No son Barbies, Nancys, ni muñecas comunes, son dolls, Paranoid Dolls y solo con oir su nombre las huesos tiemblan y el corazón se encoge. Son ánimes de otra dimensión, de una paranoica visión de la femenidad infantil que juega entre la hipnosis, la fría sensualidad, la sofisticación gótica y la perversión malévola; son terriblemente encantadoras, pura mirada para ojos que quedan atrapados bajo el aura de lo impenetrable; blancas pieles satin que asemejan mármoles venecianos entre purpúeros labios incandescentes de flambeado frenesí japo.
Nada las detiene, las ves pasar por el callejón de las calles sin nombre y los andares se paralizan congelados por el tiempo. Son chicas prohibidas, niñas de corte lascivo que pervierten el alma de los depredadores. Pequeñas ninfas que revolotean como mariposas en la crisálida mente de quien las imagina. Déjate llevar pues por ese torbellino sensual vórtice de sensaciones pecaminosas y descendiente de las bellas hadas de los avernos cautivantes. Abre las puertas a las Paranoid Dolls.
KarlFm.-
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