LA FALSA ESTAMPA DE LA IMAGEN GRIS

Los moralistas son como arañas

que tropiezan con sus propias redes

Dicen que la imagen personal es vital, que ir vestido de una manera u otra demuestra lo que eres, incluso dicen que eso puede condicionar el éxito o fracaso de una persona, su crecimiento profesional o su aceptación en la sociedad; en definitiva, dicen que eres lo que llevas, y según lo que llevas resultas de tal manera u otra ... ¿eso cierto? Pero a veces esta inasana idea llega a límites mas increibles cuando incluso ciertas personas o trabajos hacen cambiar la manera de vestir de otras para convertirse en parte de una imagen engañosa de empresa, algo asi como la simbólica carne picada de Another Brick in the Wall, en la película The Wall de Pink Floyd. Todos debemos ir según marca la corrupta sociedad del engaño. Todos somos un ladrillo más en el muro.

Condicionar la capacidad y progreso de una persona a su forma de vestir es realmente preocupante, porque una sociedad que “trabaja” con estos esquemas es un sociedad enferma. La imagen de una persona es fácilmente manipulable y engañosa, por tanto no sirve para valorar las capacidades de una persona. Como dice el viejo refrán: "ese ... no es lo que parece". Veamos algunos ejemplos.

Abro la prensa del dia y veo la foto de un tipo con traje y corbata, tipico “look” directivo, de imagen sobria y expediente profesional en alza; su nombre es Eliot Spitzer , hasta hace poco gobernador de Nueva York; a pesar de dar una imagen intachable, no es lo que parece, es un “putero” y como político luchaba contra la prostitución. Su imagen se ajusta a los protocolos que marca la sociedad, sin embargo, interiomente, es un crápula.

Veámos más prensa, días atrás otro tipo con traje y corbata, imagen seria e intachable, llamaba “imbécil y gilipollas” a un ciudadano francés por no querer darle la mano y protestar contra la política del gobierno; este tipo mal educado, prepotente y violento, era, Nicolás Sarkozy, el presidente de Francia. A pesar de su imagen no es lo que parece. Su imagen se ajusta a los protocolos que marca la sociedad, sin embargo, interiomente, es un agresivo, mal educado e impresentable.

Leámos más prensa ... esta vez aterrizamos en España, y vislumbramos otro tipo con traje y corbata, imagen de clásico pijo, cliente vip de los rayos uva, y pinta de chulin de yate, de repente, pummm !!! dimite como pez grueso del Partido Popular. Hace poco salió publicado un libro que lo ponia a caldo por sus múltiples "hazañas" y corruptelas; el libro se llama “Zaplana, el brazo incorrupto del PP”, titulo con doble sentido. A pesar de su imagen de directivo "Class" no es lo que parece; su imagen se ajusta a los protocolos que marca la sociedad, sin embargo, interiomente, es jeta.

Otro caso es el recién escándalo desatado en Palma de Mallorca con Javier Rodrigo de Santos, el ex-concejal del PP quien gastó más de 50.000 euros de los fondos públicos en prostibulos gays. Para más cachoneo el tipo en cuestión es activista “ultracatólico”, padre de 5 hijos, participó en los actos del Papa en Valencia del 2006 y se negó a casar gays desde su cargo en el ayuntamiento balear. A pesar de su imagen de directivo moderno no es lo que parece; su imagen se ajusta a los protocolos que marca la sociedad, sin embargo, interiomente es otro crápula.

Podriamos seguir y escribir una enciclopedia enorme sobre tipos con traje y corbata, de aspecto serio y gris, con imagen intacahable, que tienen el “morro” de marcar a los demás y en cambio ellos no predican el ejemplo, los llamo Caballos de Troya, porque aparecen sugestivos por fuera pero son engañosos por dentro. Muchos de esos tipos dirigen paises, empresas, gestionan grandes “lobbys”, dictan normas, declaran guerras, deciden la economia, marcan el trabajo de la gente, definen que el mundo sea asi o asá, etc. Tienen una imagen seria sin pero no predican con el buen ejemplo. Existen otras personas con “looks” modernos y cierto toque glamuroso que se apartan del protocolo oficial por su manera de vestir, sin embargo, muchas de estas personas son buena gente, grandes profesionales, tipos honestos con grandes ideas, que quizás harian del mundo algo más interesante.

Hay que valorar a la gente por lo que son y por lo que dan,
no por lo que aparentan.

Las personas se demuestran ante las cosas con sus acciones y resultados. La gente habla demasiado y procura ofrecer imágenes que no son acordes con su verdadera naturaleza. Es la falsa estampa de la imagen. Son personas que suelen hacer mucho ruido y pocas nueces. Mi padre siempre me decía: “hijo mío .... por más que te digan, el movimiento se demuestra andando” y mi mi abuelo me recordaba aquella vieja frase tan certera: "por sus hechos los conocereis".

Bastante fastidioso suele ser ir a trabajar como para que encima intenten convertirse en un agente Smith, como en Matrix Reloaded. Nadie pretende ir a trabajar en traje de baño, chancletas y sin afeitar pero tampoco que vayas como quiere el jefe, siempre y cuando vayas aseado y con estilo. Por eso que vayas vestido de una manera u otra no demuestra que harás mejor el trabajo, simplemente demuestra que el mundo se mueve en torno a criterios relativos e inútiles hipocresias.

Cuando se acosa o reprime a una personalidad de una persona
se obtiene la pérdida de la misma con todo aquello que es capaz de hacer.
Las aves tienen alas para volar, no para vivir enjauladas.

En nuestra sociedad hay mas “flipe” mental que sentido común, mucha represión y enormes dosis de conceptos erróneos, de ideas preconcebidas. Toda esta estrategia de estereotipos están ahi, en el dia a dia, tocando los cataplines, generando una sobrecarga emocional que acaba fastidiando la psicología del individuo.

"La salud mental se revela como uno de los grandes problemas sanitarios
para el siglo XXI, especialmente la depresión y la ansiedad.
La prisa, el estrés, la tensión, la responsabilidad, la frustración, el acoso laboral, la precariedad, las exigencias, etc., son los causantes de tal epidemia."
(Diario EL País, 18-3-2008)

Todas las sociedades crean sus propios males y nuestra sociedad actual es un "crack" en eso. Las empresas son un reflejo de esa dinámica social; sufren o gozan de las consecuencias de su gestión, pobre, mediocre o genial, según los casos. Portanto, un buen dirigente es aquel que sabe sacar provecho de sus súbditos aunque vayan con Jeans, corbatas multicolor o gafas a lo John Lennon. Seguir un “canon” estético concreto no tiene ninguna lógica pero si tiene lógica trabajar motivado y vestir fuera de tu personalidad desmotiva porque hacer cambiar tu manera de ser. Precisamente lo bueno de la vida es la diversidad que encierra.

Por más que intentes ser lo que no eres siempre serás siempre lo que eres, es decir, “la mona aunque se vista de seda mona se queda”. Hermann Hesse lo dejó bien claro en uno de sus libros, “si eres un león no puedes ser un elefante, si eres una avestruz no puedes ser un caracol, eres lo que eres pero si puedes luchar por mejorarte a ti mismo”.

Si eres un cabrón lo serás aunque te vistas de oro o lleves melenas.
Si eres buena persona lo serás lleves lo que lleves, estés donde estés, hagas lo que hagas.
Si trabajas bien lo harás aunque lleves ropa llamativa o vayas con traje clásico.

El hábito no hace al monje.

A pesar de ello, existen trabajos que eso no lo entienden y procuran manipular tu personalidad. Un día te llaman y te sueltan: “Estamos muy contentos con usted, es buena persona, un excelente profesional, sus niveles de productividad y gestión son muy altos, es cumplidor, responsable y tiene una trayectora ascendente en la empresa, su fichaje ha sido un éxito ... pero debería cambiar su forma de vestir, debería tener un look más clásico, más serio, si realmente quiere aspirar a más. Su ropa es demasiado moderna. No se ajusta a la imagen de la empresa".

Este tipo de historias suelen pasar. Las empresas intentan perfilarte según unos cánones de selección que muchas veces son equivocos. La prueba es que en todas las empresas del país hay multitud de ineptos, no obstante, han sido seleccionados para el puesto que ocupan. Pero el col,omo de los colmos es cuando te dicen que cambies tu estilo moderno por uno más clásico cuando el trabajador criticado representa la imagen exterior de una empresa que vende productos de diseño, moda, contracultura, erotismo, etc, aplicado a sus productos. Eso ya es el no va más.

Mientras cumplas bien con tu trabajo a la empresa no debería importarle si llevas botas negras o plateadas, si llevas camisa estampada hippie o lisa, fosforitos techno o trenzas rastas, cazadora roja o chaqueta gris de Armand Basi. Ninguna empresa tiene el derecho de cambiar tu personalidad. No somos los agentes Smith de Matrix Reloaded pero si vemos a los hombres de de traje y corbata si lo parecen.

“La ropa, desde el principio de los tiempos, marca la diferencia. No es bueno ni malo, es un hecho de la vida. Lo importante son los deberes y los derechos, no la forma en que se viste uno, eso debe ser una opción libre”

ADOLFO DOMÍNGUEZ
Diseñador de Moda

Hay personas en cambio que les gusta vestir mal o aburridamente, trabajen en lo que trabajen. visten como acromáticos, atónicos y etiquetados con las tendencias clónicas; son gente “globalizada”. Vayas donde vayas ves a la gente vestida igual, como si fueran obra de un "copy & paste". De vez en cuando aparece alguien que, por su vestimenta, te alegra el dia, en esa persona percibes notas diferentes que hacen que la realidad sea algo más agradable; son personas que tienen poder de seducción, de atracción. Estas personas tienen la la facilidad de poder atraer todo aquello que está a su alrededor; eso es una cualidad enorme para cualquier área de la vida, sobre todo en el mundo de los negocios.

Crear color en un ambiente gris genera atención y expectación.
La ropa es un medio para generar esa doble función.

Internacionalmente hay ciudades donde es un placer ver cómo van vestidas las mujeres, para ir a trabajar, cuando pasean por la calle, cuando van a cenar, estudiar o simplemente a comprar; hay lugares dónde los hombres visten con estilo y demarcación propia.

La belleza es algo que motiva a quien la contempla;
la ropa guapa es, por execelencia, el arte que motiva dicha belleza.

Lamentablemente algunos hombres aun piensan que las mujeres deben vestir como Esperanza Aguirre. Si visten como Pene Cruz o Jessica Alba ya se ponen nerviosos y su cabeza empieza a descifrar códigos maliciosos. Lo curioso es que estos mismos tipos suelen estar en contra de la descriminación femenina en los paises musulmanes pero resulta que en España descriminan a sus propias mujeres.

Quizás los hombres de este país

se sienten cohibidos ante mujeres inteligentes,
de casi metro setenta y cinco, atractivas,
con carrera universitaria, másters y dominio de cinco lenguas,
para colmo ...
visten como actrices de cine y trabajan de perlas.

Vestir con estilo aumenta el poder de la persona, la hace sentirse diferente y los demás cuando se miran a si mismos se ven iguales y ridículos. No hay nada más grotesco que entrar en un sitio y que nadie te preste atención porque antes que tu han pasado 326 iguales o parecidos. A mi siempre me ha gustado ser diferente. La ropa distingue, diferencia, personaliza pero si decides agregarte al canón generalizado según lo que lleves serás un número más en un vasto universo numérico.

Las reuniones de ejecutivos parecen concentraciones de pinguinos, todos visten igual intentando picotear el hielo de los beneficios.

La vida es libertad, creatividad, diversidad, diferenciación, tolerancia, desarrollo, coherencia pero lo más divertido de todo eso es que cuando aparecen el interés económico y las ganancias, los conceptos morales de las personas desaparecen. Es el viejo slogan de "todo el mundo tiene un precio". Por ejemplo, los gays llevan montón de años luchando por sus derechos y siempre han estado vapuleados y despreciados; ahora como gastan pasta son aceptados. El dinero no entiende de éticas o moralismos. Que hipócrita es la sociedad.

El mercado se rinde a los gays. Superado el miedo a perder a su cliente tradicional, las empresas van a por el consumidor homosexual, marca tendencia y gasta más.
(Diario EL País, 18-3-2008)

El retraimiento etico moral conduce al estreñimiento psicológico; cuando esto ocurre, la mente se colapsa, se repliega, las autopistas cerebrales cierran, los accesos a la innovación se retraen, las neuronas se crispan y los nervios se resquebrajan. Es el tipico careto mate, sin brillos, con las carnes en bancarrota. No hay dinámica, apertura, todop se basa en protocolos, en guiones establecidos, que a la larga no sirven: el mundo es para los que tienen chispa, los que tienen toque brillante, látido creativo. la vida es creación y cuando ésta falta sobreviene la aridez. La gente gris frena el mundo, la luz. Estas mentes son substancias “kitch”. Las personas no somos pollos, somos personas y la capacidad de ser diferentes es lo que nos distingue de los vegetales y resto de animales.

Imponer, condicionar, acosar, sugerir, cambiar el estilo de vestirse en una persona, indicando como agravante que vistiendo de otra manera alcanzaria mayores niveles de promoción, es una manipulación sexista, un chantaje laboral y emocional, asi como una actitud descriminatoria hacia esa persona, es, sin lugar a dudas una conducta propia de sociedades retrógadas que no aceptan la diversidad. La libertad es el bien más preciado del ser humano y el respeto a dicha libertad la obligación mas sagrada de todo derecho humano.

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

(Constitución Española Artículo 14)

CONCLUYENDO

El dilema no es si llevar traje y corbata, traje chaqueta o ir con ropa de diseño discreta o llamativa; tampoco se trata de confudir los extremos, tanto por el lado conservador (ir con traje negro inglés, bombín y paraguas) o por el lado liberal (marcar el paquete o los pezones) o ir con imperdibles en la nariz. Siempre existe un término logico en las cosas, un rango entre los polos que suele definir un estilo con gusto, clase y originalidad, independiente sea clásico, moderno o fashion. Podríamos enumerar miles de casos que iluststran las diversas tendencias en el vestir y su relación con el mundo profesional. Por poner un ejemplo, los Beatles, The Who, The Kings y todo el movimiento Beat de los 60, iban vestidos con traje y corbata, pero cuando los hombres grises de los bancos y multinacioinales vieron que eso generaba millones de dólares, las etiquetas en el vestir desaparecieron milagrosamente. También llevar pelos largos está mal visto en según que lugares sin embargo en el mundo entero se venera y respeta la imagen de Jesucristo que llevaba una melena larguísima y un imagen totalmente hippie, una de las imágenes más censurables en el mundo del trabajo. Lo más ridículo de toda estas formas de pensar sobre la imagen en el vestir, es que son relativas, contradictorias, subjetivas, absurdas y claramente manipulables según lo que dan de si y las épocas en que se desarrollan. Si fuéramos vestidos y peinados al trabajo como iban en su época Abraham Lincoln, Benjamín Franklin, Julio César o Gandhi, hoy en día seríamos vistos como ridículos e inapropiados. Quizás dentro de 200 años lo más probable es que ir con traje y corbata o traje chaqueta sea también ridículo, porque quizás entonces lo más apropiado sea ir desnudos por el cambio climático o llevar materiales plateados reflectantes del calor. Por tanto, vayamos como vayamos, vestido de una manera u otra, hay que ver que el hábito no hace al monje. Lo que si es valorable es la creación, el desarrollo, la productividad, SER ANTES QUE APARENTAR, cuando eso ocurre los protocolos de imagen se caen por los suelos. Todo es vendible y comercialmente válido si tiene estilo y por desgracia genera ganancias. Asi es de hipócrita nuestra sociedad.

Fotomontaje y texto: KarlFM.-