Cuanto más tiendes los brazos hacia el mundo, más se retira. Nadie quiere amor auténtico, odio auténtico. Nadie quiere que metas la mano en sus sagradas entrañas … si te ríes cuando los otros ríen y lloras cuando los otros lloran, en ese caso tienes que prepararte para morir como ellos mueren y para vivir como ellos viven. Eso significa estar en lo cierto y llevar la peor parte al mismo tiempo. Significa estar muerto, cuando estás vivo, y estar vivo sólo cuando estás muerto. Nada es cierto ni falso, el pensamiento es el que hace que lo sea. Y cuando te empujan más allá del límite, tus pensamientos te acompañan y no te sirven de nada.
La tierra gira y gira, los astros giran y giran, pero los hombres, el gran cuerpo de hombres que componen el mundo, están presos en la imagen del uno y sólo uno.
La vida se convierte en un espectáculo a medida que se produce. La soledad queda suprimida, porque todos los valores, incluidos los tuyos, están destruidos. Lo único que florece es la compasión, pero no es una compasión humana, una compasión limitada: es algo monstruoso y maligno. Te importa todo tan poco, que puedes permitirte el lujo de sacrificarlo por cualquiera o por cualquier cosa.
Lo que nace más allá de los límites del sufrimiento humano actúa como un boomerang y provoca destrucción … Somos de una sola misma carne pero estamos separados como estrellas.
El alimento de tu alma es luz y espacio, pero la comida para el cuerpo es champán y ostras … El pensamiento que no te lleva a ningún sitio te conduce a todas partes: todas las demás clases de pensamiento discurren por carriles y, por lejos que lleguen, al final siempre acaban en la estación o en el depósito de máquinas.
La amarga experiencia me ha enseñado que lo que sostiene el mundo es la relación sexual. Pero la jodienda, la auténtica, el coño, el auténtico, parecen contener un elemento no identificado que es mucho más peligroso que la nitroglicerina.
Hay coños que ríen y coños que hablan; hay coños locos, histéricos, en forma de ocarinas y coños lujuriantes, sismográficos, que registran la subida y la bajada de la savia; hay coños caníbales que se abren de par en par como las mandíbulas de una ballena y te tragan vivo; hay también coños masoquistas que se cierran como las ostras y tienen conchas duras y quizás una perla o dos dentro; hay coños ditirámbicos que se ponen a bailar en cuanto se acerca el pene y se empapan de éxtasis; hay coños puercoespines que sueltan sus púas y agitan banderitas en Navidad; hay coños telegráficos que practican el código Morse y dejan la mente llena de puntos y rayas; hay coños políticos que están saturados de ideología y que niegan hasta la menopausia; hay coños vegetati¬vos que no dan respuesta, a no ser que los extirpes de raíz; hay coños religiosos que huelen como los adventistas del Séptimo Día y están llenos de abalorios, gusanos, conchas de almejas, excrementos de oveja y de vez en cuando migas de pan; hay coños mamíferos que están forrados con piel de nutria e hibernan, durante el largo invierno; hay coños navegantes equipados como yates, buenos para solitarios y epilépticos; hay coños glaciales en los que puedes dejar caer estrellas fugaces sin causar el menor temblor; hay coños diversos que se resisten a cualquier clasificación o descripción, con los que te tropiezas una vez en la vida y que te dejan mustio y marcado; hay coños hechos de pura alegría que no tienen nombre ni antecedente y éstos son los mejores de todos, pero, ¿a dónde han ido a parar? Y, por último, existe el coño que lo es todo y a éste vamos a llamarlo supercoño, pues no es de esta tierra, sino de ese país radiante adonde hace mucho tiempo nos invitaron a huir.
Somos el último punto decimal del cálculo sexual; el mundo gira como un huevo podrido en su canasta de paja.
Todo avanza como relojes lubricados; por cada minuto de la esfera hay un millón de relojes silenciosos que van pelando las cáscaras del tiempo. Viajamos más rápido que la calculadora relámpago, más rápido que la luz de las estrellas, más rápido que el pensamiento del mago. Cada segundo es un universo de tiempo. Y cada universo de tiempo no es sino un pestañeo de sueño en la cosmogonía de la velocidad. Cuando la velocidad llegue a su fin, allí estaremos, puntuales como siempre y dichosamente anónimos. Nos desprenderemos de nuestras alas, relojes y repisas de chimenea en que apoyarnos. Nos levantaremos ligeros y alboro¬zados como una columna de sangre, y no habrá recuerdo que nos haga caer de nuevo.
La gente cree que el vacío es la nada, pero no lo es. El vacío es una plenitud discordante, un mundo atestado de fantasmas en que el alma hace un reconoci¬miento.
La vida pasa a la deriva por el escaparate. En realidad, no hay nada que temer, porque todo está cortado pulcramente en lonchitas y envuelto en celofán … . En realidad, no hay nada que temer, porque todo está cortado pulcramente en lonchitas y envuelto en celofán … El hombre no es ni siquiera capaz de destruirse a sí mismo; de lo único que es capaz es de destruir a los demás.
Nada va determinado de antemano, el futuro es absolutamente incierto, el pasado es inexistente. Por cada millón que nace 999.999 están condenados a morir y a no volver a nacer más. Pero el que mete un gol tiene asegurada la vida eterna. La vida se comprime en una semilla, que es un alma. Todo tiene alma, incluidos los minerales, las plantas, los lagos, las montañas, las rocas. Todo es sensible, incluso en la etapa más baja de la conciencia.
Dios es la suma de todos los espermatozoides, que han alcanzado la conciencia plena. Entre la base y la cima no hay pasado, no hay estación intermedia. El río nace en algún lugar de la montaña y fluye hasta el mar. En ese río que conduce hasta Dios, la canoa es tan inútil como el acorazado. Desde el comienzo mismo la travesía es de regreso a casa.
Existe un estado de miseria que es irremediable... porque su origen se pierde en la oscuridaad. La muerte es fecundante, tanto para el suelo como para el espíritu. En América la destrucción es completamente aniquiladora. No hay renacimiento, sólo un crecimiento canceroso, capa tras capa de tejido nuevo y ponzoñoso, cada una de ellas más fea que la anterior.
Hay ocasiones en que tiene uno que romper con sus amigo» para entender el significado de la amistad.
La Tierra no es mas que un enorme queso rancio con guasnos que lo pudren por dentro
Me quedo en un lugar o con una persona durante el tiempo suficiente para obtener lo que necesito, y después me voy. No tengo meta: el vagabundo sin rumbo es suficiente por sí mismo. Soy libre como un pájaro, seguro como un equilibrista.
Si tuviera la oportunidad de ser Dios, la rechazaría. Si tuviese la oportunidad de ser una estrella, la rechazaría. La oportunidad más maravillosa que ofrece la vida es la de ser humano. Abarca todo el universo. Incluye el conocimiento de la muerte, del que ni Dios goza.
El hombre que renace es siempre el mismo hombre, cada vez es más él mismo con cada renacimiento. Lo único que hace es cambiar de piel cada vez, y con la piel cambia de pecados.
Cambiar la primera capa es doloroso hasta grado indecible; la siguiente capa es menos dolorosa, la siguiente menos todavía, hasta que al final la pena se vuelve agradable, cada vez más agradable, una delicia, un éxtasis. Y después no hay ni placer ni dolor, sino simplemente la oscuridad que cede ante la luz. Y al desaparecer la oscuridad, la herida sale de su escondite: la herida que es el hombre, que es el amor del hombre, queda bañada en la luz. Se recupera la identidad perdida. El hombre da un paso y sale de su herida abierta, de la tumba que había llevado consigo tanto tiempo.
Le metí la mano entre las piernas y quedó enredada en aquel espeso zurrón: estaba empapado y chorreando como un caballo al babear … , me agarró y me apretó contra ella, y ante mi gran asombro sentí también que deslizaba la mano en mi bragueta. Me acarició tan maravillo¬samente, que en un santiamén me corrí en su mano. Después me cogió la mano y se la colocó entre las piernas. Se tumbó completamente relajada y abrió las piernas al máximo. Me incliné y le besé cada uno de los pelos del coño; le puse la lengua en el ombligo y lo lamí hasta limpiarlo. Después me tumbé con la cabeza entre sus piernas y me bebí con la lengua la baba que le brotaba. Entonces ya estaba gimiendo y se agarraba frenéticamente; el pelo se le había soltado por completo y le cubría el abdomen desnudo. En pocas palabras, se la volví a meter, y me contuve largo rato, lo que debió de agradecerme más que la hostia, porque se corrió no sé cuántas veces: era como un paquete de cohetes explotando, y al mismo tiempo me hincó los dientes, me magulló los labios, me arañó, me desgarró la camisa y no sé qué demonios más. Cuando llegué a casa, y me miré en el espejo, estaba marcado como una res.
Al cabo de un año más o menos, yo estaba ya dando clases, y quiso la suerte que la madre de la muchacha a la que daba las clases fuese una golfa, una furcia y una fulana como hay pocas. Vivía con un negro, como más adelante descubrí. Al parecer, no podía conseguir una picha lo bastante grande para satisfacerla. El caso es que siempre que estaba a punto de marcharme a casa, me retenía en la puerta y se restregaba contra mí. Me daba miedo liarme con ella porque corría el rumor de que tenía sífilis, pero, ¿qué demonios vas a hacer cuando una mala puta cachonda como ésa se restriega el coño contra ti y te mete la lengua casi hasta la garganta? Solía follarla de pie en el vestíbulo, lo que no era tan difícil porque pesaba poco y podía sostenerla con las manos como una muñeca.
Tenia el coño empapado con la esperma del último polvo … Era una de estas chicas nacidas para follar … Cuando estábamos sentados en el porche a oscuras hablando con los invitados, se me acercaba y se me sentaba en las rodillas sin nada debajo del vestido, y yo se la metía mientras ella reía y hablaba con los otros … En el metro abarrotado de gente … se corría el vestido para que la abertura quedara en el medio, me cogía la mano y se la colocaba en pleno coño. Si el tren iba repleto y estábamos encajados a salvo en un rincón, me sacaba la picha de la bragueta y la cogía con las manos, como si fuera un pájaro. A veces se ponía juguetona y colgaba su bolso de ella como para demostrar que no había el menor peligro. Otra cosa suya era que no fingía que yo fuera el único tío al que tenía sorbido el seso … Me contaba sus aventuras riéndose, mientras estaba subiéndome encima o cuando se la tenía metida, o justo cuando estaba a punto de correrme. Me contaba lo que hacían, si la tenían grande o pequeña, lo que decían cuando se excitaban y esto y lo otro, dándome todos los detalles posibles, como si fuera yo a escribir un libro de texto sobre el tema … Ella decia: A los hombres les gusta joder, y a las mujeres también. No hace daño a nadie y no significa que tengas que amar a toda la gente con la que folles, ¿no? No quisiera estar enamorada; debe de ser terrible tener que joder con el mismo hombre todo el tiempo, ¿no crees ? Oye, si sólo follaras conmigo todo el tiempo, te cansarías de mí en seguida, ¿no? A veces es bonito dejarse joder por alguien que no conoces en absoluto …¿No crees que es humano tener un coño y usarlo de vez en cuando? ¿Quieres que se te seque? … porque hasta una dama se deja echar un polvo de vez en cuando …
A veces me dan ganas de decir ... "Mira, chica, no me digas ni una palabra... sácamela simplemente y abre bien las piernas".»
La vida no es tan mala, si puedes hacer lo que quieras.
Creo que debió de haber una época así, una época en que los hombres eran diferentes. No puedo creer que hayan sido siempre los cerdos que son ahora y han sido durante los últimos milenios. Creo que es posible que hubiera una época en que los hombres sabían vivir, sabían aceptar la vida tal como es y disfrutarla.
Quiero ganar una fortuna para sacar los pies de esta basura … Me he partido los cojones intentando llegar adonde estoy, que no es demasiado lejos. Creo tan poco en el trabajo como tú ... lo que pasa es que me educaron así … Lárgate lejos y empieza de nuevo en alguna parte.
Hay miles de tías en el mundo con las que te puedes llevar bien … el tiempo pasa comoun sueño pegajoso … Ninguna situación en si misma podia asustarme … Otra gente se agotaba luchando, esforzándose y afanándose; mi estrategia consistía en flotar con la corriente …
Las cosas ocurren o no ocurren, y nada más. Nada se realiza mediante el sudor y los esfuerzos. Casi todo lo que llamamos vida es simplemente insomnio, una agonía porque hemos perdido la costumbre de quedarnos dormidos. No sabemos dejarnos llevar. Somos como un muñeco de una caja de sorpresas colocado sobre un resorte y cuanto más esfuerzos hacemos más difícil es volver a la caja.
En el momento en que nace un niño pasa a formar parte de un mundo en que hay no sólo el ritmo de la vida, sino también el ritmo de la muerte. El deseo desesperado de vivir, de vivir a toda costa, no es el resultado del ritmo de vida en nosotros, sino del ritmo de muerte … Todo el que no haya aceptado la vida plenamente, que no esté aumentando la vida, está ayudando a llenar el mundo de muerte. Hacer el gesto más simple con la mano puede comunicar el mayor sentido de vida.
La muerte es el autómata que gobierna el mundo de la actividad. La muerte es silenciosa, porque carece de boca … Abrir los brazos a la muerte sin sentir miedo …
Hay locos que dicen verdades, mientras que otros guardan silencio … Todas las cosas se engendran a partir del gran misterio.
Si estoy en contra del estado del mundo no es porque sea un moralista... es porque quiero reírme más. No digo que Dios sea una gran carcajada; digo que tienes que reír con ganas antes de que puedas acercarte lo más mínimo a Dios. Mi exclusivo fin en la vida es llegar cerca de Dios, es decir, llegar cerca de mí mismo. Por eso es por lo que no me importa el camino que tome. Pero la música es muy importante. La música es un tónico para la glándula pineal. La música no es Bach ni Beethoven, la música es el abrelatas del alma. Te hace tranquili¬zarte terriblemente por dentro, te hace tomar conciencia de que hay un techo para tu ser.
Es terrible ser civilizado, porque cuando llegas al fin del mundo no tienes nada que te ayude a soportar el terror de la soledad. Ser civilizado es tener necesidades complicadas. Y un hombre en la flor de la vida no debería necesitar nada.
Eres un hombre marcado... y nadie aprieta el gatillo … Nací en medio de la civilización y la acepté con toda naturalidad: ¿qué otra cosa podía hacer? … El mundo era como un museo para mí: no veía otra cosa que hacer que devorar ese maravilloso pastel cubierto de chocolate que los hombres del pasado nos habían dejado en las manos.
Ningún hombre quiere ser artista: se ve impelido a serlo porque el mundo se niega a reconocer que indica el camino adecuado … El artista pertenece a la raíz X de la raza humana; es el microbio espiritual, por decirlo así, que se transmite de una raíz de la raza a otra. El infortunio no lo aplasta, porque no forma parte del orden de cosas físico, racial. Su aparición coincide siempre con la catástrofe y la disolución; es el ser cíclico que vive en el epiciclo. La experiencia que adquiere nunca la usa para fines personales; está al servicio del objetivo más amplio al que va engranado … La eternidad de su obra, cuando se expresa, es un mero reflejo del automatismo de la vida en que se ve obligado a permanecer aletargado, un durmiente en la espalda del sueño, en espera de la señal que anuncie el momento del nacimiento … Cuanto más despierto llega uno a estar, cuanto más se vuelve un microbio artístico, menos deseo tiene de nada … La acción, tal como se expresa en la creación de una obra de arte, es una concesión al principio automático de la muerte.
La naturaleza está susurrándonos al oído eternamente … Por ser humanos, no matamos como el animal, sino automáticamente, y el asesinato se disfraza y sus ramificaciones son infinitas, de modo que matamos sin pensarlo siquiera, matamos sin necesidad … La bondad del hombre apesta más que la maldad que hay en él, pues la bondad no se reconoce todavía, no es una afirmación del yo consciente. Al verse empujado al precipicio, es fácil en el último instante ceder todas las posesiones, volverse y dar un último abrazo a los que quedan atrás. ¿Cómo vamos a detener la embestida ciega? ¿Cómo vamos a detener el proceso automático, empujando cada cual al otro lado del precipicio?
La inmortalidad de la raza está constantemente ante nuestros ojos en esos especímenes del pasado que subsisten en un esplendor marchito … A medida que declina la vitalidad de la nueva raza, la vitalidad de las razas antiguas se manifiesta a la mente despierta cada vez con mayor significado. La vitalidad de las razas antiguas subsiste incluso en la muerte, pero la vitalidad de la nueva raza que está a punto de morir parece ya inexistente.
Y a medida que penetra la luz en el interior de mi ser, siento que mis raíces, que están en la tierra, están vivas y que algún día podré alejarme cuanto quiera de este trance que me paraliza.
En cualquier momento puede trascenderse la rueda del destino porque en cualquier punto de su superficie toca el mundo real y sólo una chispa de iluminación es necesaria para producir lo milagroso, para transformar al patinador en un nadador y al nadador en una roca. La roca en simplemente una imagen del acto que detiene la fútil rotación de la rueda y sumerge al ser en la conciencia plena. Y la conciencia plena es verdaderamente como un océano inagotable que se da al sol y a la luna y que incluye también el sol y la luna. Todo lo que existe nace del ilimitado océano de la luz... incluso la noche.
Ya no hay sufrimiento porque no hay nada que pueda amenazar tu seguridad. Y ni siquiera hay deseo de ayudar a los demás, ya que, ¿por qué privar a los demás de un privilegio que hay que ganar? La vida se extiende de momento en momento en una infinitud prodigiosa. Nada puede ser más real que lo que supones serlo. El cosmos es lo que quiera que pienses que es y en modo alguno podría ser otra cosa, mientras tú seas tú y yo sea yo. Vives en los frutos de tu acción y tu acción es la cosecha de tu pensamiento. El pensamiento y la acción son una misma cosa, porque al nadar estás en ella y eres de ella, y eso es lo único que deseas que sea, ni más ni menos. Cada brazada cuenta para la eternidad. El sistema de calefacción y refrigeración es un mismo sistema, y Cáncer está separado de Capricornio sólo por una línea imaginaria. No te vuelves estático ni te hundes en un pesar violento; no rezas para que llueva, ni bailas una jiga. Vives como una roca feliz en medio del océano: estás fijo, mientras que todo lo que te rodea está en movimiento turbulento. Estás fijo en una realidad que permite la idea de que nada está fijo, de que hasta la roca más feliz y fuerte se disolverá un día totalmente y será tan fluida como el océano del que nació.
A veces, en las incesantes revoluciones de la rueda, vislumbra¬ba la naturaleza del salto que es necesario dar. Saltar del mecanismo de relojería: ésa era la idea liberadora. ¡Ser algo más que el más brillante maníaco de la tierra y diferente de él! La historia del hombre en la tierra me aburría. Irradiar bondad es maravilloso, porque es tónico, vigorizador, vivificador. Pero ser simplemente es más maravilloso todavía, porque es inacabable y no requiere demostración. Ser es música, que es una profanación del silencio en provecho del silencio, y, por tanto, está por encima del bien y del mal. La música es la manifestación de la acción sin actividad. La música no incita ni defiende, no busca ni explica. La música es el sonido silencioso que produce el nadador en el océano de la conciencia. Es una recompensa que sólo puede conceder uno mismo. Es la dádiva del dios que uno es porque ha dejado de pensar en Dios. Es un augurio del dios que todo el mundo llegará a ser a su debido tiempo, cuando todo lo que es supere la imaginación.
Pero la verdad puede ser también una mentira. La verdad no es suficiente. La verdad es sólo el núcleo de una totalidad que es inagotable …
La verdad radica en ese conocimiento del fin que es cruel y despiadado. Podemos conocer la verdad y aceptarla, o podemos negarnos a conocerla y ni morir ni renacer. De ese modo es posible vivir para siempre, una vida negativa tan sólida y tan completa, tan dispersa y fragmentaria, como el átomo. Y si nos adentramos por ese camino lo suficiente, hasta esa eternidad atómica puede ceder ante la nada y el propio universo desmoronarse.
Vago sin rumbo, intentando conseguir un apoyo sólido e inconmovible desde el que pueda dominar una vista de mi vida, pero tras de mí sólo hay un cenegal de huellas entrecruzadas, una circunvalación incierta y confusa, el gambito espasmódico del pollo al que acaban de cortar la cabeza.
El lucero de la tarde cuelga a poca altura … El perro de cabeza de hidra ladra contodas sus bocas … Me gustaria besarla dos otres veces per este tipo de besos se reserva a las diosas … Bajo el corazón, en el fondo de la garganta, una simple sombra o un crujido en la cortina o el aliento en el cristal de la ventana … algo … aunque sea mentira … que detenga ese dolor, que detenga ese ir y venir … Me gustaria ahogarme de dolor pero en lugar de eso doy luz a una roca.
No es la pureza de un ángel lo que es tan valioso, es el hecho de que pueda volar. Un ángel puede romper la pauta en cualquier punto y en cualquier momento y encontrar su cielo; tiene poder para descender hasta la materia más baja y para salir de ella cuando quiera. La noche a que me refiero lo entendí perfectamente. Era puro e inhumano, era independiente, tenía alas. Estaba desposeído del pasado y no me preocupaba el futuro. Estaba más allá del éxtasis … y … una sonrisa que surgió de repente, como un soplo de viento … La sonrisa era tan dolorosamente rápida y fugitiva, que era como el destello de un cuchillo.
Se puede esperar toda una vida por un momento así … la sangre es como un océano en que todo se ve arrastrado, salvo lo que es nuevo y más sustancial incluso que la vida: LA REALIDAD.
Tengo la sensación de sumergirme en una profunda red de palabras, de gatear penosamente para volver a la boca de la red, pero no logro encontrar nada, nada excepto mi imagen tambaleándose en un pozo sin fondo … Sin pasado, sin futuro. Hasta el presente parece dudoso … Sin principio, sin fin. No soy consciente ni del tiempo ni del paso del tiempo, sino sólo de la intemporalidad.
El mundo está en un trance como de matriz: el yo interior y el exterior están en equilibrio … Mi vida entera está en la balanza; voy a disfrutar de este lujo por un día … Mañana el equilibrio habrá acabado; si lo vuelvo a encontrar alguna vez, será en la sangre y no en las estrellas … Te considero una estrella y una trampa, una piedra para inclinar la balanza, un juez con los ojos vendados, un agujero en el que caer, un sendero por el que caminar, una cruz y una flecha Buscaré el fín en mi mismo.
La muerte está detrás de mí y el nacimiento también. Ahora a vivir entre las enfermedades de la vida. Voy a vivir la vida espiritual del pigmeo, la vida secreta del hombrecillo en la soledad del bosque … Déjame pudrirme en el esplendor mientras el sol estalla en tu matriz … Clava tu matriz en mi pared para que pueda recordarte.-
Henry Miller
Fragmentos seleccionados por Karl FM.-
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