Mahatma Gandhi dijo un vez "Perder la individualidad propia y pasar a ser un simple engranaje de una máquina es impropio de la dignidad humana". Y es que la forma mental del encadenamiento a algo es una estúpida lógica de la rutina que nos lleva a hacer las cosas porque simplemente la gente las hace. Nada hay peor que seguir la corriente de las manadas, dejarse arrastrar por ese flujo anodino que te lleva a un mimetismo crónico. El conformismo frena cualquier avance y diversidad, porque no es más que actitud miedosa al cambio. Los grandes espíritus siempre han sido diferentes porque han hecho del cambio algo necesario en sus vidas, es decir, se han opuesto a ser del montón.
La sociedad es el resultado de poner límites a las acciones y deseos del ser humano. Ser diferente dentro de ese núcleo social es la salida inteligente de quien busca algo más. La vida no se reduce a seguir los cánones impuestos, guionarse dentro del estándar manipulado. Vivir es ser tu mismo, con tus ecuaciones, tus raíces cuadradas, logaritmos o formas geométricas. Somos pura arquitectura e ingeniería pero con psicologías distintas. Vivir es pues eso, seguir tu camino, creer con tus objetivos, con tu gente, con tus sueños, con tus cosas tal como las ves, las sientes, las imaginas, las piensas o las deseas; todo lo demás sigue su propia dinámica independiente; si sigues la corriente preestablecida es morir mientras crees que vives. Cada persona es Poder, cada persona debe cultivar el cambio como ley de supervivencia, cada persona debe aprender a ser diferente, a brillar con su propia luz, sean velas, fuegos artificiales, neones o bombillas de bajo consumo. La cuestión es ser energía y luz.
Pero ¿qué nos hace ser diferentes? ¿La forma de pensar, de vestir, de hablar, el color de piel, de ojos, la estatura, el coco. los sentimientos, la visión de la vida, las creencias, los defectos, las virtudes? ... ¿la combinación de todo, algo en particular?
Sin lugar a duda, cuando nacemos nos abren la cabeza como una lata y nos meten en ella los guisantes que deben condimentar la ensalada de nuestras vidas. En este proceso de almacenamiento y conservación se nos inducen ideas que condicionan nuestra conducta. Es decir, de paso que nos dan guisantes nos meten el cangrejo que nos corta con sus patas y nos dicta hacer lo que otros nos dicen; es decir, nos obligan a aceptar que “hay determinadas cosas que son así y no pueden ser de otra manera“. De manera muy sutil, nos obligan a seguir un estándar impuesto. Si por H o por B te apartas de ese estándar pronto te señalan con el dedo o hacen comentarios molestos. Ser diferente, pues, parece que ofende, porque para muchos tener un estilo propio en las cosas no siempre es encajado positivamente. Yo soy el que soy, siento y pìenso a mi manera, porque es mi vida, habrá cosas que aceptaré porque las considero lógicas sin embargo otras no. Sólo de pensar que la gente pueda pretender encerrarme en un esquema preestablecido, me pone enfermo. Para mi libertad es vivir sin cercos, sin vallas ajenamente impuestas, es decir, poder elegir las cosas que te gustan y las que no, pero si decides voluntariamente encerrarte en un espacio o linea concretos, que sea porque tu eliges que sea sí. Hermann Hesse lo dejó bien claro en uno de sus libros famosos: "los que son ellos mismos tienen un estigma que los hace diferentes; muchas veces eso crea rechazo pero en otras admiración; lo importante en una sociedad es aprender a ser tu mismo".
Hay que tener el coraje de ser diferente a la mediocridad. Por ejemplo, una de las ventajas de moverse entre países distintos es que ves cosas, personas y situaciones que te demuestran que el género humano es muy pecualiar ya que sus comportamientos y gustos se mueven en torno a diferencias muy notables; a pesar de existir un gran porcentaje de seres miméticos, en el núcleo del propio dinamismo diario siempre puedes ver gente que brilla con luz propia, el resto obedecen a parámetros simples que los convierten en piezas que se comportan de igual o parecida manera.
Una de las cosas que más me sorprenden cuando ando por la calle o me relaciono con personas, es contemplar su manera de vestir, de diferenciarse de la masa con algo tan simple como es la segunda piel que todos llevamos desde que nos avergozamos de nuestra desnudez. En eso existen muchas diferencias y éstas dependen de cada lugar. Es cierto que mucha gente no da importancia al look personal, todo lo centran en la mente o el corazón; estas personas son entes disociados y por ello se visten como si fueran sacados de una fábrica de hamburguesas. Las personas suelen proyectar en su exterior lo que son interiormente. Yo, por ejemplo, pienso que la forma de vestir demuestra si tienes el supuesto equilibrio entre lo externo y lo interno, es decir, entre lo que hay dentro y lo que se ve por fuera. El miedo a ser diferente hace que muchos se mimeticen a la hora de la necesidad de diferenciarse externamente. ¿Por qué? Porque la homogenización en el vestir viene dada por “la falta de creatividad de la sociedad y, sobretodo, porque hay mucho miedo estético, miedo al ridículo, a dar la nota”. Los filósofos griegos, unos de los más inteligentes que ha dado la Humanidad, decian: "mente in corpore sano", porque ambas cosas forman el ying & yang de la persona.
Ser diferente es una forma de sentirse vivo y cuando uno se siente vivo, siente dentro de sí esa capacidad vital, esa fuerza arrolladora que le impulsa a seguir en la brecha y a hacer cosas extraordinarias. Pero "cuando nos anclamos en la monotonía, en la desidia, en esa falsa concepción de valorar más lo interno o lo externo o viceversa, estamos desajustados y no solo perdemos energías sino que nos condenamos a un cobarde e irremediable suicidio existencial". Ser diferentes, pues, nos enriquece.
La ropa, como otras cosas, es una manera más de sentirse diferente. No entiendo esos "clichés" impuestos en los trabajos, en las escuelas, en la sociedad en general, de que hay que ir de una manera concreta según la mente de quien lo manda. Todo es relativo señor Director!!!! incluso Usted es también relativo, hoy está y mañana no. Usted puede lucir ropajes según su propia estética que, de bien seguro y para otros, será de mal gusto, simplemente porque los parámetros medibles de la mente humana son diferentes. Esa es la gran virtud de ser humano y no animal. La capacidad de poder elegir o de ser uno mismo no se miden en base a como uno va vestido, sino en la capacidad de los resultados como individuo. Alguien que marca a los demás la manera de vestir puede ir con traje de Moschino y corbata de Thierry Mugler y ser un perfecto inútil o un mangante de guante blanco. Los personajes que censuran a los demás son poco fiables, deberían mirarse en el espejo todos los dias y ver en el espejo que tienen ellos mismos de censurable. Hay países, por suerte, donde las mujeres y los hombres se visten con estilos atrevidos, sensuales, con diseño o modernidad, porque para ellos la vestimenta es un arte, un estilo, una manera de sentirse mejor según su propia biopsicología. En otros países, sin embargo, la mente se estrecha porque las neuronas han llegado a un límite, su apariencia es tan gris y aburrida que a veces no sabes si esa persona ya la has visto repetida en otros lugares. Son los tipicos "copy & paste" de la sociedad.
Cuando una persona decide ser gris es porque tiene un alma gris, algo en su interior le impide ver el cromatismo y diferenciación de la vida y sus formas existentes. Es lo que popularmente se conoce como tipos de mente estrecha. Precisamente eso es algo que vemos todos los dias. Mucha gente se afea porque no saber sacarse partido, se odian a si mismos, y se autodestruyen disfrazándose de material gris. Al sentirse afeados amargan su carácter y hacen la convivencia difícil a los demás, en casa y dónde sea.
Por eso crear situaciones diferentes, destacarse de la masa o del fondo, nos da brio y brillo para seguir adelante, para sentirnos especiales. La diversidad hace que la vida sea más interesante puesto que genera la posibilidad de disfrutar de diferentes alternativas, reacciones y procesos. Es una actitud que incluso la propia Naturaleza aprendió cuando decidió un día crear el mundo, un mundo no gris, sino un mundo multicolor donde la diversidad fue y sigue siendo la más sublime de las bellezas. Por suerte todavía hay personas especiales y por suerte ..... "je suis different, aussi".
KarlFM.-