“Si de vez en cuando siento la necesidad de una noche de distensión como terapia mental para limpiar al cerebro de todas las preocupaciones, nadie a mi edad me hará cambiar estilo de vida, del que me siento orgulloso ... Soy un anfitrión único, diría que hasta irrepetible, alegre y lleno de vida: amo la vida y a las mujeres y no debo explicaciones a nadie”.
SILVIO BERLUSCONI
Hace tiempo que lo voy diciendo, hay personajes que deberían estar fuera del ámbito público y de la cima del poder porque son tipos que denotan no estar aptos para el lugar que ocupan. Desgraciadamente en el mundo de la política, las finanzas y las empresas hay muchos tipos de esta calaña, demasiados y son la causa de que el mundo vaya en parigüelas y sean la verguenza del ser humano, bien porque son malos, avaros, maquiavélicos, abusivos, despótas, peligrosos o embriagados de poder y riquezas. Son tipos que solo miran su propio interés, abusan, explotan, se pasan y encima se jactan de ello porque son intocables, presumen de inmunidad hasta que otro lobo les enseña los dientes y se los come. El sistema está montado asi, para cubrir las espaldas más sucias del planeta porque el mundo amigos está gobernado por lobos, lobos hambrientos de carne fresca e inocente y que ansian a toda costa proclamarse jerarcas de las manadas. Con el tiempo he llegado a la conclusión de que vivir en este mundo se ha convertido en una auténtica selva donde la lucha por la supervivencia es la ley que rige el destino de los que la habitan.
Si caes en la tentación de leer todos los días la prensa, los ojos te escuecen, segregas jugos extraños y terminas con 40 de fiebre en la cama. Las noticias son cada día más grotescas, virulentas y dañinas y su tratamiento en los medios de comunicación no son más que un estudiado reflujo de una mala obra de teatro donde sus presentadores son la vanguardia de la estupidez y ansia de poder y control que reina tras sus sombras. Menos mal que todavía existe una alternativa llamada Internet donde al menos uno puede enterarse de que en el mundo todavía quedan algunas mentes equilibradas que dan a conocer lo que realmente se cuece en la realidad y el mundo. Sinceramente el sistema es una fuente interminable de mentiras, falacias, hipocresías, estrategias y malas artes, todas ellas encaminadas a soportar la pestilencia de quienes lo dirigen mientras se enriquecen a costa de ello. Los demás somos tan sólo carnaza para esos depredadores de almas.
hablando de noticias escabrosas estos días ha vuelto a saltar a la palestra internacional, los pepperonnis de Silvio Berlusconi, alias Il Cavaglieri que de eso precisamente no tiene nada. Como no era de esperar el bucanero macarrón con cara de sapo vuelve a estar en lo más top del ranking del fashion scandal por tres procesos abiertos ante la justicia italiana: fraude, corrupción e incitación a la prostitución de menores … jajajaja, casi nada. A mi se me caería la cara de vergüenza.
No contento con forrarse a toda costa con su permanencia en el poder y engañar a media Italia con sus bravuconadas, encima se monta bacanales al más estilo de la antepasada Roma Imperial pagando y haciendo favores a sus bellas conquistas, una conducta no propia de un mandatario de Estado. Imaginen si eso lo hiciera Zapatero o la reina Elisabeth, ayyy Dios mío la que se montaría en España o Reino Unido. Pero es que además al abuelo italiano le tiran los conejitos más noveles que incluso no llegan ni a la franja de los 18. Berlusconi tiene un problema muy grave y es que además de ser un perverso sin clase y un fantoche que se mofa de todo, es un patético adicto al sexo y un pésimo político al que además a le rajaron la cara tiempo atrás.
Un personaje así, no puede ser la imagen política y publica de un país donde para colmo es la santa sede de la religión católica del mundo entero y cuya cabeza papal pretende dar lecciones de moralidad en todo el globo. Paradógicamente el país donde la imagen de Dios es el simbolo universal es también el país donde se cobijan y se han cobijado las más temibles sociedades criminales de la historia, por ejemplo, los Illuminati y la Mafia.
Me encanta Italia, la bellísima Italia, cuna del arte, de la exquisita gastronomía, de la moda, del diseño, de los Ferraris, de buena música y de muchísimas cosas mas y antiguamente una de las civilizaciones más espléndidas, ingeniosas y desarrolladas que ha tenido la Humanidad, y por todo ello siglo sin entender como puede sostener en las riendas del país a un payaso plagado de complejos. No me imagino a la Angela Merkel, a Barack Obama, a David Cameron, incluso al propio Nicolás Sarkozy, pagando a prostitutas jóvenes para orgías sexuales en sus respectivas mansiones y al día siguiente comparecer ante los ciudadanos dando las lecciones de cómo ajustarse el cinturón y solventar las crisis del país. Espero que los italianos, por su propio bien e imagen, recapaciten, porque a sus espaldas ya arrastran el peso de la Camorra y de los escándalos de la Iglesia y el Vaticano.
¿Por qué los italianos le perdonan todo a Il Cavaliere? La explicación que da el sociólogo Giuseppe De Rita, es que Berlusconi personifica la idea de que el verdadero valor de una sociedad moderna es ser uno mismo. "Su gran mérito ha sido el de subirse a un nuevo y largo ciclo histórico-cultural. En sus discursos electorales siempre insiste en que es él quien garantiza a los italianos la libertad de ser ellos mismos. Su mensaje es: "¿Quieren ser ricos?, ¿quieren ser internacionales?, ¿quieren ser de los que se van de putas? Pues yo les garantizo la libertad para serlo. Yo personifico eso, yo también soy alguien que quiere ser uno mismo" .
Aunque Silvio Berlusconi es una persona, en este caso el primer ministro italiano, de sobras conocido por sus excesos y por sus escándalos con mujeres y con su “abuso” de poder, siempre ha sabido como hacer que el pueblo italiano le acabara votando. “Genio y figura hasta la sepultura” sería tal vez las frase que mejor definiría a un personaje que de hecho es incomprensible que siga al frente de un país en el que los escándalos parecen que estan a la orden del día y que deja bastante en ridículo a su población.
