Teotihuacan, México, piramides parecidas a las sumergidas en
Japón
Cada vez que me detengo a
reflexionar sobre los misterios de la vida y la Tierra, me asaltan muchos
interrogantes que me demuestran que prácticamente no sabemos nada acerca de
nuestra historia y, que muchas de las cosas que nos han enseñado, no son
tales y, otras, están deliberadamente olvidadas o silenciadas. En realidad Sócrates
tenia razón: solo se que no se nada.
Las pirámides son una de las
edificaciones más extrañas y enigmáticas que existen; se ha escrito mucho sobre
ellas y se seguirá escribiendo porque, desde mi punto de vista,
encierran la clave de nuestra existencia y origen. Cabe observar que están
presentes en muchas partes, construidas en épocas diferentes y bajo civilizaciones alejadas en
su tiempo: Egipto, Sudán, México, Perú, la antigua Mesopotamia (zigurats
de Irán e Irak) , incluso Bosnia, Cuba, etc. Todas estas antiguas civilizaciones contienen pirámides cuyos usos y
características difieren entre si, aunque parecen seguir un patrón colectivo: reproducir
la misma forma geométrica. A esta forma se han atribuido características
de carácter mágico y efectos físicos especiales.
Arquitectos, arqueólogos e
historiadores coinciden en que la explicación para que la pirámide sea una
forma tan común es muy sencilla y no tan misteriosa: la pirámide es una
forma muy estable que puede construirse sin necesidad de argamasa, ya
que el peso de cada hilera de piedras se distribuye de forma uniforme
sobre la anterior. Al reducir su sección según asciende, se evitan los
momentos de fuerza propios de construcciones basadas en prismas de base cuadrada
o similares; estos momentos de fuerza son estudiados por arquitectos y
aparejadores para diseñar la disposición de vigas y pilares de un edificio,
pero en un principio una pirámide no necesita de cálculos complejos de
estructuras para ser factible. Así, para una civilización primitiva, es la
forma más fácil de elevar un edificio grande y majestuoso que no se venga abajo
fácilmente.
A parte de su explicación
práctica, las pirámides encierran muchos enigmas, cálculos, posición respecto
al universo, punto de conexión hacia otras dimensiones, posible morada de
dioses, vínculo con civilizaciones extraterrestres, etc. Por más que la ciencia
oficial se empeñe en demostrar que todo en esta vida tiene una explicación práctica
o científicamente demostrable, nadie sabe, a ciencia cierta, que representan , sencillamente porque ninguno de los que se aferran a la ciencia oficial, ha vivido esas épocas y, por tanto, son trestimonios directos de sus respectivas
construcciones. Si hemos de partir de documentos y evidencias hallados, no cabe
duda de que ellos hablan por sí mismos de cosas, fenómenos y hechos que no tienen explicación alguna a través de la ciencia pero siguen ahi esperando ser descubiertos.
Se habla mucho de las pirámides
egipcias, de las precolombinas, así como de las chinas, pero existen otras pirámides mucho menos famosas y completamente
desconocidas; se trata de las pirámides
submarinas de Japón. Estas pirámides están en las
aguas que rodean a la Isla Yonaguni,
y fueron descubiertas en 1986. MasaakiKimura, geólogo marino de la Universidad
Japonesa de Ryukyus, afirma que son obra de la mano humana, y de una
civilización que existió hace más de 5.000 años, otros científicos dudan de
esta teoría y tienden a pensar que son formaciones naturales.
Una de las cosas que más molestan en el arduo camino hacia el conocimiento, es la tendencia constante de la supuesta ciencia oficial de negar las cosas y sus posibilidades, como si realmente ella tuviera el poder de la verdad absoluta. Sin embargo, la mayoría de estos científicos creen en la existencia de un Dios cristiano, el primer extraterrestre de la historia y, por ende, un ser completamente indemostrable para cualquier método científico.
Una de las cosas que más molestan en el arduo camino hacia el conocimiento, es la tendencia constante de la supuesta ciencia oficial de negar las cosas y sus posibilidades, como si realmente ella tuviera el poder de la verdad absoluta. Sin embargo, la mayoría de estos científicos creen en la existencia de un Dios cristiano, el primer extraterrestre de la historia y, por ende, un ser completamente indemostrable para cualquier método científico.
Kimura observó ciertos detalles en las formas de estas
construcciones de hasta 25 metros de altura, como caracteres tallados en
piedra, y rocas con formas similares a las de animales. Se cree que estas
construcciones (humanas, naturales o e
extraterrestres) podrían pertenecer a la civilización Mu que quedó sumergida por
un gigantesco tsunami hace más de
2000 años.
Independientemente de las teorías
y de las versiones oficiales, las pirámides, estén dónde estén e independientemente de quienes las hayan construido, seguirán siendo un profundo enigma de difícil respuesta,
ya que el paso del tiempo suele borrar cualquier evidencia en pos a todo tipo de
especulaciones.
KarlFM.-
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