"Hay que cambiar el modelo de evaluación académica. En lugar de
basar el futuro de un niño en unos pocos exámenes, hay otra manera de reflejar
lo que realmente saben y pueden hacer y es a través de un sistema alternativo de
“evaluación del rendimiento. Esto se logra gracias a un cambio radical en la
metodología de enseñanza. Con la base en lecturas masivas, redacción de ensayos
y presentaciones orales en las escuelas Consortium, se ha conseguido reducir la tasa de abandono
escolar, que ahora está en el 5%, frente al 30% del resto de institutos. No
puede ser que todo lo que uno ha aprendido en todos sus años de escuela se
evalúe en un día. Por ejemplo, los exámenes de selectividad no dicen nada sobre
la creatividad del alumno, la capacidad de investigación, de debate... Estamos
perdiendo mucho talento que no está entrando en la universidad pero que es
completamente capaz del trabajo académico.
Esos exámenes hacen una criba de estudiantes: los que son válidos para ir a la universidad y los que no lo son. Pero resulta que cuando van a la universidad se les pide que escriban tesis, piensen de forma crítica, investiguen, analicen, y para todo eso, esos test no sirven. El modelo de test estandarizados de EEUU tiene como trasfondo la idea de deshacerse de un determinado grupo de estudiantes. Ningún chaval puede saberlo todo, y muchos de los hechos que se enseñan los olvidan. Más importante es aprender a analizar, buscar, recoger puntos de vista.
En EE.UU., y otros países estos exámenes son una industria gigantesca, hay cientos de centros que enseñan a los alumnos cómo superar esas pruebas. Esto no te conduce a una buena educación. Nuestras escuelas Consortium siguen los ‘Estándares de Evaluación Basados en la Práctica (PBAS)’ diseñados por los profesionales de los centros educativos y centrados en el trabajo de los alumnos, que hacen a partir de temas que les interesan o de los que hablan. Al final de la etapa, tienen que elaborar un trabajo que evalúan un grupo externo de expertos. Los niños no son notas.
Pero lo más importante de todo es que el modelo de evaluación cambia la forma en que trabajas en clase, es decir: condiciona qué enseñas y cómo. Los estudiantes no abarcan tanto contenido, pero aprenden más en profundidad. La educación ‘online’ por ejemplo, está bien para ciertas cosas, mejora habilidades, pero no educa a los alumnos. La educación tiene que ver con la interacción, con el diálogo, el debate. Pero la educación no son solo hechos y datos. Lo que importa de las asignaturas es la capacidad de lectura, de escritura, el vocabulario, la capacidad de organizar las ideas, investigar... Si fracasan quizá es mejor proponer a los alumnos otra asignatura relacionada en lugar de repetir la información. Hay que trabajar a partir de las fortalezas, no ha partir de los fracasos. No puedes aprender si no te sientes involucrado, y debemos encontrar formas en que los alumnos se sientan interesados. En la adolescencia hay muchos temas que les llaman la atención, hay que tirar de ellos, lanzarles muchas preguntas. Para mí la educación no es llenar un recipiente de información sino encender una llama".
ANN COOK
Norteamericana (Chicago). Es licenciada en Historia y maestra
de esta especialidad. Directora del ‘New York Performance Standards Consortium’.
Es fundadora de la ‘Urban Academy High School’, una escuela pública reconocida
por su innovadora y exitosa manera de enseñar. Según ella su país debe
restaurar la democracia y el cambio climático es el mayor de los problemas en
el mundo.