"Cuando supe que habían caÍdo las tres hermanas Mirabal me dije:
la sociedad establecida ha muerto."
Amen de Mariposas
Pedro Mir, poeta nacional de la Rep. Dom.
Pedro Mir, poeta nacional de la Rep. Dom.
El 25 de noviembre fue declarado día
internacional contra la violencia hacia la mujer en el Ier Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en
Bogotá (Colombia) en julio de 1981. En este encuentro las mujeres denunciaron
la violencia de género a nivel doméstico y la violación y el acoso sexual a
nivel de estados incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras
políticas. Se eligió el 25 de noviembre
para conmemorar el violento asesinato a garrotazos de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y Maria Teresa). El brutal
acontecimiento, que fue vendido a la prensa por Rafael Leónidas Trujillo, el más brutal dictador latinoamericano, como un trágico accidente, pero
contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis
meses después, con el asesinato del caudillo. Para el movimiento popular y
feminista de República Dominicana históricamente estas mujeres han simbolizado
la lucha y la resistencia. Patria,
Minerva y María Teresa crecieron
en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la
provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal.
En 1960, la Organización de Estados Americanos condenó las acciones cometidas
por el gobierno dominicano y mandó unos representantes a observar la situación
en la República Dominicana. Por esta razón, Trujillo,
conocido también como El Jefe, El
Generalísimo, El Chivo o El Chapita,
por su afición desmedida por las condecoraciones, ordenó que todas las mujeres
detenidas en las cárceles fueran liberadas, incluso Las Mariposas –así eran conocidas entre sus compañeros de lucha las
hermanas Miraval (Minerva, Patria y María Teresa). Sin embargo, sus esposos quedaron
presos. Todos ellos fueron detenidos en La
Victoria, en Salcedo pero luego Manolo
y Pedro fueron transferidos a la cárcel San Felipe en Puerto Plata
mientras que Leandro permaneció en La
Victoria.
Existían varias circunstancias
que podían haber contribuido a la decisión de Trujillo a matar las hermanas
Mirabal. Ellas representaban un peligro para su régimen porque eran
bien-conocidas y admiradas en todas partes del país. No importaba cuántas veces
Trujillo las arrestaba ni cuántas de
sus propiedades y posesiones él confiscaba; Minerva, Patria y Maria Teresa se
negaban a dejar su misión de restaurar la democracia y las libertades civiles a
la nación. Se sabía que a Trujillo,
un hombre casado, le gustaba seducir a las muchachas jóvenes y mantenía a sus
varias amantes en sus mansiones por todo el país. En la celebración de 1949 en
San Cristóbal, Trujillo falló en su
esfuerzo a seducir a Minerva. En su
libro Tres Heroínas y un Tírano, Miguel A. García habla de esta conversación
entre Minerva y el dictador mientras
que bailaban:
TRUJILLO: ¿Usted está de acuerdo
con mi línea política?
MINERVA: No me interesa la
política.
TRUJILLO: ¿Y si yo le mando a mis
súbditos para que la conquisten?
MINERVA: ¿Y si yo conquisto a sus
súbditos?
Trujillo tenía que ser muy selectivo cuando eligiendo los hombres
dispuestos a cometer un crimen tan horripilante. Eligió a los asesinos a base
de sus acciones anteriores; los que mostraban que ya no tenían ningún problema
matando a cualquiera fueron elegidos. Estos hombres eran Victor Alicinio Peña Rivera y los siguientes miembros de la policía
secreta: Ciriaco de la Rosa, Ramón Emilio
Rojas, Alfonso Cruz Valeria, y Emilio
Estrada Malleta. Esta policía, llamada el Servicio de Inteligencia Militar, o SIM, había sido organizada por Trujillo
cuando aún estaba subiendo por los grados militares en el ejército. Su
experiencia con los soldados de marina de los Estados Unidos le había enseñado
unas cosas de inteligencia militar. Trujillo
había formado varias agencias que espiaban en el público, y hasta en las otras
agencias. Los ciudadanos dominicanos tenían que cargar tarjetas de
identificación publicados por la policía.
Las desapariciones de los
críticos de Trujillo y también los
rumores de torturas e homicidios cumplidos por el SIM, crearon una reputación temerosa por el país. La participación
de los susodichos asesinos en las actividades del SIM hizo que Trujillo los
eligiera para llevar a cabo el homicidio de las hermanas Mirabal.
El 25 de noviembre de 1960, tres de las cuatro hermanas Mirabal -Patria, Minerva y Maria Teresa- viajaron a Puerto Plata en
el norte desde Salcedo con el chofer Rufino
de la Cruz para visitar a sus esposos quienes estaban detenidos en La Cuarenta. Ya era de noche cuando
salieron de la cárcel y una tormenta había comenzado. Mientras viajaban por la
carretera Santiago-Puerto Plata, una
carretera entre las dos ciudades, su jeep
fue parado por los susodichos hombres de Trujillo.
Como es difícil, y verdaderamente imposible, para una persona que no estuvo
presente contar el incidente, una narración por uno de los mismos asesinos es
más apropiado.
“Después de apresarlos los condujimos al sitio cerca del abismo donde
ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas,
cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas
largas, María Teresa. Alfonso Cruz eligió la más alta, Minerva, yo elegí a la
más bajita y gordita, Patria y a Malleta al chofer, Rufino de la Cruz. Ordené a
Pérez Terrero que permaneciera en la a ver si se acercaba alguien que se
pudiera enterar del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la
justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo
contrario Trujillo nos hubiera liquidado a todos.”
De esta manera, las hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz fueron golpeados hasta la muerte al lado de una
carretera entre Puerto Plata y Santiago. Patria
tenía 36 años de edad, Minerva 34, y Maria Teresa 24. Este acto horrible sí
tuvo consecuencias para Trujillo; el
homicidio de tres mujeres indefensas era lo último que la población dominicana
podía aguantar, y así comenzó el fin del régimen de Trujillo.-