Amin Maalouf, filósofo libanés y autor de la aplaudida novela León el Africano, escribió no hace mucho sobre el Naufragio de las civilizaciones donde imaginaba un mundo azotado por las tempestades identitarias. Para este gran pensador actual, la humanidad vive en la cuerda floja, sumida en un trance que pone en peligro a todos por un igual porque esta totalidad está interconectada. Esta situación hace que la humanidad se sienta extremadamente vulnerable, ya que el orden mundial ha desaparecido. Según Maalouf nos estamos encaminando hacia confrontaciones y crisis infinitas que para superarlas es preciso repensar y reconstruir ese orden internacional perdido. Pero lo más preocupante de todo el asunto es nuestra incapacidad como para gestionar sociedades plurales. En el extremo de ese choque cultural está lo que Maalouf define como Identidades Asesinas, nucleo de las constantes crisis mundiales que azotan a la humkanidad y que es ecesario combatir urgentemente. Bajo este concepto Maalouf denuncia la locura que incita a los hombres a matarse entre sí en nombre de una etnia, lengua o religión, o también por otras diversas razones como el afán de poder o de control sobre los demás, etc. Las identidades asesinas son la clave para comprender por qué en la historia de la humanidad la afirmación del 'uno' ha significado siempre la negación del 'otro'.
Pero lo más chocante de toda esta vorágine es saber que la humanidad tiene hoy en día todos los medios necesarios para resolver sus problemas pero lamentablemente no sabe aplicarlos, ni sabe hacia dónde va ni lo que quiere construir. Es por esta razón que Maalouf se siente consternado acerca de la evolución de la historia, pues a estas alturas las sociedades deberían haber logrado una forma de vida coherente y equilibrada. Sin embargo, estamos a un paso de una nueva Guerra Fría y de una carrera armamentística sin precedentes. Y esto es una realidad aterradora en manos de esas identidades asesinas que pueden hacer lo peor en cualquier momento. Debemos saber que las relaciones entre las personas y sociedades que proceden de orígenes distintos, no mejoran, más bien se están deteriorando y ningún país está haciendo un verdadero esfuerzo para que esta coyuntura peligrosa cambie.
El estallido de la pandemia debería habernos enseñado algo positivo, por ejemplo, considerar esta pausa como una oportunidad para empezar desde cero. No sucede a menudo que la humanidad esté en pausa durante un año y deberíamos aceptar esto como una señal. Tenemos la posibilidad de repensar nuestro mundo. Y para Maalouf este trabajo es tarea una indispensable de todos: Espero, por el bien del futuro de la humanidad, que se produzca un combate verdadero del pensamiento positivo para cambiar la forma de concebir el mundo, para que este tipo de actos peligrosos sean impedidos en su propio entorno. El mundo de hoy necesita ser repensado, reinventado, re-imaginado. Y por ello necesitamos mucha empatía, voluntad e imaginación. Esa gran tríade para crear un mundo nuevo post COVID es la que nos salvará. Por una cuestión de principios, no hay futuro para la humanidad mientras quienes la gobiernan son socialmente inútiles.
Como conclusión cabe decir que a pesar de que los avances tecnológicos, de que el Tercer Mundo se esté desarrollando y de que se dispongan de los medios para conducir a la humanidad hacia una era de libertad y progreso, el mundo parece ir en dirección opuesta, hacia la destrucción de todo lo conseguido hasta ahora. Es por ello que cabe preguntarse ¿cómo hemos llegado hasta aquí y por qué aún seguimos lastrando el constante desajuste de la humanidad en manos de identidades asesinas que convierten el presente y el futuro en un naufragio de la aventura humana? Queda abierta pues la difícil puerta de la esperanza para que el mundo vuelva a orientarse y recobre su sentido perdido, Tal como escribió Amin Maalouf en su novela Los desorientados: Más vale equivocarse en la esperanza que acertar en la desesperación.
Amin Maalouf, nacido en Líbano en 1949, es uno de los
escritores más brillantes y clarividentes de las actuales letras francesas.
Novelista, periodista, ensayista, pensador..., es miembro de la Academia
Francesa, y toda su obra está traducida a más de cuarenta idiomas. Entre los
numerosos premios que ha recibido cabe destacar el ‘Goncourt’ por ‘La roca de
Tanios’, y el ‘Aujourd'hui 2019’ al mejor libro de geopolítica por ‘El
naufragio de las civilizaciones’; así como el ‘Príncipe de Asturias 2010’ en
reconocimiento a toda su obra y a su labor estrechando lazos entre Oriente y
Occidente. Estudió Economía Política y Sociología en
la Universidad de San José de Beirut y es miembro de la Academia
Francesa, ocupando la silla número 29, en la que sucedió a Claude
Lévi-Strauss.