El sábado 12 de abril del 2008 tuve la suerte de poder ver el fantástico documental, de casi 2 horas, titulado LA VIDA SIN NOSOTROS y que emitió Canal Historia en TV. Transcribo a continuación los textos que fundamentaron el núcleo del reportaje y al final adjunto los videos completos del mismo. Recomiendo que los veais porque son alucinantes.¿Qué pasaría con el planeta Tierra si la raza humana desapareciera de pronto para siempre? ¿Cómo la naturaleza invadiría las ciudades?, ¿Qué animales "gobernarían" los territorios? .¿Florecerían los ecosistemas? ¿Qué restos de nuestro mundo industrializado sobrevivirían? ¿Qué desaparecería antes? Desde las ruinas de las civilizaciones antiguas a las ciudades de hoy en día devastadas por las catástrofes naturales.
Aunque la web del documental no lo señaló, parece que está inspirado en el libro de Alan Weisman "EL MUNDO SIN NOSOTROS". Gracias a la utilización de efectos visuales de calidad cinematográfica y los mejores expertos en los campos de la ingeniería, la botánica, la ecología, la biología, la geología, la climatología y la arqueología, LA VIDA SIN NOSOTROS ofrece un viaje visualmente maravilloso a través de la hipótesis final.
EL PRIMER DIA
En cuestión de horas, las luces en todo el mundo empiezan a apagarse. Los dispositivos automáticos de seguridad de las Centrales Nucleares hacen que las plantas se apaguen. Sin trabajadores, las plantas de carbón se paran; incluso las plantas de energía eólica empiezan a averiarse, debido a la falta de lubricación de los cojinetes que las mantienen en funcionamiento.A medida que las plantas de energía dejan de funcionar, los cortes en la red eléctrica contribuyen a provocar una cascada de apagones por todo el mundo. Tras unas pocas semanas, el planeta se hunde en una profunda oscuridad que no había conocido desde que los seres humanos se reunieron por primera vez alrededor de una hoguera.
10 DIAS DESPUES
A medida que se desconecta la electricidad alrededor del planeta, otros sistemas también empiezan a fallar rápidamente. Sobre la superficie, la comida se pudre en las estanterías de los supermercados. Los frigoríficos de los hogares pasan a ser nada más que contenedores de comida en estado de descomposición. Sin embargo, el agua derretida de los congeladores puede proporcionar un poco de vida para algunas de las criaturas que hemos dejado atrás: ratas, ratones y los cuatrocientos millones de perros del mundo que tendrán que luchar por unos recursos cada vez más escasos.
6 MESES DESPUÉS
Los pequeños depredadores, como los coyotes y los linces vuelven en ausencia de los seres humanos, ya que siempre han sobrevivido en las cercanías de las poblaciones humanas. Ellos son los primeros en colonizar nuestros barrios abandonados. Los carnívoros más grandes tendrá que esperar más tiempo para que el hábitat se recupere lo suficiente como para proporcionarles alimento, pero pronto ellos también cazarán en lo que fueron nuestros jardines traseros.
1 AÑO SIN HUMANOS
Sin seres humanos que las eliminen, las malas hierbas como el diente de león se infiltrarán en cada grieta de la ciudad y del pavimento de las autopistas. A medida que estas hierbas mueren, sus restos junto con el musgo y los líquenes que se han extendido cada vez más, crearán una capa superficial en el suelo. Este suelo arenoso es pobre en nutrientes, de forma que únicamente las plantas como el trébol, que pueden atrapar el nitrógeno del aire, florecen al principio. Los animales salvajes también han empezado a abrirse camino en las ciudades abandonadas. Al nuevo suelo, hay que añadir los incendios incontrolados, que provocarían que grandes ciudades como Roma, Chicago y San Francisco quedasen reducidas a cenizas. La madera carbonizada libera nutrientes al suelo, proporcionando la siguiente fase de vida vegetal con el nitrógeno que necesita para vivir.
5 AÑOS DESPUÉS
Sin los ejércitos de jardineros y hombres encargados del mantenimiento, la vegetación se apoderará de las modernas ciudades.
25 AÑOS
Las granjas van desapareciendo y en las urbanizaciones de las afueras, jaurías de perros salvajes vagan a través de los barrios ruinosos en busca de su próxima comida. Algunas de las grandes ciudades situadas a nivel del mar, como Londres y Amsterdam, ya sin la protección de las compuertas de acero, son tragadas por el mar. Tras un cuarto de siglo de exposición a la humedad y al calor debido a la falta de mantenimiento, el normalmente flexible sellante de las ventanas se ha vuelto rígido, pegando las ventanas al marco. A medida que el marco de metal se expande y se contrae con los cambios de temperatura, provoca tensión en el cristal, que finalmente se agrieta... se rompe... y se desploma sobre la acera. En la parte superior de las altas estructuras, el sistema antirrayos de cobre, que en su día protegió a miles de oficinistas, se ha oxidado y es inservible. Un simple rayo convierte a la torre en un feroz infierno. Un simple rayo convierte a la torre en un feroz infierno.
40 AÑOS
Sin pintura ni preservantes, los hogares construidos en madera están indefensos ante las termitas, ya que estos insectos se alimentan de la celulosa, la materia prima de la madera. Su apetito es insaciable y algunas colonias son capaces de comer hasta 500 kilos de madera al año. Ni siquiera la piedra y el cemento son inmunes al entorno. La sal encuentra la manera de infiltrarse en los edificios y los monumentos, ya sea a través del aire contaminado, el agua del mar o los desechos de los animales. Las sales solubles se disuelven en el agua y a medida que el agua se evapora se infiltra en el material poroso de construcción, como el ladrillo, la piedra y el hormigón y empieza a deshacer el material.
50 AÑOS
Los puentes colgantes empiezan a caerse a medida que los cables de acero verticales que los sostienen se derrumban. El acero se fabrica en gran medida a partir de hierro, y si el hierro está expuesto y no se protege de la humedad del ambiente, vuelve a su estado natural.
75 AÑOS
La mayor parte de los 600 millones de coches que en su día viajaron por las carreteras del planeta no son ahora más que restos oxidados del pasado humano. Las ruedas se desinflan en unos pocos años, aunque la goma y el material sintético del que están fabricadas se mantendrán intactos durante siglos. La pintura se deteriora rápidamente, y una vez que se desconcha, el óxido corroe la carrocería del coche a un ritmo de cinco milésimas de pulgada (2,54 cm) al año. Después de 75 años, la mayor parte de los coches, incluso en los entornos más favorables, quedarán reducidos a un esqueleto.
100 AÑOS
Aunque se estima que el papel y el film tienen una vida de doscientos a trescientos años, una vez que están expuestos a los rigores de un ambiente incontrolado su esperanza de vida se reduce a la mitad por lo menos. En un ambiente hostil sin seres humanos, al acetato de celulosa, el material más común utilizado para las películas y fotografías durante el siglo XX, le empiezan a salir burbujas y se comba. Debido al alto grado de humedad y a la falta de regulación de la temperatura, nuestros libros son engullidos por esporas de moho microscópicas. Ni siquiera nuestros medios digitales durarán para siempre, ya que se estima que la vida de los CDs y los DVDs dura entre unas decenas de años y unos pocos siglos en condiciones ideales.
150 AÑOS
Las enredaderas han crecido en los laterales de los rascacielos abandonados, adaptándose y alimentándose del agua de lluvia que se acumula en las grietas y las cornisas. A medida que los insectos y los animales más pequeños se establecen en estos ecosistemas verticales, los gatos aparecen. Ahora desarrollan su vida sobre la ciudad, encontrando todo lo que necesitan para sobrevivir, sin la necesidad de tocar jamás el suelo. Estos felinos son los descendientes de nuestros antiguos gatos domésticos. Tras la desaparición de las personas, sustituyen de forma inmediata la dieta que les proporcionaban los humanos por ratones de campo y aves pequeñas. La caza en espacios abiertos era un duro trabajo, pero aquí arriba, atrapar una presa es fácil. Para los gatos, la vida en este nuevo medio podría provocar extrañas adaptaciones en última instancia. Algunos de los que se han cruzado con lobos, ahora se mueven en grupos para atrapar presas mayores.
200 AÑOS
Desde Nueva York a Chicago, Seattle y París, nuestros iconos de hierro y acero están a punto de derrumbarse. Aunque ha sobrevivido a nuestros grandes puentes colgantes, la torre Eiffel no es invencible. En la época de los seres humanos, había que pintar su superestructura de hierro cada siete años para protegerla de la corrosión.
500 AÑOS
Los primeros 500 años tras la desaparición de los seres humanos ha sido una época de decadencia y destrucción. Los antiguos romanos inventaron la primera forma de hormigón y algunas de sus estructuras permanecieron intactas durante más de 2.000 años. Sin embargo, el hormigón moderno no es tan duradero. Tiene un mayor contenido de agua y la mezcla está más suelta, lo que produce más bolsas de aire y grietas. En general, podría decirse que después de 50 años se empezarían a ver grietas en la superficie del hormigón. Después de 100 años, se desconcharía la superficie y después de, por ejemplo, 500 años, la mayor parte de las estructuras construidas en hormigón reforzado habrán desaparecido.
1000 AÑOS
Después de aproximadamente 1.000 años, quedarán muy pocos restos de construcciones o de otros indicios de las actividades del hombre. Nuestras ciudades, urbanizaciones y granjas serían una jungla de vegetación con un ecosistema desarrollado y resistente.
10.000 AÑOS
Ahora el entorno natural ha ganado finalmente. Los terremotos, las tormentas de arena y la lluvia han eliminado prácticamente todo vestigio de nuestra existencia. Sin embargo, hay algunas excepciones. El monte Rushmore, excavado en granito sólido en una zona ecológicamente estable, con el viento y la lluvia como únicos enemigos, podría mantenerse aproximadamente durante 100.000 años o incluso más. Posiblemente, podría ser contemplado con asombro por aquellos que sean los primeros en reemplazarnos.
Desde Nueva York a Chicago, Seattle y París, nuestros iconos de hierro y acero están a punto de derrumbarse. Aunque ha sobrevivido a nuestros grandes puentes colgantes, la torre Eiffel no es invencible. En la época de los seres humanos, había que pintar su superestructura de hierro cada siete años para protegerla de la corrosión.
500 AÑOS
Los primeros 500 años tras la desaparición de los seres humanos ha sido una época de decadencia y destrucción. Los antiguos romanos inventaron la primera forma de hormigón y algunas de sus estructuras permanecieron intactas durante más de 2.000 años. Sin embargo, el hormigón moderno no es tan duradero. Tiene un mayor contenido de agua y la mezcla está más suelta, lo que produce más bolsas de aire y grietas. En general, podría decirse que después de 50 años se empezarían a ver grietas en la superficie del hormigón. Después de 100 años, se desconcharía la superficie y después de, por ejemplo, 500 años, la mayor parte de las estructuras construidas en hormigón reforzado habrán desaparecido.
1000 AÑOS
Después de aproximadamente 1.000 años, quedarán muy pocos restos de construcciones o de otros indicios de las actividades del hombre. Nuestras ciudades, urbanizaciones y granjas serían una jungla de vegetación con un ecosistema desarrollado y resistente.
10.000 AÑOS
Ahora el entorno natural ha ganado finalmente. Los terremotos, las tormentas de arena y la lluvia han eliminado prácticamente todo vestigio de nuestra existencia. Sin embargo, hay algunas excepciones. El monte Rushmore, excavado en granito sólido en una zona ecológicamente estable, con el viento y la lluvia como únicos enemigos, podría mantenerse aproximadamente durante 100.000 años o incluso más. Posiblemente, podría ser contemplado con asombro por aquellos que sean los primeros en reemplazarnos.
Textos: CANAL HISTORIA.
Videos (Agradecimientos a)
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