sábado, abril 09, 2011

SYD BARRETT, EL DIAMANTE LOCO QUE TODAVÍA BRILLA EN ALGÚN LUGAR












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Cuando se habla de mitos en el mundo de la música siempre se hace con referencia a artistas que ya han muerto. El paso de la genialidad al templo de los dioses ocurre al fallecer el artista, a partir de ahí su vida, obra y milagros son motivo de peregrinación. Son muy pocos los músicos que reciben la calificación de mito en vida. Syd Barrett fue uno de los elegidos. ¿Realmente toda su vida estuvo marcada por las experiencias con el LSD o había más problemas aparte del abuso de drogas?


 SUS OJOS ERAN AGUJEROS NEGROS EN EL CIELO
Roger Waters, amigo de Syd Barrett y miembro de Pink Floyd
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Convertido en prisionero de sí mismo, la obra de Syd Barrett ha servido de referente para muchos músicos, incluso músicos punk, new wave y diversos estilos. Agobiado por la fama y no preparado para soportarla, Barrett se fue encerrando poco a poco en su mundo para terminar apartado de todo, viviendo retirado de los escenarios sin más preocupación que pintar o hacer trabajos de bricolaje en su jardín. Los grandes beneficios de sus composiciones para Pink Floyd le permitieron vivir de las rentas el resto de su vida, pero la tranquilidad y anonimato que tanto buscaba y que tanto ayudaba a su débil salud mental -se llegó a rumorear que sufría una especie de autismo- jamás le fue concedido.  A pesar del interés que había por parte de todo el mundo hacia su persona, Barrett huyó hasta el final de cualquier intento de volver a la vida pública.

Mike Watkinson y Pete Anderson en Crazy diamond. Syd Barret y el amanecer de Pink Floyd, considerada como la biografía más vendida en el mundo de las que hay sobre la figura del fundador de Pink Floyd fue considerado por la prensa inglesa como un informe dolorosamente exacto y agudo del ascenso, caída y auto reclusión de Syd Barrett.


No recuerdo al grupo Pink Floyd, ni a ninguno de mis amigos.
Syd Barret, después de veinte años de anonimato.

Barrett se encontraba siempre fuera de lugar. Se olvidaba de traer su guitarra a las sesiones, rompía material. La mayor parte de las veces, no podía ni sostener la púa.  

Richard Wright, Pink Floyd.

Su estilo de tocar la guitarra era altamente innovador para la época. Se le deben esos extraños sonidos de guitarra slide cargados de eco y que Pink Floyd utilizó durante toda su trayectoria; los creó utilizando un encendedor de metal, en lugar de un cuello de botella. Fueron sus mejores días como artista.

No se sabe muy bien si sufría de esquizofrenia, trastorno bipolar o psicosis. Otra de las versiones, apunta a un posible Síndrome de Asperger, un conjunto de desordenes entre los que destaca el autismo. El inicio de sus problemas mentales coincidió, a la vez, con el despegue de Pink Floyd y su afición por el ácido lisérgico o LSD. El LSD-25 es una droga semisintética de efectos psicodélicos conocida por sus efectos psicológicos, entre los que se incluyen alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego. También es necesario aportar otro dato. Actualmente las dosis no sobrepasan los 25 microgramos. Durante los 60, y en pleno apogeo de la cultura hippie y la moda psicodélica, lo normal eran 300 microgramos, con todo lo que ello supone.

En mi opinión, su caída hubiese ocurrido de cualquier manera. Era algo con raíces profundas. Pero diría que la experiencia psicodélica pudo actuar como un catalizador. Aún así, no creo que Syd pudiera vivir con la fama y lo que ello conlleva.

David Gilmour
líder de la banda Pink Floyd desde 1985.

Las raíces profundas a las que se refiere Gilmour, fueron la repentina muerte de su padre y el estado de sobreprotección al que le condenó su madre desde que era pequeño. Syd, de pelo largo, ojos profundos, solitario, taciturno y con gran afición por la pintura, nunca encontró su lugar en la pequeña población de Cambridge.

Se supone que todo el mundo debe divertirse cuando es joven.
No sé porque, pero yo nunca lo hice.

Syd Barret

Con 15 años fabricó su propio amplificador. En la secundaria conoció a Gilmour y Waters y, tras formar parte de The Adbabs, germen de lo que sería Pink Floyd, propuso cambiar el nombre de la banda y, así formó una de los grupos más influyentes de la historia musical. The Pink Floyd Sound. Pink, por Pink Anderson. Floyd, por Floyd Council. Los dos, míticos músicos de blues. La suerte estaba echada.

Cuando realmente saltaron las alarmas, fue en el momento en el que Syd encerró a su novia bajo llave tres días, dándole, ocasionalmente, galletas por debajo de la puerta.

Jonathan Meades
Crítico

El piso de Syd era un agujero de mierda. El piso más loco del mundo. Siempre había mucha gente. Era como una estación de metro. Tenía dos gatos, uno llamado Pink y otro llamado Floyd. Vivieron con él hasta que abandonó el piso. De vez en cuando les daba ácido a los gatos. Imagínate las escenas que allí se vivían.

Mick Rock
fotógrafo de la banda

A partir de ahí, el resto de miembros de Pink Floyd comenzaron a encontrar insoportable la compañía de Barrett. Faltaba a los ensayos, su estado mental era cada vez más preocupante, y dejaba en evidencia a la banda en cada concierto. Dicen que podía tocar durante dos horas el mismo acorde mirando perdidamente al infinito. Buscaron soluciones. Gilmour pasó a formar parte del grupo. La idea, en principio, era utilizarlo como sustituto en los conciertos. Syd se ocuparía de la composición y grabación en el estudio. Pronto se dieron cuenta de que aquello no era viable. En 1968, de camino a un concierto en Shouthampton lo abandonaron con la crueldad infantil con la que se deja en la carretera a un perro sarnoso. Recogemos a Syd? Que le jodan!. Ninguno quiere recordar quién pronunció estás palabras. Seguramente a Barrett no le importó en exceso que le echasen de la banda que el mismo formó. Sin embargo, Pink Floyd nunca pudo quitárselo de encima. Nunca pudieron sacar de sus mentes un sentimiento de culpabilidad que todavía hoy les acompaña. Compusieron Shine on you Crazy Diamond como homenaje, le dedicaron el disco Wish You Were Here y la película musical The Wall está basada en su personaje.

Wish You Were Here fue un homenaje del grupo a su fundador, que para entonces se mantenía en un cerrado ostracismo, alejado de la prensa y de la escena del rock. Cuando el grupo se encontraba grabando el álbum y estaban terminando las mezclas, la banda vio a un tipo gordo en la sala de grabación al que nadie conocía. Cuando se acercaron, vieron que era Syd, totalmente irreconocible, con el cabello muy corto y las cejas afeitadas (tal como se ve al personaje de Pink en la película Pink Floyd, The Wall.

Syd Barrett se recluyó en Cambridge. Sus apariciones fueron cada vez más escasas. En los ochenta llegó a publicarse que había muerto. The Crazy Diamond ocupaba su tiempo en la jardinería y la pintura, tratando de olvidar todo lo relacionado con su pasado. Engordó hasta los noventa kilos, se rapó la cabeza, dejó el ácido, pero siguió fumando marihuana compulsivamente y consumiendo alcohol en grandes cantidades. Su familia le internó en un psiquiátrico pero el doctor le declaró incurable. 

Los efluvios lisérgicos en las composiciones de Barrett se aprecian con claridad en temas extraños y crípticos como Interstellar Overdrive, Astronomy Domine o Lucifer Sam, canciones alucinógenas realmente originales y brillantes, con largos y complicados desarrollos instrumentales en los que destaca la peculiar forma de tocar de Barrett y el distintivo bajo de Roger Waters. Las letras de Syd Barrett son aquí complejos jeroglíficos con referencias oníricas ciertamente sugerentes y extrañas. Barrett compuso todos los temas y fue el cantante principal en todas ellas.

The Piper At The Gates Of Down es un disco único, un disco que juega con la experimentación hasta límites desconocidos, introduciendo elementos y sonidos que luego serían imitados hasta la saciedad, traspasando el limite del rock para adentrarse en el Jazz, en ritmos étnicos y en el ruidismo mas salvaje.

Con la acertada promoción de EMI el disco tuvo un éxito casi instantáneo y Pink Floyd empezó a ser demandado intensivamente para tocar por todo el país y por los EE.UU. Llegados a este punto es cuando la historia se vuelve confusa, Barrett había seguido tomando LSD y su estado psicológico se empezó a resentir en esos meses de gira con la banda, arruinando algunas actuaciones del grupo con episodios psicóticos de cierta gravedad, se suele citar como punto culminante el colapso que sufrió en una entrevista para una cadena norteamericana que dio la vuelta al mundo.

Con la ayuda de Gilmour, Waters, y el productor Malcolm Jones, grabó dos LP´s con canciones que compuso en su retiro: The Madcap Laughs, experimental y con un sonido sucio, magnético y hechizante que perdió en su segundo disco, Barrett, mucho más cuidado musicalmente.

The Madcap Laugh, producido por David Gilmour y con colaboraciones de The Soft Machine, Roger Waters y diversos músicos de estudio, es un disco extraño y alucinado, dominado casi en exclusiva por la guitarra Fender Telecaster y la voz de Barrett que navega por espacios de folk espectral, blues lisérgico y rock espacial con la soltura y convicción que solo él podía conseguir. Un disco que hay que exprimir y asimilar, no apto para mentes cerradas, pero distinto a lo que cualquier otro artista de la época hubiera hecho, caótico, depresivo, incoherente, brillante.

Tras la publicación de su segundo disco Syd Barrett se retiró definitivamente y su figura fue poco a poco eclipsada por el enorme éxito mediático de Pink Floyd que alcanzó su cima a mediados de los 70 con discos como Dark Side Of The Moon o Wish You Were Here.

Años más tarde, se publicó The Peel Sessions (con cinco temas que grabó con David Gilmour en el bajo, para la BBC en febrero de 1970) y Opel álbum recopilatorio con catorce canciones dejadas de lado en las sesiones de 1969 y 1970. En 1993 EMI publicó Crazy Diamond-The Complete Syd Barrett una atractiva caja con tres CD: The Madcap Laughs, Barrett y Opel, cada uno con media docena de temas extra y un librito con información y fotos. 
Syd se instaló permanentemente en casa de su madre y lo que ha sido de su vida desde entonces permanece en el más profundo anonimato ya que nunca ha concedido entrevistas y apenas se le ha visto en público. La naturaleza de su enfermedad y la influencia que tuvo ésta en su carrera y en su posterior desaparición permanecen por tanto en el mas absoluto de los misterios, no hay un patrón fijo para describir o predecir el comportamiento y los pensamientos de un esquizofrénico, si es que Barrett padecía en verdad esquizofrenia y la ausencia de datos precisos sobre sus últimos años tampoco ayuda a solventar ese misterio.

Fue un artista que se desvió hacia la música, que él había  considerado siempre como un hobby, luego regresó al arte … Syd era amable y adorable. Me gustaría que la gente venga a ver sus pinturas, y reír y disfrutar de ellas, y ver lo divertido que era.

Rosemary Breen, hermana de Syd Barrett

Murió en 2005. No se sabe muy bien como. Se dice que de cáncer pancreático. Lo cierto es que Syd se había quedado prácticamente ciego por la diabetes y, después de la muerte de su madre, vivía en la más absoluta decadencia física y mental.

Estoy muy triste por Syd. No lo he estado durante muchos años. Antes, pensaba que era un truco para escribir chorradas sobre nosotros. Por supuesto que fue importante en la banda y nunca hubiésemos empezado sin el porque escribió todo el material. Nada pudo comenzar sin él, pero, por otra parte, no pudo haber funcionado con él. Fue importante en el Rock And Roll, pero realmente, no fue tan fundamental en Pink Floyd como la gente cree.

Roger Waters a finales de los ochenta.

Pink Floyd emitió un breve comunicado tras su muerte. Tan escueto como su recuerdo. Tan efímero como el éxito. Tan perenne como el olvido. El diamante loco todavía brilla en algún lugar. Shine on you.

El artículo se inspira en la revista Computer Age, Internet rock Magazine publicada por Luis Labrado. Podéis encontrar mayor información en:

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