"Es un camino largo, pero no importa, el camino es la vida".
Jack Kerouac.-
La Ruta 66 se ha hecho un mito: su nombre provoca cantidad de asociaciones y sueños románticos. Su fama proviene de buscadores, de libros, músicos, y aventureros de toda índole; un espíritu rebelde que ha recorrido el espacio tiempo hasta convertirse en mito y leyenda, un eslabón perdido entre geologías diferentes en la eterna búsqueda de uno mismo y su existencia. La ruta simbolizaba el optimismo de encontrar la libertad, la independencia y las nuevas oportunidades al fin de un largo viaje. El sueño de todo buscador de aventuras.
Hace tiempo la Ruta 66 recorria más de la mitad de los Estados Unidos. Por casi medio siglo fue la principal ruta comercial y la mayor arteria turística hacia la costa oeste. Durante todos esos años, la Ruta 66 obtuvo cierto carácter mistico, que aun se recuerda con cariño. Ya han pasado sus dias de gloria y la mayor parte de la antigua ruta ha desaparecido, pero su nostalgica atracción aún continúa porque sigue atrayendo a miles de aventureros. ¿Lo ideal? Recorrerla sobre una mítica Harley Davidson o los clásicos coches americanos de los 60-70, mientras la música despedaza tus tímpanos. Como decía Jack Kerouac
"Un coche rápido, una larga carretera y una mujer al final del camino"
("On The Road").
La Ruta 66 representó para los norteamericanos la esencia de su forma de viajar. Se conservan muy pocos tramos originales de la 66, pero la "Calle Mayor de América" como la llaman allí, conserva todavía un gran significado. Es un recorrido para degustar el tiempo y el asfalto. Para alojarse en miserables hoteles polvorientos, detenerse en viejos cafés destartalados y gasolineras de pintura desconchada. La búsqueda de uno mismo, como en todas las grandes peregrinaciones, preside el rodaje por este asfalto sucio y falso. La reflexión interior y la búsqueda de los sentidos. Porque aparte de eso, no hay mucho más que ver.
Jack Kerouac.-
La Ruta 66 se ha hecho un mito: su nombre provoca cantidad de asociaciones y sueños románticos. Su fama proviene de buscadores, de libros, músicos, y aventureros de toda índole; un espíritu rebelde que ha recorrido el espacio tiempo hasta convertirse en mito y leyenda, un eslabón perdido entre geologías diferentes en la eterna búsqueda de uno mismo y su existencia. La ruta simbolizaba el optimismo de encontrar la libertad, la independencia y las nuevas oportunidades al fin de un largo viaje. El sueño de todo buscador de aventuras.
Hace tiempo la Ruta 66 recorria más de la mitad de los Estados Unidos. Por casi medio siglo fue la principal ruta comercial y la mayor arteria turística hacia la costa oeste. Durante todos esos años, la Ruta 66 obtuvo cierto carácter mistico, que aun se recuerda con cariño. Ya han pasado sus dias de gloria y la mayor parte de la antigua ruta ha desaparecido, pero su nostalgica atracción aún continúa porque sigue atrayendo a miles de aventureros. ¿Lo ideal? Recorrerla sobre una mítica Harley Davidson o los clásicos coches americanos de los 60-70, mientras la música despedaza tus tímpanos. Como decía Jack Kerouac
"Un coche rápido, una larga carretera y una mujer al final del camino"
("On The Road").
La Ruta 66 representó para los norteamericanos la esencia de su forma de viajar. Se conservan muy pocos tramos originales de la 66, pero la "Calle Mayor de América" como la llaman allí, conserva todavía un gran significado. Es un recorrido para degustar el tiempo y el asfalto. Para alojarse en miserables hoteles polvorientos, detenerse en viejos cafés destartalados y gasolineras de pintura desconchada. La búsqueda de uno mismo, como en todas las grandes peregrinaciones, preside el rodaje por este asfalto sucio y falso. La reflexión interior y la búsqueda de los sentidos. Porque aparte de eso, no hay mucho más que ver.
En la década de los años 20, cruzar los Estados Unidos de la Costa Este a la Costa Oeste era algo bastante duro. No habían había servicios, las rutas estaban medio perdidas por los desiertos, cordilleras y enormes praderas e incluso muchas de ellas eran simples caminos de tierra casi impracticables. Esto fue así hasta que dos empresarios de Oklahoma e Illinois decidieron poner fin a esto.
Tras mucho luchar con el gobierno, consiguieron que se aprobara el proyecto de unir ambas costas estadounidenses. Una vez puesta en marcha su construcción, hacía 1926, se tardaron 12 años construir los 4.000 km de asfalto que unían los estados de Illinois, Missouri y el borde de Kansas. En Oklahoma giraba hacia el oeste, atravesando el norte de Texas, Nuevo México y Arizona, hasta llegar finalmente a California. La Route 66 terminaba en Los Ángeles, en las playas de Santa Mónica. Rápidamente se transformó en el corredor este-oeste favorito, en una vía muy transitada por camioneros, turistas y buscadores del sueño americano, cosa que los habitantes de las zonas por dónde esta ruta atravesaba aprovecharon para sacar negocio: moteles, gasolinera, tiendas de regalos, museos, atracciones...etc. Era el camino que llevaba hacia el sol, la abundancia y la Tierra Prometida, hacia la dorada California. La 66 era la carretera madre, "la carretera de la huida", como decía el estremecedor libro de John Steinbeck, "Las Uvas de la Ira".
A lo largo de toda la ruta (atravesaba ocho estados y tres zonas horarias) comenzaron a florecer gasolineras, talleres, tiendas de souvenirs, moteles, hoteles y todo tipo de servicios para el conductor, llegando a recibir el sobrenombre de “el Motel del Conductor”.
El principio del final de la Ruta 66 vino en 1956 con la firma de la "Interstate Highway Act" (Ley de Autopistas Interestatales) por el presidente Dwight Eisenhower. Como general destinado en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, observó con admiración la red de autopistas alemanas "Autobahnen". Eisenhower imaginó un sistema de carreteras similares en los Estados Unidos en el cual fuera posible viajar a gran velocidad de un extremo a otro del país sin paradas, así como también movilizar tropas en caso de una emergencia nacional.
Desafortunadamente la denominada "Mother Road" (Ruta Madre) cayó víctima del progreso. Las súper autopistas y rutas interestatales eran más grandes, más derechas y más rápidas y desde los años 50 en adelante empezaron a reemplazar a la vieja ruta 66. Hoy sólo quedan vestigios de la ruta madre. Todavía se puede encontrar secciones de la vieja ruta a lo largo de todo su recorrido original. Las calles principales de muchos pueblos del medio oeste orgullosamente despliegan carteles con la frase "Histórical Route 66". Lo mismo ha sucedido con los negocios que habían había montados en todo su recorrido. La mayoría están cerrados o abandonados, aunque aún quedan algunos abiertos.
Por toda la ruta se sitúan los elementos que la caracterizan, más pertenecientes al arte pop que a la historia académica: moteles con letreros de neón, tiendas de recuerdos, coches y motocicletas, gasolineras, cadáveres de viejos camiones, y una porción de los atractivos naturales que tiene el país: cuevas, cráteres, el Gran Cañón.
La carretera madre ha tenido muchísima influencia en la música y el cine americanos. Canciones como "Get your kicks on Route 66" o películas más recientes como Cars están basadas en la mítica ruta. La canción que le dedicó Bobby Troupe la popularizó durante los años cuarenta, o la mítica canción "Route 66" de los Rolling Stones y tambien tocada por Chuck Berry, Van Morrison o Depeche Mode, entre muchos más. Pero fue la "Beat Generation", capitaneada por su elemento más destacado, Jack Kerouac, quien la convirtió en la leyenda que es en la actualidad. La "Beat Generation" revitalizó la escena bohemia cultural norteamericana y asumió el carácter de manifiesto universal de una juventud que quería huir de lo establecido. Centró su lucha en contra de los valores tradicionalistas y puritanos de Estados Unidos, contra el "American Way of Life", un repudio implícito a los valores comerciales, para cuyo reemplazo proponían los ideales expuestos por Walt Whitman en "Hojas de Hierba".
La Route 66 describe los paisajes por los que se desarrolló la trama de películas como "Easy Rider", un mítico filme que protagonizaron Dennis Hopper y Peter Fonda y que describe a la perfección el estilo "Road Movie"· que llevó a los EEUU la moda Harley, la libertad y el rollo Hippie en los complicados años 60. Esta película es quizás la que mejor ha sabido recoger el sentido actual de la Ruta. Otro clásico fue "El Diablo Sobre Ruedas" angustioso thriller que fue la primera y probablemente la mejor película de Steven Spielberg.
El tiovivo de la película "El Golpe", que se conserva en Santa Mónica al final del recorrido, y la habitación en la que Clark Gable y Carole Lombard pasaron su luna de miel en 1941 son quizá, entre otros, unos de los atractivos turísticos más importantes de la ruta. También encontraremos pequeñas curiosidades como los pueblos donde filmaron “Rain Man” con Tom Cruise y Dustin Hoffman y “Las Uvas de la Ira” con Henry Fonda o el espíritu que inspiró a músicos como Don Williams, Eric Clapton, The Tractors, Gene Pitney, George Strait, Kenny Rogers o Emmylou Harris y un larguísimo etcetera.
"On the Road", la novela que el célebre escritor norteamericano Jack Kerouac (1922-1969) publicó en 1957, narra cuatro viajes que él mismo realizó entre 1947 y 1949. El enorme éxito que la obra tuvo entre los desarropados miembros de su generación contribuyó enormemente a popularizar la Ruta 66. El amor a los viajes, mejor cuanto más locos e imprevisibles, que su autor compartía con gran parte de sus contemporáneos, queda perfectamente definido en las narraciones que contiene. De esta forma resulta lógico el hecho de que no se conceda una especial atención al camino seguido en los viajes, ya que lo realmente importante es la forma en que suceden y las experiencias que aportan al viajero. Toda una generación, llamada "Beat Generation", tuvo en el libro su Biblia y en el viaje su camino. La Route 66 jugó un papel importante en este planteamiento, llenándose de "Hipsters", como eran conocidos los jóvenes de la época, haciendo autostop o conduciendo enloquecidamente en coches destartalados. Algunos años después, esta generación que llamaron "Beat" (perdida) y muchos de sus miembros, evolucionaría hasta lo que ahora conocemos como Epoca Hippie.-
"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas."
Jack Kerouac ("On The Road")
Artículo dedicado a mis amigos Marta & Jordi en su loca aventura por la mítica Route 66 (Agosto 2007).-
Jack Kerouac ("On The Road")
Artículo dedicado a mis amigos Marta & Jordi en su loca aventura por la mítica Route 66 (Agosto 2007).-