y no tendré por que preocuparme de aquellos que hacen sus leyes."
Mayer Amshel Rothschild (1743-1812)
(fundador de la dinastía Rothschild)
una de las más influyentes familias de banqueros y financistas de Europa)
Mayer Amshel Rothschild (1743-1812)
(fundador de la dinastía Rothschild)
una de las más influyentes familias de banqueros y financistas de Europa)
Nicolás Maquiavelo dijo que los gobernantes poseen dos formas de hacerse obedecer: haciéndose amar por sus súbditos o haciéndose temer. La obediencia, el sometimiento de los más a los menos, era el objetivo de aquellos príncipes crueles, refinados y absolutos, que Nicolás Maquiavelo tomó como modelos y describió en su conocida y brillante obra El Príncipe, precursora de la ciencia política. No desdeñó, por supuesto, en describir que junto al temor podían usarse el engaño, la simulación, la traición, como instrumentos de quienes mandan, y luchan entre ellos por el mando.
Desde que nacemos, los individuos activamos nuestros propios miedos, y actuamos conforme a ellos. El temor, el pánico, las fobias, los recelos, los sustos, las alarmas son términos diferentes que utilizamos para definir gradualmente ese sentimiento que nos torna a todos vulnerables y, que de paso, se encarga de regular nuestras emociones para prepararnos en la lucha, la huída o la evasión del dolor que el miedo por lo general, nos provoca.
El miedo, afirman los neurólogos, es un producto emocional del cerebro, que proviene del sistema límbico, el cual, a fin de cuentas, regula la respuesta de huída, pelea o rendición que el miedo provoca.
El miedo produce cambios fisiológicos que aumentan nuestra presión arterial y la glucosa en la sangre; detiene nuestro sistema inmunológico -al igual que casi todas las funciones del organismo no esenciales-, y provoca que nuestro corazón bombee sangre a gran velocidad, para llevar hormonas a las células, específicamente la adrenalina. Psiquiatras, psicólogos y sociólogos explican, cada uno desde su campo, cómo un episodio de miedo intenso puede consolidarse en nuestra memoria individual y hasta colectiva dejando huellas en nuestras posteriores conductas.
El "miedo social" es una de las armas más poderosas que tiene el poder para enfrentar, debilitar, desarticular y frenar cualquier acción social. Las frases “niño, eso no se hace” o “eso no se dice” que pusiera de moda en otra época un cantautor español, van por ese camino. Se trata de adaptar nuestro comportamiento a los intereses del poder, nada más. En casa, el poder lo detentan los padres. En las escuelas los profesores. El resto de nuestra vida, viene zarandeada por el trío citado que maneja en la oscuridad los destinos de la humanidad. El infierno y el paraíso, el eje del mal y el del bien, lo negro y lo blanco, el cielo y la tierra…, son entelequias utilizadas para encorsetar nuestra voluntad e independencia y amarrarnos a un modelo de pensamiento que no solo no genere problemas al poder legal o, ilegalmente constituido, sino que, aún más, sirva de utensilio de ataque contra los que se alejan de los caminos señalados en los códices diseñados al efecto para gobernar nuestros comportamientos. El control mental es pues una se las herramientas que mayormente usan los poderes politicos y económicos sobre las personas para obtener obediencia, dependencia, sometimiento y respuestas de todo tipo y para obtener ese control el miedo es la principal motivación. Como dice Naomi Klein: para vender la protección crea primero el miedo. Realmente somos marionetas. Y quien nos gobierna también.
El cuartel general del Instituto Tavistock se halla en Londres. Su profeta, Sigmund Freud, se estableció en Maresfield Gardens cuando se trasladó a Inglaterra porque la Princesa Bonaparte le había regalado una mansión. El trabajo pionero de Tavistock en la ciencia comportamental, siguiendo las líneas freudianas de “control” de los seres humanos, lo colocó como centro mundial de la ideología fundacional. El Instituto Tavistock desarolló las técnicas de lavado de cerebro masivo que fueron utilizadas por primera vez de forma experimental en los prisioneros americanos de la guerra de Corea y otras múltiples actividades. Hablaré de esta institución maquivélica en un proximo reportaje.
La Operación MK Ultra era un programa de investigación secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, que trataba de encontrar métodos para controlar la mente[1] [2] . Hay muchas evidencias de que utilizaba señales eléctricas así como drogas para cambiar el funcionamiento del cerebro. El programa salió a la luz públicamente gracias a la comisión presidencial Rockefeller en 1975. También hablaré de este proyecto y otros en proximo reportajes.
Microsoft trabaja en un ordenador que lee la mente de los usuarios y se adapta al estado de ánimo. Después del “chip prodigioso”, Microsoft, que nunca escondió sus intentos de monopolizar y DIRIGIR la vida de sus usuarios, HA ESTADO INVESTIGANDO COMO CONOCERNOS MEJOR para hacernos “la vida más fácil”. Ha querido llegar casí a nuestra alma, y parece haberlo conseguido. Microsoft, tiene ahora, la llave del control social más refinado que se ha producido hasta el momento. Al loro, con Microsoft.
El mundo tiene los ojos fijos en Guantánamo y Abu Ghraib, pero nadie conoce Tranquility Bay, un campo de re-educación en el que niños internos sufren violencia física y lavados de cerebro. (ver video adjunto):
La amenaza más insidiosa a nuestras libertades básicas, como la libertad mental y libertad de expresión, es un fenómeno conocido como control mental. El "Control Mental" se refiere a todos los sistemas psicológicos coercitivos, como lavado del cerebro, reforma del pensamiento, y la persuasión coercitiva. El control mental es el cambio de las actitudes de una persona, las creencias, y personalidad sin el conocimiento o consentimiento de la persona. El control mental emplea manipulación engañosa, normalmente en una escena de grupo, para ganancias financieras o política del manipulador. El control mental trabaja mediante el gradualmente ejercer control aumentante sobre los individuos a través de varias técnicas, como la repetición excesiva de actividades rutinarias, la intensa humillación, o la privación del sueño.
¿Qué haremos con el miedo? Desprivatizarlo, desmitificarlo, desordenarlo, desautorizarlo, no tenerle miedo, por ahora. Hasta que logremos ponerlo en retirada, no con un acto heroico, sino con la fuerza colectiva que nace del encuentro de nuestras miradas, nuestras voces, nuestro deseo, en la ancestral búsqueda cotidiana de la libertad, y de un mundo en el que valga la pena vivir, enfrentando al miedo, y a todas las otras caras perversas del poder. Marchando una vez más, juntas y juntos, con alegre rebeldía.
“De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado por la soberanía de una élite de técnicos y de financieros mundiales”.
David Rockefeller
(miembro fundador del Club Bilderberg y de la Comision Trilateral)
Recopilacion de textos: KarlFM
Fotomontaje iluistración: KarlFM.-
David Rockefeller
(miembro fundador del Club Bilderberg y de la Comision Trilateral)
Recopilacion de textos: KarlFM
Fotomontaje iluistración: KarlFM.-