El yoga es una
disciplina originaria de la India que se ha popularizado bastante
entre la cultura occidental, posicionándose como un promotor de la vida
saludable. Nude Yoga Girl es una usuaria de Instagram que
sube imágenes mostrando diferentes posturas de yoga, pero con una
particularidad: Posa completamente desnuda.
No se conoce su identidad,
nacionalidad o profesión. Jamás muestra su rostro. Tampoco aquellas zonas de su
anatomía que la hipócrita censura penaliza. No vende marcas, ni pretende elevar
a sus seguidores en las redes sociales. Le gusta el frío y posa desnuda en
los rincones más espectaculares del planeta mostrando toda la belleza que
esta disciplina milenaria puede dar al cuerpo y a la mente. Prefiere guardar el
anonimato. Leamos sus propias palabras:
Vengo de un país donde hay mucha
nieve y fue allí donde empecé a fotografiarme. Supongo que soy un poco de todo.
Una combinación de todas mis pasiones: yoga, fotografía, arte y literatura,
afirma. ¿Por qué desnuda?
Porque creo que, de esta forma,
doy más solidez al mensaje de aceptación personal que quiero
trasmitir: todos somos únicos y hermosos. Sin embargo, la sociedad nos presiona
tanto que, en demasiadas ocasiones, nos vemos obligados a representar un papel
que no refleja nuestra verdadera identidad. En el pasado yo misma me sentí
muy insegura de mi cuerpo, pero el yoga me enseñó a amarlo.
Creo que he encontrado la manera
de mostrar la desnudez como algo natural, no sexual. Me hace muy feliz que la
gente haya sido capaz de entender el arte de mis fotografías. En cualquier
caso, el anonimato y el hecho de no enseñar nunca la cara me ayuda a superar
mis tabús. Mi cuenta no es sobre mí, es sobre lo que defiendo.
Tengo un pequeño estudio en
casa. Pongo todo en su lugar, incluida la configuración de la cámara y la
iluminación, luego le pido a mi novio que tome la foto cuando esté lista en la
pose. Es muy amable de ayudar en esto. Uso el blanco y negro porque quiero
que las fotos parezcan muy simples y minimalistas. Pensé que el blanco y
negro funcionaría mejor para esto. También es más fácil ocultar las partes
íntimas de tu cuerpo con sombras. En la vida real vemos todo en color, y
al hacer fotos en blanco y negro, la desnudez no se ve tan agresiva sino de una
manera más artística.
Mi novio me ayuda a no mostrar
más de la cuenta. Ya hemos hecho tantas sesiones juntos que sabemos perfectamente
cómo escoger las posturas y los ángulos. También cómo usar las sombras para
esconder mis zonas íntimas. A veces, resulta complicado, pero es todo un reto.
Sólo me dejo retratar en aquellos escenarios en los que me siento con la
libertad y seguridad suficiente para estar desnuda sin la preocupación de
inquietar a nadie. Siempre son lugares idílicos y evocadores.
¿Dónde me gusta ser fotografiada? ¡En tantos sitios! Pero, quizás, los primeros que me vienen a la cabeza son Islandia y Nueva Zelanda. También quiero hacerlo más en mi país durante el invierno, aunque tengo que tener cuidado porque la temperatura suele ser muy baja. La primera foto 'ártica' que me tomaron fue a menos 10 grados centígrados, pero puede hacer mucho más frío. Hacer yoga desnudo me da una sensación de libertad.