La fotografía es un vaivén infinito, un universo pleno de infinitas combinaciones donde los mismos elementos artísticos pueden desenvolverse de formas distintas según sus creadores. Cada artista impregna con la imagen sus sueños, sus deseos, sus sentimientos, sus locuras, sus inspiraciones y mensajes. La imagen posee ese valor que la hace inmortal.
André Brito es un fotógrafo portugués de 31 años que convierte la belleza del cuerpo humano en arte creando asimismo unas coreografías impresionantes en sus trabajos para moda y publicidad. La belleza de cada una de estas imágenes reside en las texturas que generan, en las formas dinámicas que desarrollan y en las luces que contrastan sus cuerpos. Hay imágenes que son un verdadero desafío al equilibrio del cuerpo humano, suspendido en el aire incierto o sostenido en el único punto posible. La gravedad parece ser una dimensión bajo el control del artista.
KarlFM.-
