El futuro nunca tiene límites y
más cuando se trata de tecnologías y diseño de alto standing; la imaginación es una puerta que bien alimentada siempre se dispara. He
hablado de motos, de bicicletas, por tanto no podían faltar las bestias de cuatro ruedas que
probablemente rugirán los asfaltos de luz, plasma y sensores neotrónicos de los tiempos que vendrán. Pero
no solo los motores y las dinámicas de cinética marcarán las tendencias en los vehículos, sino
que sus interiores, su conducción y los motores que moveran las estilizdas formas rodantes, serán de otra esfera aun desconocida. Nadie sabe lo que nos depara el futuro, pero algunos de estos vehículos ya
son realidad en sectores de privilegiados, como prototipos o para bolsillos exclusivos de
altos quilates. Sin embargo, llegará un día en el cual ya no veremos alquitrán en las carreteras, CO2 en la atmósfera,
gasolinas contaminantes, diésels espesos, ni tan siquiera atascos ni accidentes, todo estará perfectamente programado según un
patrón tecnológico, donde la individualidad ya no será una marca de diferencia ni de riesgo, factores que dominaron el pasado y los espacios actuales. Encendamos pues los motores de estos neo bólidos, cerremos
los ojos, y viajemos a velocidad de crucero por las ciudades de cristal, subterráneos metaloides y arquitecturas plásmicas. Disfrutemos de la aventura sin límites ahora que aun podemos soñar.
KarlFM.-
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