada en la vaciedad de contenidos y en la creación de envoltorios muy sugerentes, es la estrategia de vender un mal producto en un envase atractivo y fácilmente consumible. Como suele decirse en el mundo del marketing, para entretener no hace falta exigir demasiado al entretenido, estudiando sus comportamientos fácilmente es vendible cualquier cosa. Cuando observamos la realidad actual pronto nos percatamos de ello: cotilleo, humor de sal gorda, morbo, violencia, sexo bruto, publicidad, repetividad, la vida como es según la perspectiva que interesa mostrar. Es una sociedad inmersa en la cultura del yo y del ajetreo, y en donde muchas veces hablar o leer sobre cualquier elemento de la cultura es lo que menos que interesa. Hoy la gente está más interesada en saber qué es lo que va a pasar con el aumento en los precios de la gasolina, los shows políticos. Hay un buen grupo de gente que, al comprar el periódico, se va directo a mirar las últimas páginas, pues quiere saber qué es lo que pasa con los grandes de la farándula. El otro factor que amenaza los contenidos culturales está relacionado con aspectos económicos, pues los diarios invierten cada vez menos en las secciones culturales.

Por eso, la situación que vive actualmente el mundo de la cultura es irremediablemente preocupante, tanto a nivel de producción, como a nivel de consumo. Tendemos hacia una sociedad inculta, donde presta atención a la trascendencia pero si en cambio a cualquier frivolidad hortera bien promocionada. Y España se traga todo sin rechistar, la irredimible ignorancia del pueblo español y su incurable analfabetismo es imperdonable, pero lo peor de todo es perder el propio olfato, es decir, no saber distinguir entre calidad y basura. Por ejemplo y confirmado por las mentes más brillantes de la literatura hispana, el 99% de las novelas que se publican en España son malas sin paliativos y tanto los críticos como los periodistas ignoran lo excelente y enaltecen la bazofia; eso es algo que ocurre en todos los terrenos de la cultura y la vida, el mal gusto, la mediocridad, lo malo están de moda incluso patrocinado desde las grandes esferas del poder. Todos los críticos siempre reman a favor de la corriente que más empuja y les paga ... La gran mayoria de “culturales” triunfantes de hoy en día no distinguen una estupidez de un pensamiento profundo. Ya no surgen personajes como Nietzsche, Camus, Marcuse, Malraux, Virginia Wolf, Graham Greene, Günter Grass, Borges, Sabato, Baroja, Valle Inclán, Hermann Hesse y otros de parecido calibre, lo que sobresale son los endebles mentales que cocean el diccionario, le retuercen el cuello a la sintaxis, practican una estética obsoleta cuando practican alguna y, sobre todo, dicen chorradas que sonrojarían a un camaleón daltónico (Manuel García Viñó, El Pais. La Cultura Como Negocio).

Quienes podrían poner remedio a semejantes desmanes, carecen de criterio, andan sobrados de intereses o pasan de todo. Siguen la línea marcada desde la cúpula: convertir a la gente en perfectos idiotas. Quienes se resisten se preguntan … ¿qué se podría hacer?

Hoy en día, existe una cultura audiovisual que puede ser una amenza a la libre comunicación y la manipulación de los grandes mass media, por eso creemos que el usar esas herramientas que los mass media controlan, podemos cambiar la forma de uso y llevar a cabo una importante labor de resistencia desde la perspectiva de la ContraInformación.

El profesor Vidal Beneyto hay que generar una “resistencia cultural”, señalando algo asi como la creación de un movimiento encaminado a impedir que la mercantilización siga apoderándose de los procesos y actividades humanas y de la cultura. El mal está tan avanzado porque la gente vende su alma por muy poco. Según Manuel García Viñó, nos iría bien un nuevo Mayo del 68, un movimiento fuerte antiglobalización, contra las mafias culturales, contra el monopolio editorial, contra todo aquello que se opone al libre pensamiento al enriquecimiento social. Sólo eso despertaría conciencias ahora adormecidas que darían a muchos jóvenes la alternativa de abrir los ojos antes de que les pusieran las anteojeras. Por lo menos, habría que incomodar a los mercaderes y a sus cómplices, especialmente a ésos que van de progresistas en otros campos que no afectan a su posición de privilegio, pero que en el de la cultura se prestan a los chanchullos y monopolios de las grandes compañías y medios.

Estamos en tiempos de dictadura cultural, de poder absoluto de las grandes multinacionales y grupos de poder global que se hacen dueños de todos los medios de información, comunicación y transmisión cultural. En ningún lugar como en España (y países de habla española) se ha producido un totalitarismo cultural como el que padecemos. Esta cacareada democracia no es más que una prolongación del franquismo, “enriquecida” con televisión basura, cotilleo, pornografía y bingos. Recuerdo un sabio dicho rumano que dice: Hay veces en que las gallinas vuelan más alto que las águilas; pero las gallinas nunca alcanzarán las nubes.

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