La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo
es la mentira"
J.L.Revel
filósofo, escritor, periodista, miembro honorífico de la Academia francesa
“Para manipular eficazmente a la gente es necesario
hacer creer a todos que nadie les manipula”.
Kenneth Galbraith
Economista célebre de la Universidad de Harvard
Amigo del ex presidente John F. Kennedy,
embajador de los Estados Unidos en India de 1961 a 1963
es la mentira"
J.L.Revel
filósofo, escritor, periodista, miembro honorífico de la Academia francesa
“Para manipular eficazmente a la gente es necesario
hacer creer a todos que nadie les manipula”.
Kenneth Galbraith
Economista célebre de la Universidad de Harvard
Amigo del ex presidente John F. Kennedy,
embajador de los Estados Unidos en India de 1961 a 1963
La manipulación de masas consiste en tratar a las personas como si fueran objetos a fin de dominarlos fácilmente. Según el reconocido filósofo y catedrático español Alfonso López Quintás, “el que manipula pretende seducirnos para que aceptemos lo que nos ofrece sin darnos razones, porque el manipulador no habla a nuestra inteligencia, no respeta nuestra libertad”. Para ello el Poder se vale de las siguientes las estrategias:
Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, y cautivada por temas sin importancia real, es decir, mantener el público ocupado, sin tiempo para pensar.
Crear problemas para ofrecer soluciones; por ejemplo, dejar que se desarrolle o intensifique la violencia urbana, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad o policíacas en detrimento de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de derechos sociales o el desmantelamiento de servicios públicos.
Aplicar progresivamente medidas “inaceptables” para que éstas sean aceptadas o hacer aceptar una decisión impopular presentándola como dolorosa pero necesaria, de esa manera que se han impuesto muchas condiciones socio-económicas radicalmente nuevas.
Dirigirse al público como niños tontos o gente inculta. De esa manera los individuos son fácilmente sugestionables e influenciables.
Utilizar el aspecto emocional antes que racional, esto es, bloquear el análisis racional de las cosas, y en consecuencia anular el sentido crítico de los individuos. El uso de las emociones permite abrir el acceso al inconsciente para implantar ideas, deseos, miedos, temores, pulsiones, incluso provocar comportamientos que dirijan a los individuos hacia un fin concreto.
Mantener al público en la ignorancia y la estupidez, es decir, hacer que el público sea incapaz de comprender todo aquello que se utiliza para su control.
Promover lo mediocre con el fin de inculcar en el público la tendencia a encontrar deseable y moderno el ser estúpido, vulgar, inculto, pasota ... etc., Cuantas veces hemos oído entre la gente frases como “no me comas el coco”, “no me ralles”, “no me des tanta bola”, “no me seas pastoso”, “no me masques”, etc.,
Conocer al sujeto más que el mismo. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha logrado obtener la información necesaria para usarla como forma de control de los hábitos, tendencias y debilidades de los individuos. Esto significa que en la mayoría de los casos, el sistema posee un mayor control y un poder más grande sobre los individuos que los individuos sobre ellos mismos. Recordemos en este sentido las estrategias de propaganda de la ascensión del nazismo en la Alemania del Tercer Reich.
Hitler llegó al poder por las urnas, orquestando una campaña de desestabilización del gobierno democrático alemán de entonces, soliviantando a las masas, acudiendo para ello a los elementos emocionales, más irracionales del sentimiento nacionalista, la entronización del miedo, la conversión en verdades y en prioritarios falsos conflictos sociales, tachando de traidores a la patria alemana a sus gobernantes, etc. Los principios de la propaganda de Goebbels son:
1. Principio de simplificación del enemigo único.
Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
4. Principio de la exageración y desfiguración.
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización.
"Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
6. Principio de orquestación.
"La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad". Todos los políticos manejan este principio a la perfección.
7. Principio de renovación.
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público está ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud.
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación.
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión.
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad.
Llegar a convencer a mucha gente que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad. Ejemplo, la Globalización.
Como afirmó Noam Chomsky, “si la información y la propaganda resultan armas de gran eficacia en manos de regímenes totalitarios, no dejan de serlo en los sistemas democráticos; y quien domina la información, domina en cierta forma la cultura, la ideología y, por tanto, controla también en gran medida a la sociedad ... “Los individuos tienen que estar atomizados, segregados y solos; no puede ser que pretendan organizarse, porque en ese caso podrían convertirse en algo más que simples espectadores pasivos. Sería una verdadera amenaza ... Para que el rebaño desconcertado no brame ni pisotee, habrá que DISTRAERLO ... Hay que hacer que el rebaño conserve un miedo permanente, porque a menos que esté debidamente atemorizado por todos los posibles males que pueden destruirles, desde dentro o desde fuera, podría empezar a pensar por sí mismo, lo cual es muy peligroso, ya que no tiene la capacidad de hacerlo. Por ello es importante distraerle y marginarle ... También es necesario FALSIFICAR totalmente la historia… Simular que cuando atacamos y destruimos a alguien lo que estamos haciendo en realidad es proteger y defendernos a nosostros mismos de los peores monstruos y agresores ... Son los medios al servicio de las élites”.
"La sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas produce un doble efecto negativo de sobreinformación y desinformación (DESINFORMACION). Y, porque querer informarse sin esfuerzo es una ilusión que tienen que ver con el mito publicitario (PROPAGANDA) más que con la movilización cívica ...
Esta falta de esfuerzo por nuestra parte, conduce a la expansión imparable de la “ideología dominante: el PENSAMIENTO UNICO. La que siempre tiene razón. Esta
viscosa doctrina inhibe, paraliza y acaba por ahogar todo razonamiento rebelde. Hay una sola doctrina, la del pensamiento único, autorizada por una invisible y omnipresente policía de la opinión ... Agotados por el trabajo, horrorizados por el paro, angustiados por el porvenir, hechizados por la televisión, aturdidos por los tranquilizantes, los ciudadanos sufren un adoctrinamiento constante, invisible y clandestino ... Estamos informados de todo, pero no nos enteramos de nada ... Este adorado tótem de nuestro tiempo es el medio que con más éxito se usa para imponer, en los cuatro puntos cardinales, los ídolos, los mitos y los sueños que los ingenieros de emociones diseñan y las fábricas de almas producen en serie” .
Ignacio Ramonet
doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) (Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, París) y catedrático de Teoría de la Comunicación en la Universidad Denis-Diderot (Paris-VII).
Especialista en geopolítica y estrategia internacional y consultor de la ONU, actualmente imparte clases en la Sorbona de París. Desde 1990 hasta 2008[1] fue director de la publicación mensual Le Monde Diplomatique y la bimensual Manière de voir.
Es cofundador de la Organización No Gubernamental Media Watch Global (Observatorio Internacional de los Medios de Comunicación) de la que es presidente.
http://www.youtube.com/watch?v=0MJYhdg5LwA
Saludos.-
Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, y cautivada por temas sin importancia real, es decir, mantener el público ocupado, sin tiempo para pensar.
Crear problemas para ofrecer soluciones; por ejemplo, dejar que se desarrolle o intensifique la violencia urbana, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad o policíacas en detrimento de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de derechos sociales o el desmantelamiento de servicios públicos.
Aplicar progresivamente medidas “inaceptables” para que éstas sean aceptadas o hacer aceptar una decisión impopular presentándola como dolorosa pero necesaria, de esa manera que se han impuesto muchas condiciones socio-económicas radicalmente nuevas.
Dirigirse al público como niños tontos o gente inculta. De esa manera los individuos son fácilmente sugestionables e influenciables.
Utilizar el aspecto emocional antes que racional, esto es, bloquear el análisis racional de las cosas, y en consecuencia anular el sentido crítico de los individuos. El uso de las emociones permite abrir el acceso al inconsciente para implantar ideas, deseos, miedos, temores, pulsiones, incluso provocar comportamientos que dirijan a los individuos hacia un fin concreto.
Mantener al público en la ignorancia y la estupidez, es decir, hacer que el público sea incapaz de comprender todo aquello que se utiliza para su control.
Promover lo mediocre con el fin de inculcar en el público la tendencia a encontrar deseable y moderno el ser estúpido, vulgar, inculto, pasota ... etc., Cuantas veces hemos oído entre la gente frases como “no me comas el coco”, “no me ralles”, “no me des tanta bola”, “no me seas pastoso”, “no me masques”, etc.,
Conocer al sujeto más que el mismo. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha logrado obtener la información necesaria para usarla como forma de control de los hábitos, tendencias y debilidades de los individuos. Esto significa que en la mayoría de los casos, el sistema posee un mayor control y un poder más grande sobre los individuos que los individuos sobre ellos mismos. Recordemos en este sentido las estrategias de propaganda de la ascensión del nazismo en la Alemania del Tercer Reich.
Hitler llegó al poder por las urnas, orquestando una campaña de desestabilización del gobierno democrático alemán de entonces, soliviantando a las masas, acudiendo para ello a los elementos emocionales, más irracionales del sentimiento nacionalista, la entronización del miedo, la conversión en verdades y en prioritarios falsos conflictos sociales, tachando de traidores a la patria alemana a sus gobernantes, etc. Los principios de la propaganda de Goebbels son:
1. Principio de simplificación del enemigo único.
Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
4. Principio de la exageración y desfiguración.
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización.
"Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
6. Principio de orquestación.
"La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad". Todos los políticos manejan este principio a la perfección.
7. Principio de renovación.
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público está ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud.
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación.
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión.
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad.
Llegar a convencer a mucha gente que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad. Ejemplo, la Globalización.
Goebbels, el mago de la propaganda nazi, fue el artífice del "liderazgo" de Hitler
Como afirmó Noam Chomsky, “si la información y la propaganda resultan armas de gran eficacia en manos de regímenes totalitarios, no dejan de serlo en los sistemas democráticos; y quien domina la información, domina en cierta forma la cultura, la ideología y, por tanto, controla también en gran medida a la sociedad ... “Los individuos tienen que estar atomizados, segregados y solos; no puede ser que pretendan organizarse, porque en ese caso podrían convertirse en algo más que simples espectadores pasivos. Sería una verdadera amenaza ... Para que el rebaño desconcertado no brame ni pisotee, habrá que DISTRAERLO ... Hay que hacer que el rebaño conserve un miedo permanente, porque a menos que esté debidamente atemorizado por todos los posibles males que pueden destruirles, desde dentro o desde fuera, podría empezar a pensar por sí mismo, lo cual es muy peligroso, ya que no tiene la capacidad de hacerlo. Por ello es importante distraerle y marginarle ... También es necesario FALSIFICAR totalmente la historia… Simular que cuando atacamos y destruimos a alguien lo que estamos haciendo en realidad es proteger y defendernos a nosostros mismos de los peores monstruos y agresores ... Son los medios al servicio de las élites”.
"La sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas produce un doble efecto negativo de sobreinformación y desinformación (DESINFORMACION). Y, porque querer informarse sin esfuerzo es una ilusión que tienen que ver con el mito publicitario (PROPAGANDA) más que con la movilización cívica ...
Esta falta de esfuerzo por nuestra parte, conduce a la expansión imparable de la “ideología dominante: el PENSAMIENTO UNICO. La que siempre tiene razón. Esta
viscosa doctrina inhibe, paraliza y acaba por ahogar todo razonamiento rebelde. Hay una sola doctrina, la del pensamiento único, autorizada por una invisible y omnipresente policía de la opinión ... Agotados por el trabajo, horrorizados por el paro, angustiados por el porvenir, hechizados por la televisión, aturdidos por los tranquilizantes, los ciudadanos sufren un adoctrinamiento constante, invisible y clandestino ... Estamos informados de todo, pero no nos enteramos de nada ... Este adorado tótem de nuestro tiempo es el medio que con más éxito se usa para imponer, en los cuatro puntos cardinales, los ídolos, los mitos y los sueños que los ingenieros de emociones diseñan y las fábricas de almas producen en serie” .
Ignacio Ramonet
doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) (Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, París) y catedrático de Teoría de la Comunicación en la Universidad Denis-Diderot (Paris-VII).
Especialista en geopolítica y estrategia internacional y consultor de la ONU, actualmente imparte clases en la Sorbona de París. Desde 1990 hasta 2008[1] fue director de la publicación mensual Le Monde Diplomatique y la bimensual Manière de voir.
Es cofundador de la Organización No Gubernamental Media Watch Global (Observatorio Internacional de los Medios de Comunicación) de la que es presidente.
http://www.youtube.com/watch?v=0MJYhdg5LwA
Saludos.-