No es la última película de James Bond, tampoco un Best Seller de Ciencia Ficción, y menos una obra de teatro, aunque si podría ser cualquiera de las tres, se trata de algo mucho más sobrecogedor, de terror real, que de verlo plasmado en la gran pantalla, saldríamos dando tumbos simplemente por 10 minutos de su visión. Lamentablemente es cierto, existe en la vida real, todos los días, en cualquier parte del mundo y es que algunos inseres humanos se han convertido en mensajeros del diablo cuya diabólica misión es destruir vidas.
Según el recuento de la Red Estatal de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, entre 1999 y 2003 trescientas quince mujeres murieron a manos de sus maridos, parejas o ex compañeros. En 2004, setenta y dos mujeres fueron asesinadas; por lo que llevamos del 2008 el número de muertes sobrepasa las cincuenta. Es la triste realidad de seres cuyo único error fue enamorarse de la persona equivocada, de aquel ser que en lugar de amarla optó por el reverso tenebroso de la maldad.
Murieron apuñaladas, atropelladas, violadas, quemadas vivas, descuartizadas, lanzadas al vacío ... En muchos casos, tras soportar malos tratos y torturas durante años en silencio. En muchos otros, después de denunciar agresiones y amenazas en múltiples ocasiones. Ni el sistema judicial ni las Fuerzas de Seguridad supieron o pudieron protegerlas.
Durante los seis primeros meses del 2003 se contabilizaron 8.605 denuncias por delitos de lesiones y malos tratos en el ámbito familiar, y 21.865 denuncias en el semestre de 2004. Las detenciones efectuadas por las Fuerzas de Seguridad por este tipo de delitos han pasado de 2.731 a 11.411 en esos mismos periodos. La cantidad de solicitudes de órdenes de protección. Desde el 1 de agosto de 2003, fecha en la que se aprobó la orden de protección inmediata contra la violencia doméstica, los jueces han recibido 7.869 solicitudes y se han dictado 4.987 órdenes de alejamiento. Actualmente las estadísticas van subiendo.
Aunque las víctimas del terrorismo doméstico son mayoritariamente mujeres, los niños y los mayores, por su vulnerabilidad, son objeto también de agresiones. El 44% de los que sufren maltrato en nuestro país tiene menos de 13 años. Casi la mitas de las 6200 denuncias registradas por el Ministerio del Interior en 2007 corresponden a niños. La violencia afecta en mayor medida a las niñas, cuyos casos de abusos ascienden hasta un 65% y 3 de cada 10 maltratadas tienen 16 o 17 años. En cuanto a los hombres, sólo el 5% de las muertes masculinas se debe al ataque de sus parejas y del índice total de violencia doméstica, los maltratados representan también un 5%.
Ante la magnitud del fenómeno, en todo el mundo se están llevando a cabo campañas de sensibilización para acabar con esa violencia sexista, una de las tantísimas asignaturas pendientes de nuestra sociedad y que es una lacra de la cual debemos liberarnos para siempre.
Dicen que la vida es el bien más preciado que existe, sin embargo, parece que hay personas que no valoran la misma como tal; dicen que la imperfección del hombre inspiró a Dios para crear a la mujer, símbolo de vida, de sensibilidad, inteligencia y fuente de supervivencia. Por eso ell hombre que maltrata a una mujer desprecia todo eso, y lo que es peor, detesta la vida y la madre que le dio la posibilidad de vivir. El hombre que maltrata a una mujer no es un hombre, es un ser despreciable, indigno de llamarse hombre y como hombre que soy es una vergüenza para nuestro sexo.
Matar la vida es el acto más vil que existe, contrariamente al de crear vida que es el más hermoso. Los hombres que maltratan a las mujeres son hombres malos, alterados internamente, son gente que vienen de un submundo donde la vida no tiene valores, dónde la mujer es algo débil, sumiso y destructible. Los hombres que piensan así, son seres sin alma, monstruos que aniquilan la creación más bella que ha dado la vida. Como dice el anuncio … “ante el maltratador, tolerancia cero”.
http://es.youtube.com/watch?v=HWbPH3sMKYs
“La violencia de género no distingue raza, cultura, religión o nacionalidad. Existe en todos lados y no podemos esperar que las mujeres sean las únicas que la denuncien ... "El periodismo cobra dimensión y fuerza cuando se realiza desde la vocación y el compromiso con el mundo y la justicia. Los periodistas son los ojos, la voz y los oídos a través de los cuales millones de personas conocen y ven el mundo".
Cristina del Valle
Saludos.