Recuerdo que en cierta ocasión David
Bowie dijo que En 1971 empezamos a escribir el siglo
XXI y sin duda tenía razón. 1971, considerado
como el mejor año de la historia del rock and roll y del R&B, fue
un año donde muchos de los que fuimos jóvenes en aquel entonces, jamás
olvidaremos, porque es un intervalo de tiempo que fue inserto en el alma como
una marca grabada al fuego ardiente.
Toda aquella vorágine supuso la
posibilidad de vivir una experiencia catártica única y que, gracias a la
acumulación de obras maestras, siempre estarán presentes, especialmente por el
enorme poder e influencia que tuvo la música de aquel periodo, un hito como
pocas veces ha sucedido a lo largo de la historia.
Yo tenía 17 años y comulgaba con
los íconos y movimientos progresistas de la época. Mi mirada cultural estaba
más enmarcada fuera de España que dentro de ella. Los jóvenes españoles íbamos
atrasados en todas las fuentes de modernidad europea y norteamericana, aunque poco
a poco iba comenzando cierta apertura. Nuestra mirada en consecuencia, estaba
más alejada de nuestras fronteras, donde la cultura se dimensionaba hacia
alternativas más innovadoras e interesantes. En 1971 todavía iba a comprar los
vinilos en Andorra, París, Londres y Ámsterdam, ya que en España la mayoría de
discos eran difíciles de conseguir.
El documental, dirigido por Asif
Kapadia y que acaba de estrenar Apple TV, deja
hábilmente expuesto y contrastado la importancia que supuso esa fascinante
añada. Él mismo lo manifiesta con sus palabras: Hicimos un trabajo
formidable de equipo. Supimos conservar la capacidad de poder dialogar con los
músicos más grandes de aquel tiempo, dándoles a entender que todo aquel
fenómeno no era más de lo mismo, sino una oportunidad única y diferente de
pasar a la historia. Los ocho capítulos de la serie no tratan de exponer
aquellas canciones exitosas del momento, sino de explicar lo que sucedía en el
mundo a través de esas canciones.
Temas legendarios como Life
On Mars (David Bowie), What’s Going On (Marvin Gaye), Stairway To Heaven (Led
Zeppelin), Imagine (John Lennon), Riders On The Storm (The Doors), Brown
Sugar (The Rolling Stones), Get It On (T Rex), Let’s Stay
Together (Al Green), Maggie May (Rod Stewart), American Pie (The
Guess Who) … O discos como Sticky Fingers (The Rolling Stones), Blue (Joni
Mitchell), Who’s Next (The Who), There’s a Riot Goin’ On (Sly
and the Family Stone), Meddle (Pink Floyd), Aqualung (Jethro
Tull), IV (Led Zeppelin), Hunky Dory (David Bowie), L.A.
Woman, (The Doors), At Fillmore East (The Allman Brothers Band), Master
of Reality (Black Sabbath) entre muchos más. La lista es interminable, en
todos sus estilos y facetas. 1971 fue, sin duda, un año que marcó la ascensión
más dorada más del nirvana musical.
Y es que, desde el marco
puramente social, 1971 fue un caldo de cultivo para que la explosión cultural
estallara contra el conservadurismo y belicismo imperantes. La herencia
cultural de los 60 empezaba a dar sus frutos haciendo confluir en un año
especial todas las convulsiones que la sociedad arrastraba y la necesidad de
salir de ellas a través de la rebeldía y el cambio. Y esa respuesta
sociocultural sacudió el sistema clásico.
Acontecimientos como la invasión
de Vietnam, la represión policial que inspiró Ohio (el simbólico tema
que publicaron en 1971 Crosby, Stills, Nash & Young), la tragedia
del concierto de Altamont, los
asesinatos de Charles Manson y hasta la separación
de los Beatles … dejaron la sensación de que el mundo se estaba
hundiendo y necesitaba un gran cambio, un tremendo revulsivo que hiciera que el
mundo fuera más creíble. El propio James Gay-Rees, productor ejecutivo
de la serie de Apple TV, lo expresa de forma contundente: Todo lo que
está bien y mal en el mundo actual arranca de ese punto, de ese origen.
Quizá el punto más importante que
se obtiene tras ver la serie de Apple TV, es la pregunta que
queda suspendida en el aire: ¿por qué la música de hoy en día no es capaz de
generar ese estado general de conciencia, de lucha y de cambio, como lo hizo en
las décadas de los 60 y 70? Según Asif Kapadia, hoy en
día, a las estrellas de la música, solo les importa el dinero, saber cuánto
vendo, cuánto tengo y vivir del cuento. Quizás ver estos 8 capítulos inspire a
los artistas de hoy a tomar algo del espíritu de ese tiempo. Mirar lo que
hicieron, cómo y porqué, y sin miedo a perder sus marcas patrocinadoras, se respondan
a sí mismos, quizá pueda hacerlo yo también.
Concluyendo, 1971 fue un
año de innovación musical y renacimiento impulsado por la agitación política y
cultural de la época. Las estrellas alcanzaron nuevas alturas, nuevos talentos
irrumpieron en escena y las fronteras se expandieron como nunca había sucedido
antes.
La serie documental nos ofrece
una mirada próxima a esos artistas y canciones que aun escuchamos 50 años
después; gente como The Rolling Stones, Aretha Franklin, Bob Marley, Marvin
Gaye, The Who, Joni Mitchell, Lou Reed y muchos más, siguen
estando presentes en nuestros equipos de sonido. Y es que la musica nunca se
detiene y es capaz de romper moldes, sistemas y confines, uniendo ideas y
personas, sea de dónde sean. La música siempre refleja el estado de la
sociedad.
La serie 1971: El año en el que la música lo cambió todo, asimismo, te da la oportunidad de volver a revivir ese tiempo legendario y de reactivar esa fuerza humana que permite que los cambios y la evolución sean posibles. Como ha dejado constancia Alejandro Alemán del soporte Semanario Eje Central: Aunque la música es el pretexto, está claro que Kapadia da suma importancia por recalcar el proceso creativo y la historia que lo alimenta. Aprovechando el material de archivo es capaz de construir una poderosa narrativa que mantiene el interés des espectador durante los ocho episodios de la serie.
Carlos Flaqué Monllonch (KarlFM)