No sé como denominar eso que nos hace encontrar estúpidamente guapos a
hombres que muchas veces no lo son y desear atrapar estúpidamente entre
nuestras sábanas a ciertos cantantes o vocalistas de ciertos grupos, que en
verdad, no nos producirían ni la más mínima revolución hormonal si no fuera
porque cantan. A mi mamá le gustaba Pollito Fuentes en su adolescencia y a mi
abuelita Lucho Gatica, a mi tía Mónica, Julio Iglesias. O sea que la lesera es
genética. Y es que los galanes se ven de lo más deseables cuando toman un
micrófono.
Yo fui una Groupie
Por Teresa Campano
Las estrellas de rock siempre han sido protagonistas de escándalos, extravagancias, amoríos, rumores, curiosidades y hasta de muertes sorprendentes, una especie de aura morbosa parece que siempre ha marcado sus pasos por la historia. Bajo el sonido de guitarras contundentes, looks de lascivo descaro y canciones de sexo salvaje y amores locos, las estrellas de rock han sido fácilmente endiosadas y convertidas en sex symbols. De esta doble necesidad tuvo lugar al nacimiento de las groupies.
Las groupies fueron diosas del amor, reposo placentero para los
guerreros estelares del rock, inspiración profunda para bellísimas e inolvidables
canciones, pero también muñecas que un día dejaron de funcionar y terminaron
como juguetes rotos, envidiadas y admiradas por muchos pero odiadas por otros.
Fueron nenas de un tiempo y espacio perversos, que gracias a sus encantos y
habilidades, lograron doblegar a los más gigantescos dinosaurios del rock.
Fueron princesas del glamour, expertas sexuales sin límites ni tabúes, capaces
de hacer de todo en pos a sus estrellas y objetivos.
Las groupies nacieron en el seno
de aquella gloriosa época del rock de los sesenta, un legendario tiempo donde
nacieron grandes bandas, con grandes giras y grandes excesos. El término derivó
de la palabra inglesa group (banda o
grupo) para denominar a todas aquellas chicas que al no poder tener sus propios
minutos de fama trataron de pasar por lo menos y a toda costa unos minutos en
la intimidad de un famoso. Para llegar a ellos tuvieron que hacer amistad con
gente del entorno del artista y usar sus habilidades provocativas y sexuales.
Por tanto podríamos definir a las groupies como las chicas de la banda.
Mientras la fan se conforma con un autógrafo y una sonrisa, la groupie quiere todo de su ídolo: su
pene, su semen y, si hay suerte, incluso un hijo suyo. Hoy en día siguen
existiendo groupies pero no son el mismo fenómeno que nació en los 60 y se
culminó en el los 70 y 80.
Las groupies son una expresión latente del deseo de mantenerse
eróticamente vinculado a la esfera del poder, que, en cierta manera, la masa
quiere tener. En ese sentido, las groupies quieren sentirse un poco más que la
masa tocando a la estrella. En el momento del ritual todo es aceptado y vivir
una situación erótica con el artista es mucho más significativo a nivel
simbólico que con el amigo o el vecino.
(Ricardo Herrera, http://www.lostiempos.com).
Existen las groupies propiamente dichas que solo se follan a los músicos por ser personas importantes, aquellas que quieren un pequeño encuentro sexual con los músicos, y aquellas que se asocian por todo un Tour, cuidando de las drogas, vestuario, objetos de valor y vida social. En este último sentido, las GTO o Girls Together Outrageously, fueron las más famosas durante los años 60 y los 70.
Existen las groupies propiamente dichas que solo se follan a los músicos por ser personas importantes, aquellas que quieren un pequeño encuentro sexual con los músicos, y aquellas que se asocian por todo un Tour, cuidando de las drogas, vestuario, objetos de valor y vida social. En este último sentido, las GTO o Girls Together Outrageously, fueron las más famosas durante los años 60 y los 70.
Los orígenes de las groupies se remonta a los Beatles cuando un grupo de chicas
llamadas Apple Scruffs esperaban a
los Beatles fuera de los estudios Abbey Road solo para estar cerca de sus
ídolos, nada de contactos sexuales. El único deseo de estas primeras groupies era
asistir a los miembros de la legendaria banda en todo aquello que pudieran
necesitar, y así es como incluso llegaron a formar parte del coro de muchas
canciones del grupo, tal como Across The
Universe, entre otras. George Harrison, en su disco All Things Must Pass, les dedicó la canción Apple Scruff. Carol
Bedford, una de estas chicas, escribió un libro sobre sus experiencias
titulado Waiting for the Beatles: An Apple Scruff´s Story, en 1985 y casi
imposible de encontrar hoy en día.
Si los Beatles tenían groupies, los Rolling
Stones, eran su reverso tenebroso, ya que siguieron tirando de groupies a
través de las décadas (llegando a hacer tríos, orgías o intercambios de pareja)
y haría falta un libro entero para ocuparse de todas y cada una de ellas.
Veremos algunas de ellas en la segunda parte de este reportaje.
The Who, durante sus primeros conciertos, odiaban que los shows se llenasen de chicas gritando
como locas, así que salían a escena fumando toallitas higiénicas en vez de
tabaco, cantaban My Masturbation en
vez de My Generation, o Prostitute en vez de Substitute. Aun asi, Pamela Des Barres, una de las groupies
mas famosas de la historia, llegó a conquistar el corazón de Keith Moon, batería de The Who, de quien en su libro I´m With The Band dijo que le gustaba
vestirse de mujer o interpretar papeles durante sus juegos sexuales.
A mediados de los 70´s empezó el boom y las groupies empezaron a ser mas famosas incluso que los grupos,
llegando incluso a conseguir que las bandas musicales les dedicaran varias
canciones que llegaron a ser inmortales, tales como, Leopard Skin Pill Box-Hat, de Bob Dylan, Ruby Tuesday, de The Rolling Stones, Norwegian Wood , de The Beatles, Dolly
Dagger, de Jimmy Hendrix, Famous Groupies,
de Paul Mc Cartney, etc. En los 80, el periodista Douglas Mc Evans publicó el célebre dossier Orgías de Camarín contabilizando los excesos sexuales más
legendarios del rock.
Se comenta que la banda Def Leppard tenia varias groupies en los backtage de cada concierto para entretenimiento personal. Jim Morrison disponía de una
impresionante cantidad de groupies
con las que podía ser totalmente desagradable como un gran romántico,
dependiendo del nivel de su espíritu o el nivel de su borrachera.
Los integrantes de Aerosmith no se quedan atrás. Steven Tyler es mundialmente célebre por
ser un grande de la cama y especializado en el sexo oral: "el sexo con Steven es genial, es como una montaña rusa, te hará
gritar" cuentan sus groupies reconocidas. Joe Perry, quien las prefiere rubias, es "un caballo salvaje, por un momento te deja llevar el control,
pero luego parece que va a matarte".
Entre los titanes del sexo también
está George Harrison (ex- Beatle). Un
grupo de groupies de los ochenta
recuerda en especial una ocasión que le estaban practicando una felación
colectiva mientras éste tocaba la guitarra, cuando llegó al clímax, acabó la
canción.
Entre los de los números y los
trofeos se encuentra Gene Simmons,
líder de la banda Kiss, quien se
jacta de tener una colección de más de 5000 fotografías de todas las mujeres
con las que ha tenido alguna relación.
Mick Jagger siempre satisfacía a sus mujeres con su boca prodigiosa;
en el libro que escribió Bill Wyman,
primer bajista de los Rolling, cuenta que Jagger
tuvo sexo con mas de 400 mujeres solo en los dos primeros años de su actividad en el grupo.
Según la groupie Connie Hamzy (más conocida como Sweet Connie) los penes mas largos del
rock fueron Huey Lewis, con 25,4 cm,
y Jimi Hendrix con 25 cm. Connie
también formó parte de una relación sexual con el ex presidente norteamericano
Bill Clinton, en su periodo como gobernador.
Merece la pena destacar a Pattie Boyd, una tierna y hermosísima
adolescente que conoció a los Beatles en
el rodaje del filme ¡Qué noche la de
aquél día! consiguiendo ligarse a George
Harrison, que enloqueció tanto que la comparó con Brigitte Bardot y se casó con ella. Cuando el matrimonio hizo
aguas, debido a las continuas infidelidades de Harrison, Pattie se
consoló metiéndose entre las sábanas de Eric
Clapton, quien le dedicó la famosa canción Layla, basada en la leyenda Layla
y Majnun.
Hay músicos que dan la talla y
otros que simplemente se quedan a medio camino. Slash, mítico guitarrista de Guns
n´Roses y ahora en Velvet Revolver,
fue encontrado esposado a la cama de un hotel; la persona que lo esposó jamás
volvió (se rumorea que fue por venganza). El fallecido Layne Staley, debido a su adicción a la heroína, no daba la talla
en la cama, mientras que su compañero Jerry
Cantrell destaca como uno de los artistas de rock más guarros de la historia reciente. Billy Idol es otra de esas estrellas que estaba siempre demasiado
drogado para mantener una relación normal en la cama.
Gary Glitter, uno de los íconos ingleses del glam rock, fue descubierto en Camboya alrededor de varios niños y
abusar de dos niñas de 10 y 11 años. Fue condenado por abuso a menores y cumplió
condena hasta agosto de 2010. Jimmy
Sommerville, famoso cantante de los 80´s, cayó inconsciente después de una
fiesta, después del lavado de estómago le extrajeron 5 litros de semen. Otro
caso bochornoso, pero gracioso, es el de Billy
Joe Amstrong, líder de Green Day,
según historias de groupies es el pene mas corto del rock. Los integrantes de Yes,
durante sus giras, enviaban a sus asistentes a recolectar entre sus fans una docena de adolescentes
dispuestas a todo. Las jóvenes eras usadas por todos los músicos.
La preferencia de los rockers suele ser el sexo oral. Rod Stewart, en Brasil, durante el transcurso del festival Rock in Río se hizo mamar el pene por 50 mujeres eyaculando en la boca de media docena de ellas. Mick Jagger cansado de la persecución de una famosa groupie, le impuso la condición de que para llegar a su cama debía acostarse con todo el personal de la gira incluyendo a los plumas (cargadores de equipos). La decidida groupie durante tres noches, arrasó con todo el exigente staff hasta alcanzar la cama de su ídolo. El cantante Alice Cooper llegó a manifestar su incredulidad:
Muchas de estas
niñas son vírgenes, se comportan decentemente en su vida personal, tiene novios
a los que no han dado acceso a su intimidad. Y, sin embargo, con un músico, en
la cama se comportan como expertas prostitutas y son capaces de dejarse
sodomizar, de participar de una orgía o de mamarles el pene a todos los
integrantes de la banda. Conocí a una niña de 15 años, virgen, que para llegar
al camarín a saludarnos se dejo utilizar por el chófer que transportaba los
equipos. Tuvimos que darle una paliza inolvidable al sujeto y luego indemnizar
a la niña.
Pero el verdadero anecdotario del horror pertenece a una legendaria banda. Todo el ambiente del rock sabe que los integrantes de Led Zeppelín cometieron los mayores abusos sexuales, llegando a sofisticaciones dignas del Marqués de Sade; les gustaba especialmente el sexo múltiple, violento y con mucha humillación. Manatiaban a las jóvenes y practicaban con ellas todo tipo de actos, desde golpizas, introducción de objetos, coprofilia (defecar sobre el amante) usaban drogas para que perdieran la conciencia, etc. Es célebre la anécdota de una joven sueca a la que le introdujeron un pescado fresco en la vagina produciéndole serias lesiones e infecciones. Las victimas siempre aceptaban previamente las propuestas y, a posteriori, no realizaban ningún tipo de denuncias, siendo probable que siquiera lo comentaran entre sus familiares y amigos.
Luca Prodán¸ en Buenos Aires, declaraba en la revista Cerdos & Peces: Ahora son todos buenitos, comen fideos con tuco y no toman drogas, no tienen sexo, se enamoran… los rockeros ahora tenemos asesores de imagen o capaz que tienen miedo de que las mamás se enteren que el nene toma cocaína y se cage a las nenas detrás del escenario.
El famoso cantante George Michael, idolatrado y deseado por miles de adolescentes en todo el mundo, tuvo que confesar su homosexualidad cuando fue detenido por un policía en un baño público mientras practicaba sexo oral con un desconocido. La razón más importante para ocultar mis inclinaciones no fueron de carácter moral, la propia compañía discográfica me obligó a ello por una cuestión de imagen.
A raíz del sida y de cierta moral miedosa que la enfermedad trajo consigo, los músicos de rock, durante los noventa, adoptaron ciertos cuidados y, protegidos tras la fachada de sus matrimonios, siguieron utilizando las giras para sus andanzas sexuales. Las declaraciones de los rockers actuales en todo el mundo parecen estar argumentadas por un mismo frívolo guionista:
Estoy enamorado de mi esposa y no quiero que nadie entre a mi intimidad. Lo único que me importa en la vida son mis hijos. No quiero hacer declaraciones sobre ese tema (dictaduras, drogas, sexo, cualquier tema peligroso), soy un músico y hablo con mi música.
Más aburridos y mentirosos, atrapados por la fría rutina de las giras que parecen manejarse con los horarios de un presidente, los músicos de rock han desinfectado sus camas exterminando todos los rastros de su pasado promiscuo. Hablan casi con el lenguaje de los pastores puritanos, recomiendan el uso de condones o, pero aún, aconsejan el amor. Tienen ahora un nuevo amante que los apasiona más que una groupie: el dinero que acumulan en sus cuentas corrientes. Los orgasmos que les produce el dinero los incentiva a mantenerse fieles. Además, no existe religión en el mundo que prohíba esa perversa cópula.