La Humanidad ha tenido, desde sus orígenes, un constante conflicto entre las fuerzas del Bien y del Mal, las mitologias y las religiones son testimonio de ello, sin embargo, ambos conceptos son consecuencia de la elección humana. Según la visión judeo-cristiana el origen de esta dualidad viene dada desde que Adán y Eva se rebelaron contra Dios y el hijo de ambos, Caín, mató a su hermano Abel. Estas fueron las primeras decisiones equivocadas del ser humano y a las que siguieron otras innumerables hasta la propia actualidad. Los conceptos del Bien y del Mal son pues relativos porque como tales no existen sino que son consecuencia de las acciones humanas que, a su vez, están fundamentadas por las distintas concepciones religiosas y morales de cada sociedad.Una cosa es buena cuando nos conviene y mala cuando no nos conviene, por tanto todo depende del color del cristal con que se mira, es decir, depende de todos esos conceptos que nos inculcan, de todo aquello que determinan nuestra apreciación de lo qué es lícito y lo qué no lo es, de quién hace bien y quién hace mal.
Existen millones de personas que no le ven sentido a la vida actual por que ven como el más fuerte se aprovecha del más débil y que el mundo esta lleno de maldad. Para estas personas el mal esta en eso también y sin embargo el bien no suele castigar esas acciones porque las acepta como valores normales dentro de una sociedad donde se incentiva la máxima competividad para alcanzar el máximo beneficio incluso sin importar los medios usados. ¿Por qué existen personas que deberian dar ejemplo de bien y en cambio se comportan mal y viceversa? ¿Por qué la gente sin escrúpulos escalan en la sociedad y es bien visto? Hay respuestas pero son extensas. En resumen podriamos decir que la sociedad actual es como es porque se fundamenta en la ambición.
Aunque todos aspiramos a vivir bien, la palabra "bien" no significa lo mismo para todos. El bien y el mal dependen el uno del otro y lógicamente de la interpretación que demos a los mismos. Cada sociedad impone los limites. Por ejemplo, ser castigado por hacer algo que se sabe se debe hacer pero que nadie quiere ensuciarse las manos con ello, me parece injusto, es decir, justificar asesinatos políticos en nombre del deber patriótico, realizar operaciones encubiertas por parte de organismos oficiales para salvaguardar los intereses de un grupo de Poder o gubernamental, invadir paises para agenciarse sus recursos naturales, torturar hasta la muerte para obtener confesiones falsas, generar guerras, caidas de gobiernos, dejar morir de hambre a paises enteros mientras las inmensas riquezas materiales de la Iglesia Católica se acumulan sin cesar, etc. Todo esto es malo y, sin embargo, está justificado desde quienes amparan el Bien y supuestamente lo hacen cumplir. Incongruencias de esta sociedad.
Cuando somos pequeños nos enseñan que los malos son malos y que los buenos son buenos, es decir, el eterno concepto del Bien y del Mal y sus correspondientes inquilinos. Sin embargo esto no es tan cierto como parece. Por un lado, los que ejercen de “buenos” (políticos, jueces, ejército, fuerzas de seguridad pública, religiosos, etc. no son tan buenos como intentan darnos a entender, entre sus filas hay malos tipos, abusadores, manipuladores, oportunistas, explotadores, mafiosos, violadores, perversos, ladrones, asesinos, estafadores, conspiradores y toda clase de calaña denominada “negativa”. Por otro lado, los que les han sido catalogados con la etiqueta de “malos”, muchos lo son por circunstancias ajenas a su voluntad, otros porque no les queda más remedio, otros porque les han involucrado e incluso mas de los que nos pensamos son gente buena o inocente. ¿Cómo se come esta ensalada de extraños elementos?
Cuando veo, oigo y leo las noticias de los “mass media” sinceramente me asusto, no por las cosas malas que cuentan, que son a cientos, ni por la constante manipulación que hacen de las cosas o por saber que solo cuentan aquello que les interesa y ovbian el resto (lo bueno no vende); me asusto realmente porque a través de las noticias huelo el subfondo escatológico que existe dentro de los estamentos del Poder, de los organismos oficiales y de todo ese poderoso tejido que supuestamente es quien dirige y se cree en posesión de la verdad, de la bondad y del “bien savoir faire”, como dirian los franceses. ¿Quién controla a los que se creen propietarios de la verdad? ¿Quién controla a los que deben hacer cumplir el Bien? ¿Qué hay detrás de las grandes operaciones financieras, de las decisiones políticas de los jefes de Estado? Incluso la misma policia que, teóricamente son los buenos, debe ser controlada porque se les va la mano y las oscuras ambiciones.
Hay que aprender a tener un sentimiento critico y racional de la realidad que nos envuelve, de todo aquello que nos quieren “vender” desde el lado "bueno" como desde el "malo", porque sinceramente muchas veces cuesta reconocer el color del fuego que mantiene el caldero caliente, dicho en otras palabras, ver lo que no se ve pero está, ver quién y qué mueve los hilos de la vida y ver quien se beneficia con todo ello. La franja que separa el Bien del Mal es tan pequeña que fácilmente un Jedi puede convertirse rapidamente en un Dark Vader; NI EL BUENO ES TAN BUENO NI EL MALO ES TAN MALO.
