Soy lo que no quieres ver: la mugre escondida debajo de la alfombra. Siempre tuve la necesidad de expresarme y lo hice de diferentes formas a lo largo de mi vida. Un día, descubrí que hacer fotos podía ser interesante y comencé a sacar fotos con la camarita VGA de mi móvil. Ese fue el principio.
Para mi una buena fotografía es como un golpe o una caricia: se siente. Esas historias surgen espontánea e impulsivamente. Utilizo las fotos como un lienzo para crear algo más. La edición es lo que le da el sentido. Tengo varias ediciones de una misma foto con sentidos diferentes y es en la edición y el titulo donde se refleja el estado de ánimo.
Mucha gente me ha dicho que se sienten perturbados al ver algunas de mis fotos pero, nunca hago una foto pensando en la mirada ajena. Mis fotos son para mí, no puedo evitar hacerlas, me producen adrenalina. Es casi una adicción. El arte es un gatillo que te dispara la bala del calibre que tengas en el cargador, te pega dependiendo del ángulo en que este ubicado el revolver. No todos tenemos el arma apuntando hacia el mismo lugar ni balas del mismo calibre. Como cuando comienza una película y aparece el cartel que dice escenas de violencia y sexo explicito; ya sabes a lo que te expones.
Suelo utilizar color cuando estoy enojada o fuera de eje, y el blanco y negro en etapas de más calma. Mi herramienta fundamental es mi imaginación y creo que es la más valiosa. El resto es circunstancial. Por lo general trabajo desde mi lado oscuro. Tal vez sea la parte reprimida que quiere salir a la luz. Es una especie de exorcismo, de purificación. Luego no necesito hablar mal del vecino o buscar otras vías de salida de las frustraciones, miedos, angustias. Todos tenemos un lado oscuro y siempre busca la forma de salir de nosotros.
SOLARIXX
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No cabe duda de que
cada artista es su propio mundo, el flujo que sus venas destila y los procesos
que sus sinapsis generan; mientras unos eligen contenidos más suaves, otros
buscan perspectivas más densas, extrañas e incluso perversas. El alma humana es
la entidad más extraña que existe y sus manifestaciones diversas lo demuestran.
Muchas veces solemos
ver cosas que nunca quisiéramos ver. Nuestro subconsciente alberga los más
terribles fantasmas que generalmente no ven la luz porque algo los mantiene
ocultos en la parte oscura de nosotros mismos. Cuestión de supervivencia. Sin
embargo, muchos otros sienten curiosidad por destapar esos espectros. En
ocasiones surgen espontáneamente y de forma casi inconsciente cuando se
producen ante nosotros hechos dramáticos o trágicos; pero a veces se buscan de
forma intencionada. Solo hay que ver los coros que se forman cuando de repente
aparece un cadáver en la calle, un accidente en la carretera o un simple
desnudo ante nuestros ojos; somos curiosos ante lo desconocido y a la vez
temerosos de lo que vemos. Lo escabroso, lo mórbido, lo grotesco, lo chocante y
lo fuerte, son elementos moralmente “prohibidos” que excitan nuestra psique y
alimentan nuestros deseos reprimidos. Solarixx define muy
bien su trabajo en este aspecto: Soy
tu mugre escondida debajo de la alfombra.
Cada vez que me
detengo ante las imágenes de esta genial fotógrafa y amiga argentina, mi cuerpo
se expande y contrae como el de un gusano en movimiento. Todo mi metabolismo se
impregna de una atmósfera claustrofóbica que penetra en mis poros hasta
escarcear los nervios; es un viaje duro hacia el interior oscuro del alma. Es
pura fotografía psicológica.
A simple vista sus
fotos parecen simples, muchas de ellas desenfocadas (a drede) pero son un
reflejo de ese desenfoque oscuro que yace en el subconsciente humano, algo así
como la manifestación real de las sombras imperceptibles que llevamos dentro.
Son imágenes que alteran los egos, que producen rechazo, angustia, un malestar
general, pero desde el punto de vista del arte, son fotos que trascienden todos
los tópicos porque forman parte del alma caótica y primigenia de la Humanidad.
No se trata pues de
fotografías comunes, sino más bien de una inmersión profunda, casi una catarsis
prohibida, que burla los mecanismos de defensa y ve la luz en forma de papel, y
diversos elementos como suciedad, rayas, manchas, roturas, nieblas, derrames,
borrosidades, colores diluidos, blancos y negros agrisados. Un compendio de contrastes
que rasgan la consciencia. Solarixx es un mundo aparte, un
abismo tortuoso que emerge desde las profundidades y te engulle hasta convertir
la sensibilidad en un nudo atragantado de pesadillas. Son secuencias gráficas
dolorosas, densas, psicothrillers que te estrangulan la garganta como una boa
gigantesca. Son trabajos “dark ambient” que producen miedo, atmósferas corrosivas
que trillan la cabeza como un sonajero perverso. En definitiva, Solarixx es lo que cada uno quiere ver.
Solarixx es un pedazo de mujer creativa y de elevadas
cotas, un ser que rompe patrones y se atreve en lo más tortuoso, con lo
eróticamente más tenso, incluso a veces muchas de sus imágenes parecen surgidas
de la sinuosidad más laberíntica pero no por ello deja de ser belleza, arte en
mayúsculas, comunicación que rasga toda vestidura de lo comúnmente aceptado.
Texto: Karl Flaqué Monllonch.-