Steven Lyon es un fotógrafo californiano por cuyo trabajo siento una irresistible atracción, ya que al margen de su técnica y su forma de conceptuar y encuadrar las imágenes, se implica en las escenas que eterniza, es decir, suele autoretratarse junto a las modelos que fotografía. Moda, publicidad, lencería, desnudos, fotografía son, junto a su guitarra Gibson, las galletas, el yoga y su inseparable perro Rudy, las pasiones que endulzan su vida.
Técnicamente es exquisito, luce con luz propia. Su control del blanco y negro es total, logrando tonalidades
que le confieren una personalidad excita los sentidos hasta un éxtasis completo: son grises que bañan la imagen como una caricia metálica, entre acero y
plata, que entinta las atractivas curvaturas de los desnudos femeninos que
fotografía; sus modelos son damas que alcanzan la exquisita nobleza del glamour diamantino, un vaivén oscilante que navega entre pasiones, complicidades y
sutilezas, creando atmósferas repletas de contrastes y matices diversos. Provocación, sensualidad, retrospectiva vintage,
y un cierto aire cinematográfico, son aspectos constantes en sus imágenes,
juegos insinuantes con luces y sombras que van desde la estaticidad más
elitista a la dinámica más lasciva; todo un microcosmos de voluptuosidad nítida y borrosa que confiriere una sensualidad de enervante jugabilidad eléctrica.
KarlFM.-