Fue un grandísimo
escritor que me hizo disfrutar y estremecer desde mi adolescencia; solía leer sus libros en el salón del ático mientras la chimenea abrasaba los leños. Sus
obras te abrían la mente, te adentraban en mundos inimaginables donde
todo era posible y nada escapaba. Su muerte es una dolorosa pérdida,
porque desaparece parte de la imaginación; incluso sus marcianos estarán
tristes y perderán su color natrural por un tiempo. Ray ha fallecido
este 7 de junio del 2012 en la ciudad de Los Ángeles a los 91 años; un
ataque al corazón paralizó la máquina fantástica de crear mundos. Era
considerado
como uno de los grandes maestros de la ciencia ficción y autor de
numerosísimas
novelas, como sus célebres Crónicas Marcianas y Farenheit 451. Para Bradbury la ciencia ficción no era otra cosa que
"el nacimiento de las ideas", un género inabarcable en sus infinitas
fantasías, que se nutre del avance tecnológico y las epopeyas espaciales, pero
también de la aventura interior del ser humano. La literatura pierde uno de
sus grandes figuras, pero nos queda su recuerdo y su obra, y el asteroide 9766,
que fue bautizado en su honor como Asteroide Bradbury. La
galaxia está de luto. Descanse en paz.
KarlFM.-
ALGUNAS DE SUS FRASES
Me gusta tocar un libro,
respirarlo, sentirlo, llevarlo... ¡Es algo que una computadora no ofrece! Tenemos que volver a los libros, si no perderemos la civilización.
Lo que funda toda escritura es el
amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Y olvidarse del dinero.
Si uno hace lo que ama, es feliz.
En la vida, todo es amor. Si uno
ama está vivo, si crea amor, las cosas buenas forzosamente llegan.
Rodéense de personas que los
quieran, y si no los quieren, échenlos.
La televisión, esa bestia
insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones de personas todas las
noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta, que promete mucho y
que en realidad da muy poco.
Sin bibliotecas, ¿qué nos
quedaría? No tendríamos pasado ni futuro.
Estamos rodeados de demasiados
juguetes tecnológicos, con Internet, los iPod...La gente se equivocó. Yo no
traté de prever, sino de prevenir el futuro. No quise hablar de la censura sino
de la educación que el mundo tanto necesita.
Continuamos siendo imperfectos,
peligrosos y terribles, y así mismo maravillosos y fantásticos. Pero nos
hallamos aprendiendo a modificar.
No estaba prediciendo el mañana,
estaba ambicionando evadirlo.
Tienes que estar al tanto de
como aceptar el repudio y como refutar la aceptación.
Hay peores cosas que quemar
textos, una de estas es no mirarlos o leerlos.
Hay solo dos cosas con las que
uno se puede acostar: una persona y un libro.
Continuamos siendo imperfectos,
peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos
aprendiendo a cambiar.
No estaba prediciendo el futuro,
estaba intentando prevenirlo.
Los viajes al espacio nos harán
inmortales.
Ray Bradbury
escritor
estadounidense, 1920-2012